viernes, 31 de octubre de 2008

Movimiento Acción Restauradora – Acción política directa


Convocatoria

La “Asamblea de Fundación y Constitución” del “Movimiento Acción Restauradora” hace saber:

1-A los ciudadanos de la Provincia de Salta que:

- Necesitamos completar el “Documento de Acreditación de Electores”, con las firmas correspondientes de los Ciudadanos que avalan su fundación y constitución. Para lo cual INVITAMOS a toda la ciudadanía Salteña a colaborar con su firma.

-En el Distrito Electoral Salta, necesitamos 2.990 firmas.

-Estas firmas, NO REVISTEN CARÁCTER DE AFILIACIÓN, son solamente un aval, por lo tanto quienes firman no son considerados afiliados y tampoco adquieren el compromiso de afiliación.

-Pueden firmar los ciudadanos mayores, a partir de los dieciocho años de edad cumplidos, sean o no afiliados a otros Movimientos o Partidos políticos.

-Las firmas, son al efecto de cumplir con el Artículo 7° inc a), de la Ley N° 23.298-Orgánica de los Partidos Políticos.

-En la Ciudad de Salta, además de las personas que recogerán las firmas en la calle y/o lugares públicos, habrá a partir de la fecha, domicilios a los cuales los interesados podrán concurrir a firmar, los que son:

----Calle LAS ROSAS N° 60 - Barrio Tres Cerritos - Zona Primera Rotonda - Ciudad de Salta - Preguntar por el Sr don Leopoldo. Desde 09,00 hasta 14,00 hs.

----Calle LOS TILOS Nro 150 - Barrio Tres Cerritos - Zona Segunda Rotonda - Ciudad de Salta-Preguntar por el Sr don Rigoberto. Todo el día.

----Block Ñ 1, 3er Piso, Dto “D” - Barrio Bancario 2 - Ciudad de Salta - Preguntar por el Sr. don Julio - Desde 18,00 hasta 22,00 hs.

----Calle Santa Cecilia Nro 2618 - Barrio Santa Lucía - Ciudad de Salta - Preguntar por el Sr don Mario - Todo el día.

-Asimismo, se hace saber que se recolectarán firmas en el Departamento San Martín (Tartagal y Embarcación) y en el Departamento de Orán (San ramón de la Nueva Orán y Pichanal).

2-A los Ciudadanos simpatizantes de las provincias de:

- Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Chaco, Formosa, Santa Fe, Provincia de Bs As, Córdoba, Mendoza, Río Negro, Santa Cruz y Distrito Federal, se les SOLICITA que se pongan en contacto con esta Asamblea: movimientoar@yahoo.com.ar a los fines de coordinar las actividades de la Fundación y Constitución del “M.A.R.”, en cada una de las provincias mencionadas.

Asimismo se solicita a todos los interesado a leer la “Declaración de Principios”, “Bases de Acción Política” y “Perfil de Candidatos”, entrando a:
http://movimiento-accion-restauradora.blogspot.com/

En Nuestro Señor, María Reina y la patria, un abrazo.

Asamblea de Fundación y Constitución M.A.R.

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Desde la catequesis hasta la política: La homosexualidad


Relacionado con esta cuestión, ya hemos escrito desde el punto de vista de los órdenes natural y moral en nuestro artículo anterior sobra esta tema.

SI SE LLEGARAN A LEGALIZAR LAS UNIONES DE HOMOSEXUALES COMO SI FUERAN UNIONES MATRIMONIALES, CON LOS MISMOS DERECHOS QUE UN MATRIMONIO NORMAL Y SI SE LOS AUTORIZARA LEGALMENTE A ADOPTAR NIÑOS Y A HACER PÚBLICA SU SITUACIÓN.

VEAMOS EL TEMA RELACIONÁNDOLO CON LA CONSTITUCIÓN NACIONAL:

-Preámbulo-Sería contradicho en su espíritu, ya que no se afianzaría la justicia, no se promovería al bienestar general y no se asegurarían los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad…; en realidad el sentido de justicia, como tal se perdería;

el bienestar general, mas bien se lo pondría en riesgo de perderse para las generaciones actuales y para las generaciones futuras, la masa de la población normal podría tomar esto como una falta grave al respeto social.

No se asegurarían los beneficios de la libertad, para nosotros y para nuestra posteridad, ya que tanto las personas natural y moralmente normales actuales , como las futuras, se verían perjudicadas por seudo derechos y seudo beneficios pretendidos por una minoría antinatural y moralmente insana. Habría que considerar como normal lo que no lo es, y eso es una injusticia grave moral y políticamente. Ningún siquiatra o psicólogo se atrevería a afirmar fehacientemente que los homosexuales son cabalmente normales. Sus gustos, costumbres, valores éticos, apetencias, pasiones, ambiciones y escala de valores, difieren demasiado de los de las personas normales. Su psiquis, sus formas de sentir afectos y sus reacciones son demasiado distintas también.

-Artículo 2°-Se lo incumpliría. Solicitamos leer nuestra publicación anterior sobre este tema y lo que escribimos en el artículo acerca el aborto sobre este artículo.

-Artículo 19°-Sería ignorado en su contenido, ya que se haría publica la situación de los homosexuales que no aceptarían vivir en castidad o en intimidad privada, esto provocaría escándalo moral que perjudicaría a terceros, ofenderían el orden y la moral pública.

-Artículo 28°- Este artículo, convertiría en inconstitucional todo lo que se legisle a favor de lo que estamos tratando.

-Artículo 33°-El derecho, de toda la sociedad, a vivir según los órdenes natural y moral, no están rechazados en la Constitución Nacional, por lo tanto no se los niega. Legislar en contra de esos derechos, sería entonces inconstitucional.

-Artículo 37°-En el segundo párrafo habla de la igualdad real de oportunidades entre varones y mujeres para el acceso a cargos electivos y partidarios. Habla, como se ve, de la igualdad real de oportunidades entre ambos sexos naturales, no habla de la igualdad de géneros ni de homosexuales. Por lo tanto, este Artículo, convertiría en inconstitucional lo relacionado con legislaciones a favor de la homosexualidad, en cuanto a igualdades con los heterosexuales para lo que se trata en su contenido.

-Artículo 41°-Habla del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y etc…

Todos quienes hemos estudiado y enseñado sociología y el “ecos” y lo relacionado con el ambiente y la sociedad, sabemos por experiencia, que existe también el ambiente humano, que al fin de cuentas es el más importante, por la acción antrópica en su propio ambiente, en los otros y en el ambiente en general. Este ambiente humano, lleva en sí los factores que inciden en él: fricción y conflictos de intereses personales y sociales, búsqueda de la armonía y equilibrio para disminuir los impactos, etc., lo cual torna al mismo en el más complicado, difícil y delicado. El ambiente humano, debe ser cuidadosamente observado y tratado, para evitar las “explosiones” ambientales que en si mismo pueden causarse por sí, o por incidencias de normas y/o leyes que lo afecten. Este ambiente requiere de las autoridades y de la sociedad que lo constituye, que se tomen todos los recaudos posibles para evitar el grave impacto de su alteración, tratando siempre de beneficiar el “bien común de las gentes”.

Legalizar las uniones homosexuales como: si fueran naturales en un pié de igualdad con los natural y moralmente normales, legalizar que puedan adoptar niños como si fueran matrimonios normales, alterar los órdenes natural y moral del ambiente humano, causaría en dicho ambiente un impacto explosivo, porque alteraría toda la escala de valores tradicionales naturales y morales. Ese impacto perjudicaría con maldad a la generación actual y lo que es peor, a las generaciones futuras con un daño difícil de revertir. Se perjudicaría al “bien común” de la mayoría de la sociedad, y solo se beneficiaría con un anti-bien, de capricho sexual no normal, a una minoría antinatural e inmoral en su forma de ver o juzgar los valores.

No se preservará el ambiente humano natural y moral.

Se perjudicaría el desarrollo humano natural y moral.

Las autoridades, no proveerían la protección de este derecho natural al ambiente; no preservarían el patrimonio natural y cultural .

-Artículo 75° inc 22-Se atentaría contra los derechos humanos de la mayoría natural y moralmente normal y contra los derechos de los niños, reconocidos en este artículo e inciso.

-Artículo 75° inc 23-Idem anterior.

-Artículo 86°- El defensor del Pueblo debería intervenir en defensa de los derechos de la mayoría y de los derechos de los niños-

VEAMOS EL TEMA RELACIONÁNDOLO CON LOS DERECHOS HUMANOS:

-Preámbulo y proclama-: no se los respetaría en lo que, en espíritu, dicen. Habría un ultraje y menosprecio a los derechos humanos, no se respetaría la conciencia humana y libertad de creencia de la mayoría y de los niños-El orden de ser varón y el orden de ser mujer, se vería avasallado, al intentar igualarlo o equipararlo con una minoría inmersa en la hibrides promiscua del “género”.

-Artículo 3°-Se perderían las potenciales vidas de futuras generaciones.

-Artículo 5°-Se sometería, a la mayoría natural y moralmente normal, a la degradación personal y social de aceptar, por ley, como natural y moral lo que no lo es.

