viernes, 22 de octubre de 2010

ESPACIO CULTURAL, LITERARIO Y FILOSÓFICO ..Nro 012.

ESPACIO CULTURAL, LITERARIO Y FILOSÓFICO ..Nro  012.


TÍTULOS:


1-TODO PASA.
Por:  LUCIANA   FIDALGO.
Enviado por: LUCIANA   FIDALGO.
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2-ESTADO INEXISTENTE.
Sobrevivir a la Argentina
Por Abel Posse
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3-LA MUJER Y EL ABORTO.
Por: Pablo Parellada
Enviado por:
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CONTENIDOS DE LOS TÍTULOS:

1-TODO PASA.
Por:  LUCIANA   FIDALGO.
Enviado por: LUCIANA   FIDALGO.

Hubo una vez un rey que llamó a los sabios de la corte para darles un encargo:

 - Me estoy fabricando un precioso anillo de oro con un gran diamante.

Abajo del diamante, quiero guardar algún mensaje que me ayudará a mí y a todo hombre en los momentos difíciles de la vida.

Obviamente, tiene que ser un mensaje pequeño para que quepa en el anillo. Todos esos sabios eran grandes eruditos.

Podrían haber escrito grandes tratados sobre cualquier tema. Así que pusieron sus mentes a trabajar.

Durante un año, pensaban y debatían. Buscaban en todos sus libros. Consultaron a otros sabios en países lejanos.

Pero no podían encontrar nada. Y tuvieron que reportar su falla al rey.
Cuando reportaban esto, estaba presente un anciano sirviente de la familia real, conocido por su devoción al misticismo.

Éste intervino diciendo: - Oh, Majestad, No tengo estudios, no soy un erudito, ni un académico. Pero creo tener lo que le servirá.

Y el anciano místico escribió algo en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey, diciendo: - Pero no lo leas ahora. Mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación.

Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían.

Eran pocos sus seguidores y los perseguidores eran numerosos.

Se sentía desesperado y al punto de rendirse. De repente, se acordó del anillo. Sacó el papel y allí encontró su pequeño mensaje, lo que decía simplemente: "Esto también pasará”.

Aquellas palabras le resultaron milagrosas. Le inspiraron nueva fe y coraje. Redobló sus esfuerzos y escapó.

Al fin de un año, logró reunir a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital, hubo una gran celebración en el palacio con música, bailes, comida, etc. El Rey presidía las festividades desde su trono, sintiéndose muy orgulloso de sí mismo.

El anciano místico se acercó y le dijo: - Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.

- ¿Qué quieres decir? -preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso; la gente celebra mi regreso; no estoy desesperado; no me encuentro en una situación sin salida.

El anciano respondió: - Ese mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso.

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "Esto también pasará" El anciano le dijo:

- TODO PASA. Ninguna cosa y ninguna emoción son permanentes. Todo viene y va como el día y la noche. Habrá momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la vida; es la naturaleza misma de la existencia...

  Todo pasa...
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2-ESTADO INEXISTENTE.

Sobrevivir a la Argentina

Por Abel Posse

Chabacanería, politiquería cobarde, personalismo electoral, patanería de Estado, torpeza internacional; todos los días algo. El silente desgaste del miedo. La vida reducida, achicada, por el miedo. Asesinatos impunes, carencias de registro actuante de reincidentes, violadores irredentos y la pesadilla de la mujer sin que de la inseguridad específica de la mujer hablen los profesionales de la defensa de género. Y las páginas de corrupción impune. La humillación de ser un país en la cola de los más corruptos. Y de vez en cuando un maradonazo o la arenga esencialmente jurídica aunque insultiva y sediciosa de la Bonafini en la escalinata del Palacio de Tribunales.

Vivíamos ya sin esperar nada del Gobierno, bastan sus voceros, pero lo sorprendente es la conducta de esa heteróclita (llamada) oposición que la gente votó en junio de 2009 con esperanza de una básica unidad y coherencia y sintiendo que superar la enfermedad de la Argentina era el sentimiento básico unánime y no las ambiciones personales de los políticos, hoy en entusiasta dispersión centrífuga. De modo que todo el sector político, Gobierno y los otros, se mueven al margen de lo que sufre y desea la ciudadanía, aunque la palabra democracia no se les caiga de la boca. Declaman por un Estado de Derecho. Sin embargo, lo único que nos queda de sus cotidianas violencias es esa especie de ejercicio notarial de registrar cada día horrores que en dos o tres días cubrirán nuevas violencias y exacciones.

Los que afirman la vida como los padres de familia, los estudiantes, los profesionales, los trabajadores carecen de voz y voto efectivo en esta democracia cobarde. En suma: la dirigencia argentina no se hace cargo del dolor argentino en esta mala hora nacional con tenues esperanzas de transición a partir de 2011. Sólo el mal gobierno está en la calle. ¡El Estado es inexistente después de décadas de estatismo!

Luego de un largo año desde la última ilusión electoral, el centro del ring lo conservan los K, que mantienen sus pasiones de poder, aunque con magulladuras. Esta es la realidad, a los otros les queda la esperanza y la televisión por cable (por ahora). No toman posiciones dramáticas, de acción, pese al alentador momento en el espacio parlamentario. Pero no van al pueblo, “a las cosas”, como les repetiría Ortega.