-Artículo 7°-Se atentaría contra el derecho de igual protección contra toda discriminación, ya que los natural y moralmente normales, serían discriminados en la plenitud de sus derechos, para beneficiar a aquellos otros.

-Artículo 16° inc 3- Se atentaría contra y se destruiría el concepto natural y moral de la familia; ésta quedaría sin el debido reconocimiento y sin la debida protección de la sociedad y del Estado.

-Artículo 18°-Se vulneraría el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión.

-Artículo 22°-No se satisfacerían en plenitud los derechos sociales y culturales, los que, junto a los derechos económicos en esta DDHH, son considerados indispensables para la dignidad y el libre desarrollo de la personalidad.

-Artículo 26° inc 3- No sería posible cumplirlo en lo que hace a escoger la educación para los hijos.

-Artículo 29° inc 1-No se cumpliría, ya que se vulnerarían los deberes para con la comunidad.

-Artículo 29° inc 2-No se cumpliría ya que “En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática.”

-Artículo 29° inc 3-Tampoco se cumpliría, porque dice: “Estos derechos y libertades no podrán en ningún caso, ser ejercidos en oposición a los propósitos y principios de las Naciones Unidas”

-Artículo 30°- Se actuaría en contra de este Artículo que dice: “Nada en la presente Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración”.

CONCLUSIÓN FINAL

-Si el problema que tienen los homosexuales , que no quieren vivir en castidad, y que viven amancebados es, la obra social, el seguro de vida, la pensión al fallecer alguno de ellos, la herencia, no es entonces necesario para ello, la parodia de un casamiento ( que no lo es, porque escapa al sentido común); con que cada uno incorpore al otro a la obra social, lo inscriba como beneficiario del seguro, lo consigne como persona con derecho a pensión y lo ponga como heredero de sus bienes, ya está, es más que suficiente. No hace falta lastimar la conciencia de los demás haciendo la farsa con algo antinatural e inmoral, como lo es el seudo matrimonio de dos personas del mismo sexo.

-Llamamos a nuestros legisladores (concejales, diputados-provinciales y nacionales-senadores-provinciales y nacionales) a reflexionar y rechazar, por antinaturales e inmorales, por inconstitucionales y anti derechos humanos, las uniones entre personas del mismo sexo, como así también que puedan adoptar niños.

-Por las mismas razones, llamamos a nuestros gobernantes, a defender el derecho natural.

En Nuestro Señor, María Reina y la patria, un abrazo.
Asamblea de Fundación y Constitución
“Movimiento Acción Restauradora”


http://movimiento-accion-restauradora.blogspot.com/
movimientoar@yahoo.com.ar

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Este comentario fue emitido por un boliviano y duele de sólo leerlo...

'Argentina es el Tercer Mundo con gente bien vestida y rostro bonito'
Aunque Bolivia, hoy, tenga un lindo guiso, y vería con agrado que tratara de arreglar sus propios problemas, no dejo de reconocer que este hombre tiene razón. jch).

Argentina no tiene futuro
José Brechner
, ex Diputado y Embajador de Bolivia.

Cien años atrás el mundo veía a la Argentina como el país latinoamericano con mayor proyección internacional. El único que por el nivel educativo de sus inmigrantes, podía llegar a competir con los grandes. Hoy la Argentina es el fiasco más dramático del continente. Hecho que demuestra, que no son solamente las personas instruidas las que generan el progreso y desarrollo de una nación, sino que el sistema empleado para lograr su avance económico es tanto o más importante que la erudición de sus habitantes. Los europeos bajo el dominio comunista no eran tontos ni ignorantes, pero eran desesperadamente pobres.
Si bien las naciones con elevado nivel de instrucción y ético suelen llegar a ser más exitosas que las que carecen de esos atributos, el trabajo es mejor remunerado y los impuestos mejor distribuidos, en las sociedades donde la libertad económica es irrestricta, el gobierno no se inmiscuye en los negocios de las personas.

La Argentina no sólo eligió el camino económico equivocado, sino que carece de principios éticos. Se dejó llevar por la angurria de poder y dinero, pisoteando los valores que hacen a una sociedad decente. Para reencauzarse, necesita por lo menos 20 años continuos de coherencia política y económica, sin sobresaltos, bajo el imperio de la ley. Con sus actuales gobernantes y con el fantasma del peronismo, la misión es imposible.

A Perón no terminan de enterrarlo, y cuando se vive en el pasado no hay lugar para al futuro.
Las tácticas del manejo gubernamental obedecen a un caudillismo hereditario canceroso. La Reina Cristina accedió al mando sin brindar una sola entrevista periodística ni un debate con sus adversarios. Simplemente se sentó en el trono para hacer gala de sus trajecitos de diseñadores famosos, nunca vestidos dos veces.

Desde Enero a la fecha su popularidad ha declinado de 56 por ciento a 19.9 por ciento (¿Sufragio mediático?)
La mujer no tiene un solo mérito o virtud, ni capacidad alguna para manejar un país. Su parodia de Evita, saca a relucir su agresivo estilo de piquetera populista cada vez que pronuncia una palabra. Si además es cierto que es maníaca depresiva, puede llevar a su país a una hecatombe peor que todas las que sufrió el pueblo argentino.
Cristina llegó al poder repartiendo dinero enviado de Venezuela por su buen amigo Hugo Chávez, y aprovechando la maquinaria gubernamental manipulada por su marido. Está rodeada de individuos siniestros. Ex guerrilleros, terroristas y secuestradores, ahora convertidos en cleptómanos burgueses socialistas.

Desde que inició su mandato no hizo nada positivo, ni podrá hacerlo. Sigue extorsionando a los únicos que mantienen a flote el país: los productores agropecuarios.
En casi dos siglos la Argentina no ha logrado convertirse en exportador significativo de ningún artículo con alto valor agregado. Gracias a sus descarados e incompetentes gobernantes, continúa dependiendo del campo. Los optimistas que hace 40 años quisieron crear una industria o comercio respetable, se encuentran hoy en peor situación económica que cuando empezaron.
Los guarismos señalan que 26.9 por ciento de la población vive debajo del nivel de pobreza. De acuerdo al Índice de Libertad Económica, Argentina se encuentra en el puesto 108 entre 157 países (Chile está en el número 8, Uruguay en el 40 y Perú en el 55).

Entre 150 naciones la banca argentina ocupa el sitio 149
La Argentina es el Tercer Mundo con gente bien vestida y rostro bonito. - Las calles porteñas llenas de basura se asemejan a algunas urbes africanas. - Las villas miserias se expandieron al centro. - La criminalidad y falta de seguridad están enraizadas. - La contaminación ambiental es asfixiante. - La burocracia es insufrible. - Los servicios son pésimos. - Y la lista es larga…

La Argentina desapareció del mapa internacional por completo. Los únicos países de América Latina que cuentan en el mundo son Brasil y México, a quienes los argentinos miraban desde arriba. Chile, Perú y Uruguay se encaminan hacia un futuro promisorio. Argentina, así, no tiene futuro.

José Brechner
Ex diputado y embajador boliviano.
www.josebrechner.com

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Desde la catequesis hasta la política: el aborto

Relacionado con el tema del aborto, que en nuestro artículo anterior lo tratamos desde el punto de vista de lo natural y de la moral, vamos a abordarlo ahora desde el punto de vista de la política y de los derechos humanos.

SI SE LEGALIZARA EN ABORTO:

CONSTITUCIÓN NACIONAL

Veamos en que se llegaría a contradecir, incumplir, negar u oponer a la Constitución Nacional:

-Preámbulo: contradice el espíritu de lo expresado en el preámbulo.

-Artículo 2°-Se opone a lo expresado sobre que el Gobierno Federal sostiene el culto católico apostólico y romano, ya que no lo reconoce al legislar y/o resolver en cuestiones morales contrarias al mismo.

-Artículo 16°-Se lo contradeciría porque daría a la madre una prerrogativa especial para decidir, por el solo hecho de haber nacido antes y por haber engendrado una vida. Se niega al embrión y/o feto el derecho de igualdad ante la ley.

-Artículo 17°-Según nuestra convicción creemos, firmemente, que el único dueño de la vida humana es Dios. El ser humano no es dueño de su vida, sino Dios. Y tampoco el ser humano es dueño de la vida de los otros seres humanos. Pero, viendo y analizando a la vida, desde el punto de vista solamente humano o desde el punto de vista ateo, gnóstico o relativista, podríamos decir que: la vida es de quien la tiene, que cada uno es dueño de su propia vida, que la vida es una propiedad individual y privada de cada ser humano. Entonces, la vida del embrión y/o feto, es propiedad privada del embrión y/o feto. Esa vida no es propiedad de la madre, padre, sociedad o ley, sino que es del embrión y/o feto. En conclusión, se le opondría y desconocería a este Artículo.

-Artículo 18°-Se lo negaría y se le opondría con alevosía, porque se condena a un ser humano(embrión y/o feto) a la pena de muerte, previo tormento, sin juicio ni defensa previa, y más tratándose de un ser inocente e indefenso y sin voz para hacerse escuchar.

Por otra parte se violaría su domicilio al practicarse el aborto, que en esos momentos es el útero materno.

-Artículo 28°-Se lo incumpliría, opondría, negaría y contradeciría.

-Artículo 33°- Se lo negaría, opondría, incumpliría y contradeciría.

-Artículo 41°-Se opondría, negaría e incumpliría, porque atentaría contra el derecho a un ambiente (útero materno) sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano, negándose el nacimiento como generación futura.

-Artículo 42°-El embrión y/o feto, pese a encontrarse en el útero materno, ya es consumidor, por lo tanto tiene derecho, en esa relación, a la protección de la salud y seguridad, a la libertad de elección y a condiciones de trato equitativo y digno. Las autoridades son las responsables de proteger estos derechos. En conclusión, este artículo sería negado, incumplido , y se le opondría.

-Artículo 43°-Se le opondría, negaría e incumpliría a este Artículo, ya que se condenaría a muerte a un ser indefenso que por no poder hablar y por su inhabilidad, se ve negado de ejercer los derechos constitucionales mencionados en este Artículo.

-Artículo 75° inc 22-Se lo negaría, contradeciría, opondría e incumpliría, ya que se le niega al embrión/feto humano los derechos mencionados en los tratados consignados en este Artículo e inciso.

-Artículo 86°-El Defensor del Pueblo debería intervenir, para asegurar los derechos del embrión/feto humano.

DERECHOS HUMANOS (Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948).

Veamos que artículos no se cumplirían:

-El espíritu del Preámbulo y proclama.

-Artículos: 2° inc1, 3°, 5°, 7°, 10°, 28° y 30°.

CONCLUIMOS:

Que el aborto, además de nuestras conclusiones del artículo anterior, es inconstitucional y anticonstitucional y asimismo, está en contra de los derechos humanos.

Acusamos a los que lo practican, aconsejan y colaboran con el aborto, a quienes enseñan a favor del aborto y a las autoridades que lo recomiendan y/o apoyan, a quienes legislen a su favor, a los jueces que fallan a su favor: de incurrir en homicidio simple con alevosía y premeditación, de genocidio y crimen de lesa humanidad.

En Nuestro Señor, María Reina y la patria, un abrazo.
Asamblea de Fundación y Constitución
Movimiento Acción Restauradora.


http://movimiento-accion-restauradora.blogspot.com/
movimientoar@yahoo.com.ar

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miércoles, 29 de octubre de 2008

Cristo Rey

« Ergo Rex es tu? Tu dixisti…Sed Regnum deum non est de hoc mundo »
(Ioan. 18 : 33-36)

Por el Padre Leonardo Castellani


El año 1925, accediendo a una solicitud firmada por más de ochocientos obispos, el Papa Pío XI instituyó para toda la Iglesia la festividad de Cristo Rey , fijada en el último domingo del mes de octubre.


Esta nueva invocación de Cristo, nueva y sin embargo tan antigua como la Iglesia, tuvo muy pronto sus mártires, en la persecución que la masonería y el judaísmo desataron en Méjico, con la ayuda de un imperialismo extranjero: sacerdotes, soldados, jóvenes de Acción Católica y aun mujeres que murieron al grito de “¡Viva Cristo Rey !”


Esta proclamación del poder de Cristo sobre las naciones se hacía contra el llamado liberalismo. El liberalismo es una peligrosa herejía moderna que proclama la libertad y toma su nombre de ella.La libertad es un gran bien que, como todos los grandes bienes, sólo Dios puede dar; y el liberalismo lo busca fuera de Dios; y de ese modo sólo llega a falsificaciones de la libertad.Liberales fueron los que en el pasado siglo rompieron con la Iglesia, maltrataron al Papa y quisieron edificar naciones sin contar con Cristo. Son hombres que desconocen la perversidad profunda del corazón humano, la necesidad de una redención, y en el fondo, el dominio universal de Dios sobre todas las cosas, como Principio y como Fin de todas ellas, incluso las sociedades humanas.

Ellos son los que dicen: “Hay que dejar libres a todos”, sin ver que el que deja libre a un malhechor es cómplice del malhechor; “Hay que respetar todas las opiniones”, sin ver que el que respeta las opiniones falsas es un falsario; “La religión es un asunto privado”, sin ver que, siendo el hombre naturalmente social, si la religión no tiene nada que ver con lo social, entonces no sirve para nada, ni siquiera para lo privado.Contra este pernicioso error, la Iglesia arbola hoy la siguiente verdad de fe: Cristo es Rey, por tres títulos, cada uno de ellos de sobra suficiente para conferirle un verdadero poder sobre los hombres.

Es Rey por título de nacimiento, por ser el Hijo Verdadero de Dios Omnipotente, Creador de todas las cosas; es Rey por titulo de mérito, por ser el Hombre más excelente que ha existido ni existirá, y es Rey por titulo de conquista, por haber salvado con su doctrina y su sangre a la Humanidad de la esclavitud del pecado y del infierno.

Me diréis vosotros: eso está muy bien, pero es un ideal y no una realidad. Eso será en la otra vida o en un tiempo muy remoto de los nuestros; pero hoy día... Los que mandan hoy día no son los mansos, como Cristo, sino los violentos; no son los pobres, sino los que tienen plata; no son los católicos, sino los masones. Nadie hace caso al Papa, ese anciano vestido de blanco que no hace más que mandarse proclamas llenas de sabiduría, pero que nadie obedece. Y el mar de sangre en que se está revolviendo Europa, ¿concuerda acaso con ningún reinado de Cristo?

La respuesta a esta duda está en la respuesta de Cristo a Pilatos, cuando le preguntó dos veces si realmente se tenía por Rey. “Mi Peino no procede de este mundo”. No es como los reinos temporales, que se ganan y sustentan con la mentira y la violencia; y en todo caso, aun cuando sean legítimos y rectos, tienen fines temporales y están mechados y limitados por la inevitable imperfección humana.

Rey de verdad, de paz y de amor, su Reino procedente de la Gracia reina invisiblemente en los corazones, y eso tiene más duración que los imperios. Su Reino no surge de aquí abajo, sino que baja de ahí arriba; pero eso no quiere decir que sea una mera alegoría, o un reino invisible de espíritus.Dice que no es de aquí, pero no dice que no está aquí. Dice que no es carnal, pero no dice que no es real. Dice que es reino de almas, pero no quiere decir reino de fantasmas, sine reino de hombres. No es indiferente aceptarlo o no, y es supremamente peligroso rebelarse contra El.

Porque Europa se rebeló contra El en estos últimos tiempos, Europa y con ella el mundo todo se halla hoy día en un desorden que parece no tener compostura, y que sin El no tiene compostura…Mis hermanos: porque Europa rechazó la reyecía de Jesucristo, actualmente no puede parar en ella ni Rey ni Roque. Cuando Napoleón I, que fue uno de los varones —y el más grande de todos— que quisieron arreglar a Europa sin contar con Jesucristo, se ciñó en Milán la corona de hierro de Carlomagno, cuentan que dijo estas palabras: “Dios me la dio, nadie me la quitará”.Palabras que a nadie se aplican más que a Cristo. La corona de Cristo es más fuerte, es una corona de espinas. La púrpura real de Cristo no se destiñe, está bañada en sangre viva. Y la caña que le pusieron por burla en las manos, se convierte de tiempo en tiempo, cuando el mundo cree que puede volver a burlarse de Cristo, en un barrote de hierro. “Et reges eos in virga férrea” (Los regirá con vara de hierro).Veamos la demostración de esta verdad de fe, que la Santa Madre Iglesia nos propone a creer y venerar en la fiesta del último domingo del mes de la primavera, llamando en nuestro auxilio a la Sagrada Escritura , a la Teología y a la Filosofía, y ante todo a la Santísima Virgen Nuestra Señora con un avemaría.Los cuatro Evangelistas ponen la pregunta de Pilatos y la respuesta afirmativa de Cristo:

“— ¿Tú eres el Rey de los judíos?”

“— Yo lo soy”.

¿Qué clase de rey será éste, sin ejércitos, sin palacios, atadas las manos, impotente y humillado?, debe de haber pensado Pilatos.San Juan, en su capítulo XVIII, pone el diálogo completo con Pilatos, que responde a esta pregunta:Entró en el Pretorio, llamó a Jesús y le dijo:

“¿Tu eres el Rey de los Judíos?”

Respondió Jesús: “¿Eso lo preguntas de por ti mismo, o te lo dijeron otros?”

Respondió Pilatos “¿Acaso yo soy judío? Tu gente y los pontífices te han entregado. ¿Qué has hecho?”.

Respondió Jesús, ya satisfecho acerca del sentido de la pregunta del gobernador romano, al cual maliciosamente los judíos le habían hecho temer que Jesús era uno de tantos intrigantes, ambiciosos de poder político: “Mi reino no es de este mundo. Si de este mundo fuera mi reino, Yo tendría ejércitos, mi gente lucharía por Mí para que no cayera en manos de mis enemigos. Pero es que mi Reino no es de aquí”.