Dos temas sacados del cajón de calamidades reiteradas: en la reciente toma de colegios de la Capital, delito al que se fueron plegando otras instituciones nacionales y provinciales, nuestra politiquería no se asoció para enfrentar un problema gravísimo que el país tendrá que superar inexorablemente. Fingieron que era un problema de Macri. Todos saben que hay una minoría actuante que se impone con prepotencia y que cuarenta alumnos pueden impedir asistir y educarse a trescientos. Ante el trabajo práctico de violación del derecho en los edificios tomados y la insolencia de discutirle al ministro las prioridades de reparaciones y arreglos, todos disimulan que permitir eso a los “chicos” podría no repararse ni con años de educación cívica y constitucional.

Los políticos, con poder, y la docena de alegres presidenciables callan junto con los “papas”, “mamás”, “abuelos” y “chicos” condenados a ver la atroz televisión en vez de ir a clases. No vimos en las puertas de los colegios a los políticos distinguiendo entre derecho y desmán.
 Tampoco los vemos en las casas enlutadas de nuestros asesinados de cada día. Ni los jueces de la Corte se acercan al hogar de los fusilados. Esta es nuestra lamentable realidad. Tanto el Gobierno cínico como la oposición hipócrita se alejan de la mirada del “otro”, que para una democracia es todo el pueblo.

Volvió a la Argentina después de cinco años mi amigo J.W. Kilkenny, que vivió esta maravillosa ciudad de Buenos Aires en tiempos mejores. Después del largo diálogo me pregunta:

—¿Cómo se soporta esta Argentina? ¿Qué esperanza queda?

Le digo:

—La esperanza sería una dimensión psicológica. Todo se soporta porque todo se superará. Estamos en una desgracia surreal en la que hasta destruimos nuestra riqueza desde el Gobierno.
Este país tiene la potencia de un tigre enjaulado por un idiota. Sólo espera saltar y correr, libre, fuerte, más allá de la runfla política.

*Escritor y diplomático.
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3-LA MUJER Y EL ABORTO.


Por: Pablo Parellada



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¡Qué triste y doloroso vivir y sentir aquello que pudo ser y no fue! ¡Qué tristes los ojos de la madre que mató a un ser, por pretensiones de libertad, en genocida actitud! ¡Qué dolorosa claudicación del ser humano que ha sucumbido ante el egoísmo material y perverso! ¿Dónde andarás, libertad? ¿Qué demonio de la legión te tiene presa y qué demonio soltó al libertinaje en tu lugar, cual Barrabás?

Que una mujer, reunida en congresos de tales a lo ancho y largo de la república, pretendan imponer la locura del “asesinato legal” tal como lo piden, no es más que la expresión cabal de la lucha denodada por la cultura de la muerte, del desprecio por el otro y por Dios mismo. Dios se hizo niño para estar con nosotros, hoy se le quiere matar para que no esté más con nosotros. Cada embarazo es un recrear el milagro de la vida, cada embarazo es una obra de Dios y cada intento de suprimir la vida es una ofensa al creador. Muchas son las excusas que se esgrimen; las hay que tienen su origen en la ignorancia lisa y llana, las hay tambien en aquellas que pregonan una libertad de cuerpos, como si procrear fuese una condena y no una bendición. Hay quienes ven en la maternidad una desgracia y debilidad femenina y ni siquiera por atisbo ven la mano de Dios en señal de predilección ante magna tarea. La involución de los egoístas no tiene límites, para ellos todo es una carga pesada y una maldición que causa desigualdades y dolores psíquicos y físicos insoportables. La figura de la madre que acaricia lo que es carne de su carne, que anhela dar vida, que ama lo que ha procreado, ha dado paso a la imagen de una mujer culturalmente pobre, egoísta, confundida, desorientada, triste, moralmente derrumbada y para terminar el cuadro, sentada al umbral de la locura, ante el remordimiento por lo que ha hecho y ha esparcido al mundo en nombre de una libertad que le es esquiva. Cuando la mujer hace lo que los abortistas quieren, es decir que mate al hijo de su seno, en ese mismo instante queda sola, triste deprimida; las voces de quienes la alentaban desaparecen y se vuelven huecas, vacías de esperanza y se sume en una tristeza sin límites. Quienes promueven estos actos en el fondo sólo persiguen el mal de muchos para poder diluir la culpa propia que las atormenta y les arranca lágrimas a escondidas; la imagen de fuertes y decididas solo es una de las tantas caretas diarias para disimular la amargura de haber sucumbido al canto de sirenas inexistentes, tanto o más que las promesas de liberación de otros que ya no están para justificarlas.”Si lo hiciste es porque vos lo quisiste, nadie te obligó” es la dura respuesta para toda aquella que pasó la línea hacia el lado de la muerte. De ahora en más la pena será tuya y estarás sola, el consuelo se te hará imposible por el sentimiento de culpa y nadie te la comparte; solo huyen. Para quienes te alentaron eres una más, para Dios eres alguien que se ha perdido y ya ha salido a buscarte; no te dejará sola. Estén tus oídos atentos mujer porque el que da la vida quiere perdonarte y enseñarte a amar y ser perdonada por aquel a quien le negaste la vida. Mujer de este tiempo y de este mundo no sucumbas, levántate y anda, di no a la perversión del homicidio de bebés, defiende tu razón de ser, ama la vida.

Pablo Parellada

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