Es decir, su Reino tiene su principio en el cielo, es un Reino espiritual que no viene a derrocar al César, como Pilatos teme, ni a pelear por fuerza de armas contra los reinos vecinos, como desean los judíos.

El no dice que este Reino suyo, que han predicho los profetas, no esté en este mundo; no dice que sea un puro reino invisible de espíritus, es un reino de hombres; El dice que no proviene de este mundo, que su principio y su fin está más arriba y más abajo de las cosas inventadas por el hombre.

El profeta Daniel, resumiendo los dichos de toda una serie de profetas, dijo que después de los cuatro grandes reinos que aparecerían en el Mediterráneo, el reino de la Leona, del Oso, del Leopardo y de la Bestia Poderosa , aparecería el Reino de los Santos, que duraría para siempre. Ese es su Reino... Esa clase de reinos espirituales no los entendía Pilatos, ni le daban cuidado. Sin embargo, preguntó de nuevo, quizá irónicamente:

“—Entonces, ¿te afirmas en que eres Rey?”.

Respondió Jesús tranquilamente: “—Sí, lo soy —y añadió después mirándolo cara a cara—; yo para eso nací y para eso vine al mundo, para dar testimonio de la Verdad. Todo el que es de la Verdad oye mi voz”.

Dijo Pilatos: “— ¿Qué es la Verdad?”

Y sin esperar respuesta, salió a los judíos y les dijo: “—Yo no le veo culpa”.

Pero ellos gritaron: “—Todo el que se hace Rey, es enemigo del César. Si lo sueltas a éste, vas en contra del César”.


He aquí solemnemente afirmada por Cristo su realeza, al fin de su carrera, delante de un tribunal, a riesgo y costa de su vida; y a esto le llama El dar testimonio de la Verdad, y afirma que su Vida no tiene otro objeto que éste.Y le costó la vida, salieron con la suya los que dijeron: “No queremos a éste por Rey, no tenemos más Rey que el César”; pero en lo alto de la Cruz donde murió este Rey rechazado, había un letrero en tres lenguas, hebrea, griega y latina, que decía: “Jesús Nazareno Rey de los Judíos”; y hoy día, en todas las iglesias del mundo y en todas las lenguas conocidas, a 2.000 años de distancia de aquella afirmación formidable: “Yo soy Rey”, miles y miles de seres humanos proclaman junto con nosotros su fe en e1 Reino de Cristo y la obediencia de sus corazones a su Corazón Divino.

Por encima del clamor de la batalla en que se destrozan los humanos, en medio de la confusión y de las nubes de mentiras y engaños en que vivimos, oprimidos los corazones por las tribulaciones del mundo y las tribulaciones propias, la Iglesia Católica , imperecedero Reino de Cristo, está de pie para dar como su Divino Maestro testimonio de Verdad y para defender esa Verdad por encima de todo.

Por encima del tumulto y de la polvareda, con los ojos fijos en la Cruz, firme en su experiencia de veinte siglos, segura de su porvenir profetizado, lista para soportar la prueba y la lucha en la esperanza cierta del triunfo, la Iglesia, con su sola presencia y con su silencio mismo, está diciendo a todos los Caifás, Herodes y Pilatos del mundo que aquella palabra de su divino Fundador no ha sido vana.


En el primer libro de las Visiones de Daniel, cuenta el profeta que vio cuatro Bestias disformes y misteriosas que, saliendo del mar, se sucedían y destruían una a la otra; y después de eso vio a manera de un Hijo del Hombre que viniendo de sobre las nubes del cielo se llegaba al trono de Dios; y le presentaron a Dios, y Dios le dio el Poderío, el Honor y el Reinado, y todos los pueblos, tribus y lenguas le servirán, y su poder será poder eterno que no se quitará, y su reino no se acabará.

Entonces me llegué lleno de espanto —dice Daniel— a uno de los presentes, y le pregunté la verdad de todo eso. Y me dijo la interpretación de la figura: “Estas cuatro bestias magnas son cuatro Grandes Imperios que se levantarán en la tierra [a saber, Babilonia, Persia, Grecia y Roma, según estiman los intérpretes], y después recibirán el Reino los santos del Dios altísimo y obtendrán el reino por siglos y por siglos de siglos”.

Esta palabra misteriosa, pronunciada 500 años antes de Cristo, no fue olvidada por los judíos. Cuando Juan Bautista empieza a predicar en las riberas del Jordán: “Haced penitencia, que está cerca el Reino de Dios”, todo ese pequeño pueblo comprendido entre el Mediterráneo, el Líbano, el Tiberíades y el Sinaí resonaba con las palabras de Gran Rey, Hijo de David, Reino de Dios. Las setenta semanas de años que Daniel había predicho entre el cautiverio de Babilonia y la llegada del Salvador del Mundo, se estaban acabando; y los profetas habían precisado de antemano, en una serie de recitados enigmáticos, una gran cantidad de rasgos de su vida y su persona, desde su nacimiento en Belén hasta su ignominiosa muerte en Jerusalén.

Entonces aparece en medio de ellos ese joven doctor impetuoso, que cura enfermos y resucita muertos, a quien el Bautista reconoce y los fariseos desconocen, el cual se pone a explicar metódicamente en qué consiste el Reino de Dios, a desengañar ilusos, a reprender poderosos, a juntar discípulos, a instituir entre ellos una autoridad, a formar una pequeña e insignificante sociedad, más pequeña que un grano de mostaza, y a prometer a esa Sociedad, por medio de hermosísimas parábolas y de profecías deslumbradoras, los más inesperados privilegios: durará por todos los siglos — se difundirá par todas las naciones — abarcará todas las razas — el que entre en ella, estará salvado — el que la rechace, estará perdido — el que la combata, se estrellará contra ella — lo que ella ate en la tierra será atado en el cielo, y lo que ella desate en la tierra será desatado en el cielo.Y un día, en las puertas de Cafarnaúm, aquel Varón extraordinario, el más modesto y el más pretencioso de cuantos han vivido en este mundo, después de obtener de sus rudos discípulos el reconocimiento de que él era el “Ungido”, el “Rey”, y más aún, el mismo “Hijo Verdadero de Dios vivo”, se dirigió al discípulo que había hablado en nombre de todos y solemnemente le dijo: “Y Yo a ti te digo que tú eres Kefá, que significa piedra, y sobre esta piedra Yo levantaré mi Iglesia, y los poderes infernales no prevalecerán contra ella y te daré las llaves del Reino de los Cielos. Y Yo estaré con vosotros hasta la consumación de los siglos”.Y desde entonces, viose algo único en el mundo: esa pequeña Sociedad fue creciendo y durando, y nada ha podido vencerla, nada ha podido hundirla, nadie ha podido matarla. Mataron a su Fundador, mataron a todos sus primeros jefes, mataron a miles de sus miembros durante las diez grandes persecuciones que la esperaban al salir mismo de su cuna; y muchísimas veces dijeron que la habían matado a ella, cantaron victoria sus enemigos, las fuerzas del mal, las Puertas del Infierno, la debilidad, la pasión, la malicia humana, los poderes tiránicos, las plebes idiotizadas y tumultuantes, los entendimientos corrompidos, todo lo que en el mundo tira hacia abajo, se arrastra y se revuelca (la corrupción de la carne y la soberbia del espíritu aguijoneados por los invisibles espíritus de las tinieblas); todo ese peso de la mortalidad y la corrupción humana que obedece al Angel Caído, cantó victoria muchas veces y dijo: “Se acabó la Iglesia”.


El siglo pasado, no más, los hombres de Europa más brillantes, cuyos nombres andaban en boca de todos, decían: “Se acabó la Iglesia, murió el Catolicismo”. ¿Dónde están ellos ahora?

Y la Iglesia, durante veinte siglos, con grandes altibajos y sacudones, por cierto, como la barquilla del Pescador Pedro, pero infalible irrefragablemente, ha ido creciendo en número y extendiéndose en el mundo; y todo cuanto hay de hermoso y de grande en el mundo actual se le debe a ella; y todas las personas más decentes, útiles y preclaras que ha conocido la tierra han sido sus hijos; y cuando perdía un pueblo, conquistaba una Nación; y cuando perdía una Nación, Dios le daba un Imperio; y cuando se desgajaba de ella media Europa, Dios descubría para ella un Mundo Nuevo; y cuando sus hijos ingratos, creyéndose ricos y seguros, la repudiaban y abandonaban y la hacían llorar en su soledad y clamar inútilmente en su paciencia...; cuando decían: “Ya somos ricos y poderosos y sanos y fuertes y adultos, y no necesitamos nodriza”, entonces se oía en los aires la voz de una trompeta, y tres jinetes siniestros se abatían sobre la tierra: uno en un caballo rojo, cuyo nombre es La Guerra; otro en un caballo negro, cuyo nombre es El Hambre; otro en un caballo bayo, cuyo nombre es La Persecución Final ; y los tres no pueden ser vencidos sino por Aquel que va sobre el caballo blanco, al cual le ha sido dada la espada para que venza, y que tiene escrito en el pecho y en la orla de su vestido: “Rey de Reyes y Senor de Dominantes”.

El Mundo Moderno, que renegó la reyecía de su Rey Eterno y Señor Universal, como consecuencia directa y demostrable de ello se ve ahora empantanado en un atolladero y castigado por los tres últimos caballos del Apocalipsis; y entonces le echa la culpa a Cristo.

Acabo de oír por Radio Excelsior una poesía de un tal Alejandro Flores, aunque mediocre, bastante vistosa, llamada Oración de este Siglo a Cristo, en que expresa justamente esto: se queja de la guerra, se espanta de la crisis (racionamiento de nafta), dice que Cristo es impotente, que su “sueño de paz y de amor” ha fracasado, y le pide que vuelva de nuevo al mundo, pero no a ser crucificado.

El pobre miope no ve que Cristo está volviendo en estos momentos al mundo, pero está volviendo como Rey — ¿o qué se ha pensado él que es un Rey?—; está volviendo de Ezrah, donde pisó el lagar El solo con los vestidos salpicados de rojo, como lo pintaron los profetas, y tiene en la mano el bieldo y la segur para limpiar su heredad y para podar su viña. ¿O se ha pensado él que Jesucristo es una reina de juegos florales?

Y ésta es la respuesta a los que hoy día se escandalizan de la impotencia del Cristianismo y de la gran desolación espiritual y material que reina en la tierra. Creen que la guerra actual es una gran desobediencia a Cristo, y en consecuencia dudan de que Cristo sea realmente Rey, como dudó Pilatos, viéndole atado e impotente. Pero la guerra actual no es una gran desobediencia a Cristo: es la consecuencia de una gran desobediencia, es el castigo de una gran desobediencia y — consolémonos— es la preparación de una gran obediencia y de una gran restauración del Reino de Cristo. “Porque se me subleven una parte de mis súbditos, Yo no dejo de ser Rey mientras conserve el poder de castigarlos”, dice Cristo.


En la última parábola que San Lucas cuenta, antes de la Pasión, está prenunciado eso: “Semejante es el Reino de los cielos a un Rey que fue a hacerse cargo de un Reino que le tocaba por herencia. Y algunos de sus vasallos le mandaron embajada, diciendo: No queremos que este reine sobre nosotros. Y cuando se hizo cargo del Reino, mandó que le trajeran aquellos sublevados y les dieran muerte en su presencia”.

Eso contó Nuestro Señor Jesucristo hablando de si mismo; y cuando lo contó, no se parecía mucho a esos cristos melosos, de melena rubia, de sonrisita triste y de ojos acaramelados que algunos pintan. Es un Rey de paz, es un Rey de amor, de verdad, de mansedumbre, de dulzura para los que le quieren; pero es Rey verdadero para todos, aunque no le quieran, ¡y tanto peor para el que no le quiera!Los hombres y los pueblos podrán rechazar la llamada amorosa del Corazón de Cristo y escupir contra el cielo; pero no pueden cambiar la naturaleza de las cosas. El hombre es un ser dependiente, y si no depende de quien debe, dependerá de quien no debe; si no quiere por dueño a Cristo, tendrá el demonio por dueño. “No podéis servir a Dios y a las riquezas”, dijo Cristo, y el mundo moderno es el ejemplo lamentable: no quiso reconocer a Dios como dueño, y cayó bajo el dominio de Plutón, el demonio de las riquezas.


En su encíclica Quadragesimo Anno, el Papa Pío XI describe de este modo la condición del mundo de hoy, desde que el Protestantismo y el Liberalismo lo alejaron del regazo materno de la Iglesia, y decidme vosotros si el retrato es exagerado: “La libre concurrencia se destruyó a sí misma; al libre cambio ha sucedido una dictadura económica. El hambre y sed de lucro ha suscitado una desenfrenada ambición de dominar. Toda la vida económica se ha vuelto horriblemente dura, implacable, cruel. Injusticia y miseria. De una parte, una inmensa cantidad de proletarios; de otra, un pequeño número de ricos provistos de inmensos recursos, lo cual prueba con evidencia que las riquezas creadas en tanta copia por el industrialismo moderno no se hallan bien repartidas”.

El mismo Carlos Marx, patriarca del socialismo moderno, pone el principio del moderno capitalismo en el Renacimiento, es decir, cuando comienza el gran movimiento de desobediencia a la Iglesia; y añora el judío ateo los tiempos de la Edad Media , en que el artesano era dueño de sus medios de producción, en que los gremios amparaban al obrero, en que el comercio tenía por objeto el cambio y la distribución de los productos y no el lucro y el dividendo, y en que no estaba aún esclavizado al dinero para darle una fecundidad monstruosa. Añora aquel tiempo, que si no fue un Paraíso Terrenal, por lo menos no fue una Babel como ahora, porque los hombres no habían recusado la Reyecía de Jesucristo.Los males que hoy sufrimos, tienen, pues, raíz vieja; pero consolémonos, porque ya está cerca el jardinero con el hacha. Estamos al fin de un proceso morboso que ha durado cuatro siglos.Vosotros sabéis que en el llamado Renacimiento había un veneno de paganismo, sensualismo y descreimiento que se desparramó por toda Europa, próspera entonces y cargada de bienestar como un cuerpo pletórico. Ese veneno fue el fermento del Protestantismo; “rebelión de los ricos contra los pobres”, como lo llamó Belloc, que rompió la unidad de la Iglesia, negó el Reino Visible de Cristo, dijo que Cristo fue un predicador y un moralista, y no un Rey; sometió la religión a los poderes civiles y arrebató a la obediencia del Sumo Pontífice casi la mitad de Europa. Las naciones católicas se replegaron sobre sí mismas en el movimiento que se llamó Contrarreforma, y se ocuparon en evangelizar el Nuevo Mundo, mientras los poderes protestantes inventaban el Puritanismo, el Capitalismo y el Imperialismo.Entonces empezó a invadir las naciones católicas una a modo de niebla ponzoñosa proveniente de los protestantes, que al fin cuajó en lo que llamamos Liberalismo, el cual a su vez engendró por un lado el Modernismo y por otro el Comunismo.

Entonces fue cuando sonó en el cielo la trompeta de la cólera divina, que nadie dejó de oír; y el Hombre Moderno, que había caído en cinco idolatrías y cinco desobediencias, está siendo probado y purificado ahora por Cinco castigos y cinco penitencias:

Idolatría de la Ciencia, con la cual quiso hacer otra torre de Babel que llegase hasta el cielo; y la ciencia está en estos momentos toda ocupada en construir aviones, bombas y cañones para voltear casas y ciudades y fábricas;

Idolatría de la Libertad, con la cual quiso hacer de cada hombre un pequeño y caprichoso caudillejo; y éste es el momento en que el mundo está lleno de despotismo y los pueblos mismos piden puños fuertes para salir de la confusión que creó esa libertad demente;

Idolatría del Progreso, con el cual creyeron que harían en poco tiempo otro Paraíso Terrenal; y he aquí que el Progreso es el Becerro de Oro que sume a los hombres en la miseria, en la esclavitud, en el odio, en la mentira, en la muerte;

Idolatría de la Carne, a la cual se le pidió el cielo y las delicias del Edén; y la carne del hombre desvestida, exhibida, mimada y adorada, está siendo destrozada, desgarrada y amontonada como estiércol en los campos de batalla;

Idolatría del Placer, con el cual se quiere hacer del mundo un perpetuo Carnaval y convertir a los hombres en chiquilines agitados e irresponsables; y el placer ha creado un mundo de enfermedades, dolencias y torturas que hacen desesperar a todas las facultadas de medicina.


Esto decía no hace mucho tiempo un gran obispo de Italia, el arzobispo de Cremona, a sus fieles.¿Y nuestro país? ¿Está libre de contagio? ¿Está puro de mancha? ¿Está limpio de pecado? Hay muchos que parecen creerlo así, y viven de una manera enteramente inconsciente, pagana, incristiana, multiplicando los errores, los escándalos, las iniquidades, las injusticias. Es un país tan ancho, tan rico, tan generoso, que aquí no puede pasar nada; queremos estar en paz con todos, vender nuestras cosechas y ganar plata; tenemos gobernantes tan sabios, tan rectos y tan responsables; somos tan democráticos, subimos al gobierno solamente a aquel que lo merece; tenemos escuelas tan lindas; tenemos leyes tan liberales; hay libertad para todo; no hay pena de muerte; si un hombre agarra una criaturita en la calle, la viola, la mata y después la quema, ¡qué se va a hacer, paciencia!; tenemos la prensa más grande del mundo: por diez centavos nos dan doce sábanas de papel llenas de informaciones y de noticias; tenemos la educación artística del pueblo hecha por medio del cine y de la radiotelefonía; ¡qué pueblo más bien educado va a ir saliendo, un pueblo artístico! ¡Qué país, mi amigo, qué país más macanudo!— ¿Y reina Cristo en este país? — ¿Y cómo no va a reinar? Somos buenos todos. Y si no reina, ¿qué quiere que le hagamos?

Tengo miedo de los grandes castigos colectivos que amenazan nuestros crímenes colectivos. Este país está dormido, y no veo quién lo despierte. Este país está engañado, y no veo quién lo desengañe. Este país está postrado, y no se ve quién va a levantarlo.Pero este país todavía no ha renegado de Cristo; y sabemos por tanto que hay alguien capaz de levantarlo.

Preparémonos a su Venida y apresuremos su Venida. Podemos ser soldados de un gran Rey; nuestras pobres efímeras vidas pueden unirse a algo grande, algo triunfal, algo absoluto.Arranquemos de ellas el egoísmo, la molicie, la mezquindad de nuestros pequeños caprichos, ambiciones y fines particulares.

El que pueda hacer caridad, que se sacrifique por su prójimo, o solo, o en su parroquia, o en las Sociedades Vicentinas...


El que pueda hacer apostolado, que ayude a Nuestro Cristo Rey en la Acción Católica o en las Congregaciones…El que pueda enseñar, que enseñe…Y el que pueda quebrantar la iniquidad, que la golpee y que la persiga, aunque sea con riesgo de la vida.Y para eso, purifiquemos cada uno de faltas y de errores nuestra vida. Acudamos a la Inmaculada Madre de Dios, Reina de los Ángeles y de los hombres, para que se digne elegirnos para militar con Cristo, no solamente ofreciendo todas nuestras personas al trabajo, como decía el capitán Ignacio de Loyola, sino también para distinguirnos y señalarnos en esa misma campaña del Reino de Dios contra las fuerzas del Mal, campaña que es el eje de la historia del mundo, sabiendo que nuestro Rey es invencible, que su Reino no tendrá fin, que su triunfo y Venida no está lejos y que su recompensa supera todas las vanidades de este mundo, y más todavía, todo cuanto el ojo vio, el oído oyó y la mente humana pudo soñar de hermoso y de glorioso.

Leonardo Castellani, de su obra “Cristo, ¿vuelve o no vuelve?”.

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Promoción 113 - Oficiales Superiores

Queridos Compañeros:

Muchos seguramente no me recuerdan, a algunos del Cuerpo Profesional no conozco, no obstante quise compartir estas líneas con todos. En primer lugar quiero rendir homenaje a todos aquellos que han permanecido en la Fuerza a lo largo de muchos de estos años, han demostrado una vocación a toda prueba y un profundo amor a la Patria. Por mi parte no tuve ese valor y por motivos poco altruistas aunque legítimos, no me alcanzaba el sueldo para mi proyecto de familia, me alejé en el año 93 luego de 20 años de haber estado en la fuerza desde que ingresé al LMGSM. Hoy he logrado abrirme paso en la vida civil, siendo mi mayor capital el estar por cumplir 24 años de casado y ser padre de 10 hijos.

Mi inquietud de escribirles es porque próximamente muchos de ustedes ascenderán a Coronel y pasar a ser OFICIALES SUPERIORES del Ejército Argentino. Seguramente también en pocos años algunos llegarán a lucir galas de General. Felicito de antemano a todos aquellos que sean investidos con estos honores que seguramente merecerán luego de tantos años de trabajo profesional.

Quiero pedirles a los futuros Oficiales Superiores que nos devuelvan a los ciudadanos Argentinos un Ejército digno, que además de estar"preparado, equipado e instruido" para cumplir su misión, vuelva a tener ese espíritu de honorabilidad, camaradería, amor a Dios y a la Patria que nos inculcaron en el Colegio Militar. Pido todo esto porque estoy convencido que en los últimos años,quienes comandaron el Ejército han traicionado estos valores, se han vendido por menos de 7 monedas de plata a quienes no solo eran los enemigos de la Patria en los años 70 sino que siguen siéndolo. Han permitido que pasen al olvido sus camaradas muertos heroicamente en combate y los familiares de los mismos vilmente asesinados por Montoneros y Erpianos.

El silencio cómplice para ascender o permanecer en al cargo ha sido la constante de estos últimos tiempos, mientras camaradas apenas unos años más antiguos que nosotros y que en los 70 eran oficiales subalternos que cumplían órdenes, están presos y estigmatizados socialmente junto a sus familias, abandonados totalmente a su suerte por quienes en muchos casos solo por accidente de destino no estuvieron en sus mismas funciones.

No reivindico la "guerra sucia" nada puede justificar crímenes de guerra cometidos por delincuentes disfrazados de soldado que robaron niños, violaron o mataron a sangre fría. Esa gente debió estar siempre presa. Pero paralelamente honro a todos aquellos auténticos Soldados que combatieron justamente a la subversión apátrida, a los que cumplieron legítimamente órdenes, a los que ofrendaron su vida, a los mutilados, a los que sobrevivieron y a las familias de estos que por las características de este tipo de combate se vieron involucradas en primera línea. Reivindiquemos también a quienes combatieron en Malvinas sin permitir que nuestra sociedad olvide que esas islas son nuestras, que muchos murieron por ellas y que alguna vez deberemos recuperarlas como dirían los chilenos "por la razón o por la fuerza".

Nuestros enemigos de entonces, muchos de ellos en posiciones de gobierno actual, nos han dado el ejemplo de reivindicar a sus muertos, a sus combatientes terroristas y se muestran orgullosos de haberse batido. Nosotros en cambio hemos bajado la cabeza y sentimos verguenza de haber vencido con un alto costo de sangre de militares, policías y civiles, al terror que ellos impusieron sin distinción de períodos democráticos o de facto.

Pronto les tocará a ustedes estar en los zapatos de quienes MANDAN en el Ejército. Les pido que tengan el valor de recordar públicamente y de honrar a los excombatientes de la guerra contra la subversión. Les pido que tengan el valor de restaurar los valores que son indispensables para que un soldado esté dispuesto a morir en combate; la Fe en Dios y el amor a la Patria.Que reviertan la transformación de los oficiales en simples "técnicos del como" y la de todos los integrantes de la fuerza en un "empleado público más".

Como ya les dije antes, yo me fui. Solo en mi carácter de un ciudadano común que ha tenido la suerte de ser formado como soldado con valores trascendentes por Oficiales y Cadetes superiores me atrevo a hacerles este pedido en la seguridad de que la Promoción113, egresada en guerra, no pasará desapercibida a los ojos de la historia.

Con afecto.

Máximo de Sautu Riestra

Colaboración de la Sra. Marta Domínguez Matheu

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martes, 28 de octubre de 2008

Católicos en el espacio público

Algunas veces los políticos católicos erradamente piden abandonar su fe por causa de su obligación a respetar a aquellos de diferente opinión, o para honrar alguna obligación inherente a sus funciones.

Entrevista a Mons. Thomas J. Olmsted

• ¿Cómo definiría una persona laica?
Cuando el Papa Juan Pablo II escribió su obra maestra sobre la vida y misión del laicado la tituló “Christifidelis Laici,” los fieles laicos de Cristo. Con este título dejaba claro que la fidelidad amorosa a Cristo es la clave para dar fruto en el Reino de Dios. Esta es una verdad que se aplica a todo cristiano en la Iglesia, no solamente a los laicos. Jesús dijo (Jn 15,5), “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. Todo aquel que permanece en mí y yo en él dará mucho fruto, porque sin mí nada podréis hacer”.
Laico es todo fiel católico que no haya recibido el Sacramento del Orden y no pertenezca a cualquier estado religioso aprobado por la Iglesia. A través del Bautismo, el laico es incorporado a Cristo y queda integrado en el Pueblo de Dios. El laico juega un importante papel en la vida y la misión de la Iglesia. (cf Lumen Gentium, #31).

• ¿Cuál es la diferencia entre el laico y el clero en la Iglesia Católica?
El clero recibe un carisma especial del Espíritu Santo a través del Sacramento del Orden Sacerdotal. Como tales, diáconos, presbíteros y obispos “ e xpresan y llevan a cabo una participación en el sacerdocio de Jesucristo que es distinta, non sólo por grado sino por esencia, de la participación otorgada con el Bautismo y con la Confirmación a todos los fieles” (Christifideles Laici, #22)
Los laicos, por su parte, se encargan primariamente de asuntos temporales y como tales tienen una especie de “carácter secular”. El laico debe también involucrarse en asuntos ligados al ministerio pastoral, pero solo en cuestiones que no requieran la gracia propia del Orden Sacerdotal.

• ¿Cuál es el papel del laico en la Iglesia Católica?
El Papel del laico es de manera especial el de “ buscar el reino de Dios tratando y ordenando, según Dios, los asuntos temporales”. (Lumen Gentium, #31) Como tales, los laicos, hombres y mujeres, se encuentran en una situación única para llevar su fe a todas las realidades de la sociedad.
Debe recordarse sin embargo, que por estar ligados a los asuntos temporales, cada quien a su manera, ellos participan en la misión sacerdotal, profética y real de la Iglesia, en virtud de su Bautismo y Confirmación.

• ¿Cómo realizan los laicos católicos su llamado a la santidad?
Todo católico recibe de Dios la vocación a la santidad, enraizada en el Bautismo. A fin de responder a este llamado, los laicos, hombres y mujeres, están llamados al “ seguimiento y la imitación de Jesucristo, en la recepción de sus Bienaventuranzas, en el escuchar y meditar la Palabra de Dios, en la participación consciente y activa en la vida litúrgica y sacramental de la Iglesia, en la oración individual, familiar y comunitaria, en el hambre y sed de justicia, en el llevar a la práctica el mandamiento del amor en todas las circunstancias de la vida y en el servicio a los hermanos, especialmente si se trata de los más pequeños, de los pobres y de los que sufren ”. (Christifideles Laici, #16)

• ¿Cuáles son las responsabilidades principales de los católicos consigo mismos?

Los católicos tienen la responsabilidad de aceptar la invitación de Cristo, “Ven y sígueme”. Necesitan someterse amorosamente mientras Él los conduce por caminos de conversión, comunión y solidaridad (cf. Eclesial in America). Igualmente, necesitan formarse a sí mismos en las enseñanzas de la Iglesia para participar activamente en su vida sacramental, y para vivir en coherencia con su fe en Dios. Esta responsabilidad existe para todos los católicos en todos los estados de vida.
Por lo tanto, los católicos deben recordar siempre lo que significa “ la conciencia de ser miembros de la Iglesia de Jesucristo, partícipes de su misterio de comunión y de su energía apostólica y misionera ”. (Christifideles Laici, #64)

• ¿Cuáles son las principales responsabilidades de los católicos hacia sus familias?
El Matrimonio es el fundamento de la familia. La familia, por su parte, es la célula fundamental de la sociedad. Las responsabilidades del matrimonio y de la familia son por lo tanto, de tremenda importancia, no solo para la Iglesia sino para toda la sociedad.
Las responsabilidades de los hombres y mujeres católicas hacia sus familias no serán nunca suficientemente destacadas “El compromiso apostólico de los fieles laicos con la familia es ante todo el de convencer a la misma familia de su identidad de primer núcleo social de base y de su original papel en la sociedad, para que se convierta cada vez más en protagonista activa y responsable del propio crecimiento y de la propia participación en la vida social ”. (Christifideles Laici, #40)

• ¿Cuáles son las responsabilidades de los laicos católicos en la vida pública?
Por el Bautismo, el laico esta llamado a la santidad de vida (es decir, a vivir su fe en Dios en la vida cotidiana). Sus responsabilidades no significan por lo tanto un asunto meramente de piedad personal o devoción, sino que van dirigidas hacia la evangelización de todos y cada uno de los aspectos de la vida.
El laico en la vida pública, tiene la particular responsabilidad de vivir su vocación en vistas a su privilegiado y único impacto en la sociedad. Aquellos que están dedicados al noble arte de la política, por ejemplo, frecuentemente se encuentran en posibilidad de influir las normas sociales en asuntos de real significación, al aprobar o rechazar diversas propuestas legislativas.
Del mismo modo, hay otros en el espacio público, que si bien no sirven en calidad de funcionarios electos, están, no obstante, en situación y capacidad de ir dando forma a la sociedad y a la cultura. Para estas personas, y especialmente para aquellos relacionados con cualquier tipo de medio de comunicación, parte significativa de sus responsabilidades debería ser el vivir su fe promoviendo el bien común en la sociedad.

• ¿Cómo manifiestan los católicos su propia identidad en la vida pública?
Los católicos deben ser siempre respetuosos de la dignidad humana de los demás, incluyendo a las personas de diferente credo, o sin credo alguno. Habiendo dejado esto claro, sin embargo, los católicos no deben temer abrazar su propia identidad ni practicar su fe en la vida pública. De hecho, todo fiel recibe un llamado a evangelizar y compartir la buena nueva de Cristo con el resto del mundo.

• ¿Cuál es la diferencia que deben marcar los católicos en la vida pública?
Hay multitud de maneras a través de las cuales los católicos pueden servir a la Iglesia a través de su aporte en la vida pública. Según cada circunstancia, los católicos están especialmente llamados a contribuir al bien común, a defender la dignidad de todo ser humano, y a vivir como fieles ciudadanos.
En este sentido, el resultado final de lo que suceda está siempre en manos de Dios. El hecho es importante recordarlo cuando un católico se encuentra en una posición de clara minoría e imposibilitado de llevar a cabo el resultado deseable. Es en estas aparentemente desesperanzadoras circunstancias, en las que los católicos ofrecen un testimonio de fidelidad en la vida pública, que Dios frecuentemente utiliza para tocar los corazones y mentes de manera no siempre visible a simple vista.
Es bueno recordar las palabras del Papa Benedicto XVI (Deus Charitas est #35) “ A veces, el exceso de necesidades y lo limitado de sus propias actuaciones le harán sentir la tentación del desaliento. Pero, precisamente entonces, le aliviará saber que, en definitiva, él no es más que un instrumento en manos del Señor; se liberará así de la presunción de tener que mejorar el mundo —algo siempre necesario— en primera persona y por sí solo. Hará con humildad lo que le es posible y, con humildad, confiará el resto al Señor”.

• ¿Cómo se debe entender la separación entre Iglesia y estado?
La separación de Iglesia y Estado es frecuentemente utilizada como excusa para acallar a las personas de fe y desanimarlas a participar legítimamente en el espacio público. La primera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, ciertamente no defiende de modo alguno la separación entre Iglesia y Estado, mas bien defiende la protección de la libertad religiosa de sus ciudadanos. La Constitución tiene como objetivo el permitir a toda persona tener voz en el gobierno, incluyendo a aquellos cuya voz es distintivamente religiosa.
En otras palabras, no existe nada en la Constitución que impida a la persona manifestar su fe en el espacio público.

• ¿Deberían manifestar los católicos la Doctrina de la Iglesia en el espacio público?
Hay ocasiones en las que la intervención de la Iglesia en cuestiones sociales es necesaria. Tal como enseña el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica (#510), La Iglesia interviene emitiendo un juicio moral en materia económica y social, cuando lo exigen los derechos fundamentales de la persona, el bien común o la salvación de las almas”.
En tanto que los Católicos están llamados a manifestar su fe y visión religiosa en el espacio público, están también llamados a respetar la libertad religiosa y civil de todos los pueblos. De hecho, la Iglesia siente profundo respeto hacia los gobiernos seculares que asumen esta protección a personas de cualquier credo, lo mismo que a aquellos sin fe religiosa alguna.
En realidad, la Iglesia no impone su doctrina a los demás en el espacio público. Por ejemplo, no existe cualquier tipo de esfuerzo por parte de la Iglesia para obligar al público a asistir a la misa dominical ni a la recepción de los sacramentos. Sin embargo, la Iglesia experimenta una legítima preocupación respecto a los muchos asuntos de importancia social y coloca su punto de vista a fin de proponer soluciones significativas que promuevan el bien común.

• ¿Cómo responde Ud. a las afirmaciones de que los católicos no deben imponer su punto de vista religioso sobre los demás?
Algunos católicos y otros creyentes se han visto atemorizados hasta el silencio y hasta confundidos por acusaciones de que están imponiendo su moralidad a los demás. Se argumenta que la fe de una persona no debe tener impacto alguno sobre su vida pública.. Esto conlleva al infame síndrome del “Soy católico pero…”! Ciertamente, si la fe personal no impacta en la totalidad de la propia vida, incluyendo las responsabilidades políticas y sociales personales, entonces no se puede hablar de una fe auténtica; sería una impostura, una falsificación.
Una sociedad democrática necesita la participación activa de todos sus ciudadanos, incluyendo al pueblo creyente. El pueblo creyente, el pueblo de fe, se conecta con la realidad en base a aquello en lo que cree, tal como los ateos abrazan asuntos en base a lo que tienen como preciado: luchan por aquello que creen correcto y se oponen a lo que consideran equivocado. Esto no es una imposición sobre la moralidad del otro. Se trata de actuar con integridad. Mas aún, las personas de fe genuina fortalecen todo el tejido moral de un país. El compromiso activo de los católicos en los procesos democráticos es bueno para la sociedad y para su ciudadanía responsable.

• ¿ Los católicos deberían tomar en cuenta su propia fe al momento de votar?
Si se supone que los católicos deben vivir su fe en todas las actividades cotidianas de su vida, es lógico que también lleven en cuenta esa misma fe en el momento de votar. Como se percibe en la enseñanza del Vaticano II, “r ecuerden, por tanto, todos los ciudadanos el derecho y al mismo tiempo el deber que tienen de votar con libertad para promover el bien común ”. ( Gaudium et Spes , #75)
Al prepararse para votar, los católicos necesitan comprender su fe de modo que sus conciencias estén propiamente formadas. Además de esta formación, es importante investigar todos los asuntos importantes y los candidatos que se presentan a la elección. Solo luego de suficiente preparación y oración, es que el católico está plenamente hábil para ejercitar sus responsabilidades como buen ciudadano y emitir un voto significativo.

• ¿Pueden los católicos estar honestamente en desacuerdo en asuntos de política, sociales o culturales?
En el año 2003, La Congregación para la Doctrina de la Fe, publicó un documento titulado " Nota doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida política " que señala la existencia de asuntos políticos en los cuales los Católicos pueden estar en desacuerdo. Hay, sin duda, asuntos sobre los cuales los católicos pueden legítimamente discordar, como los mejores métodos para alcanzar una reforma del bienestar o el referido a la inmigración ilegal.
Sin embargo, hay otro tipo de asuntos que son intrínsecamente malos y nunca podrán ser legítimamente apoyados. Por ejemplo, los católicos nunca deberán promover legítimamente o votar a favor de ley alguna que ataque vidas humanas inocentes.

• ¿Qué significa que los católicos deben seguir su conciencia al tomar una decisión moral?
Antes de seguir nuestra conciencia, debemos formarla de acuerdo con la voz de Dios. Nuestra conciencia no es el origen de la verdad. La Verdad se encuentra fuera de nosotros; existe independientemente de nosotros y debe ser descubierta a través del constante esfuerzo de la mente y el corazón. No es una tarea fácil para quienes sufrimos los efectos y consecuencias del pecado original, por lo que debemos enfrentarnos siempre a las tentaciones continuas del demonio. La conciencia recibe la verdad revelada por Dios y discierne como aplicarla a las circunstancias concretas.
El Catecismo de la Iglesia Católica enseña (#1783) “ Hay que formar la conciencia, y esclarecer el juicio moral. Una conciencia bien formada es recta y veraz. Formula sus juicios según la razón, conforme al bien verdadero querido por la sabiduría del Creador. La educación de la conciencia es indispensable a seres humanos sometidos a influencias negativas y tentados por el pecado a preferir su propio juicio y a rechazar las enseñanzas autorizadas”.
Como vemos, formar bien la propia conciencia y seguirla con integridad no es tarea fácil, puesto que la conciencia personal no puede inventar lo que es cierto y lo que es bueno. Los debe buscar más allá de sí misma. Al actuar correctamente, descubrimos la verdad por gracia del Espíritu Santo y la ayuda de la Palabra de Dios que se nos alcanza por intermedio de la Iglesia. Por ello, cuando sometemos nuestra conciencia a esta verdad objetiva, actuamos de manera correcta y crecemos hacia la madurez en Cristo.

• ¿Es obligatorio para los católicos seguir lo que el Papa o los obispos afirman en asuntos políticos?
Por el hecho de ser los líderes de la Iglesia, es siempre importante respetar las afirmaciones de la jerarquía de la Iglesia. El papel que cabe al Papa y a los Obispos es el de enseñar con claridad en lo que atañe a asuntos de fe y costumbres, incluyendo aquellos que tienen que ver con asuntos políticos.
Existen algunos asuntos, sin embargo, en los cuales puede un católico discordar con la jerarquía de la Iglesia. En algunos casos, por ejemplo, un católico puede estar de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia, pero llegar a un juicio prudente diferente en cuanto a su aplicación.
Ejemplos de este tipo pueden incluir una instancia en la que alguien concuerda con las enseñanzas de la Iglesia sobre la “guerra justa” o la “pena de muerte” pero llega a conclusión diferente sobre si los hechos de la situación constituyen una “guerra justa” o a la “rara” circunstancias en que la pena de muerte pueda ser usada de acuerdo a las enseñanzas de la Iglesia.
Debe ser enfatizado, sin embargo, que a pesar de estos ejemplos, existen otros temas como el aborto o la eutanasia, que son siempre moralmente malos y no permiten cualquier tipo de juicio prudente que los justifique. En estos asuntos nunca será apropiado para cualquier católico, situarse en el lado opuesto al de la enseñanza de la Iglesia.

• ¿Todos las cuestiones políticas y sociales son iguales cuando de escoger un candidato político se trata?
¡Absolutamente no! La Iglesia Católica está activamente insertada en una amplia variedad de asuntos de política pública de importancia, incluyendo inmigración, educación, vivienda, salud y bienestar, por nombrar algunos cuantos. En cada uno de ellos debemos hacer lo máximo a nuestro alcance por estar informados y por apoyar las soluciones propuestas que nos parezcan las más adecuadas y eficaces. Sin embargo, si se trata de ataques directos a la vida humana inocente, ni siquiera el hecho de estar correctos en todos los otros temas, justificaría una elección errada en este gravísimo asunto.
Según escribió el Papa Juan Pablo II, “ se ha hecho habitual hablar, y con razón, sobre los derechos humanos; como por ejemplo sobre el derecho a la salud, a la casa, al trabajo, a la familia y a la cultura. De todos modos, esa preocupación resulta falsa e ilusoria si no se defiende con la máxima determinación el derecho a la vida como el derecho primero y fontal, condición de todos los otros derechos de la persona”. ( Christifideles Laici, #38)

• ¿Existen algunos temas “no negociables” para los católicos insertos en política?
Hay varios temas que son “no negociables” para los católicos insertos en la vida política, pues envuelven asuntos intrínsecamente malos. En un discurso a los políticos europeos el 30 de marzo de 2006, el Papa Benedicto XVI afirmó: “Por lo que atañe a la Iglesia católica, lo que pretende principalmente con sus intervenciones en el ámbito público es la defensa y promoción de la dignidad de la persona; por eso, presta conscientemente una atención particular a principios que no son negociables. Entre estos, hoy pueden destacarse los siguientes:
• Protección de la vida en todas sus etapas, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural;
• reconocimiento y promoción de la estructura natural de la familia, como unión entre un hombre y una mujer basada en el matrimonio, y su defensa contra los intentos de equipararla jurídicamente a formas radicalmente diferentes de unión que, en realidad, la dañan y contribuyen a su desestabilización, oscureciendo su carácter particular y su irreemplazable papel social;
• Protección del derecho de los padres a educar a sus hijos.
Los temas mencionados por el Papa Benedicto son todos “no negociables” y son algunos de los mas contemporáneos en la arena política. Debo notar, sin embargo, que otros temas, aún cuando no sean intrínsecamente malos, merecen ser considerados con mucha oración, temas como la guerra justa y la pena de muerte, asuntos relativos a la pobreza y otros relacionados a la inmigración ilegal.

• ¿Cuáles son las causas que pueden dejar a los católicos fuera de la Santa Comunión?
Nadie que sea conciente de haber cometido un pecado grave debe recibir la Santa Comunión. Porque la eucaristía es el verdadero Cuerpo y Sangre de Jesucristo, nuestro don más precioso en la Iglesia. Y como nos advierte San Pablo (I Cor 11,27-29): “Todo aquel que come o bebe del cáliz del Señor de manera indigna, será reo del Cuerpo y Sangre del Señor. Examínese pues, cada cual, y coma así el pan y beba de la copa. Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo”.
Todos los católicos deben examinar sus conciencias, y abstenerse de recibir la Santa Comunión si no se encuentran viviendo en estado de gracia. Un político católico que al momento de hacerlo, sea abiertamente “pro-aborto” o abortista y persiste obstinadamente en contradicción a nuestra fe, se convierte en fuente de escándalo. En estos y otros caos similares, las medidas mas allá de la persuasión moral, necesitan ser asumidas por aquellos que ejercen el liderazgo en la Iglesia. Como afirma el Señor en el libro del Levítico 19,16) “no permanezcas ocioso cuando la vida de tu vecino esté en peligro”.
Si un político apoya activamente y promueve la expansión de la cultura de muerte, no solo está causando escándalo; está pecando. De manera similar, cuando un político realiza actos (como el de votar) por liberar el aborto o promueve el aborto, o manda la distribución de anticonceptivos por parte de las farmacias y otros, ese político está cooperando materialmente con el pecado grave. Cuando esto ocurre, el político tal no puede recibir la comunión sin acudir previamente al Sacramento de la Reconciliación y hacer una buena confesión. Una buena confesión requiere del dolor por tal pecado y un firme propósito de enmienda. Siendo que el daño hecho sería de naturaleza pública, la enmienda deberá también serlo.

• ¿Por qué la Iglesia coloca metas tan altas a los católicos?
Las altas metas a las que los católicos (y todos los cristianos) están llamados vienen de Cristo. Las encontramos en las Sagradas Escrituras. Por ejemplo, cuando Jesús dice (Jn 14,15) “ Si me amáis, guardaréis mis mandamientos ”. También al señalar (Mc 8, 34-36) “ Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo tome su cruz, y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues, ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida?”
Encontramos también en las Escrituras exhortaciones como aquellas de San Pablo a Timoteo en las que escribe (I Tim 4,2-5) “Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá un tiempo en el que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que arrastrados por sus propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades; apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas. Tú, en cambio, pórtate en todo con prudencia, soporta los sufrimientos, realiza la función de evangelizador, desempeña a la perfección tu ministerio”.
Existen casos en los que los católicos en la vida pública sirven con gran valentía y distinción. Miden las cosas según las altas metas establecidas por Cristo. Hay lamentablemente otros, que obstinadamente persisten manifiestamente en pecado grave, en los que el riesgo de escándalo es inmenso. En asuntos como el aborto, por ejemplo, se trata del asesinato de una vida totalmente inocente, y son por lo tanto malas nuevas tanto para los bebés no nacidos como para sus madres. Es un error horroroso. Es algo intrínsecamente malo.
Tenemos seria obligación de proteger la vida humana, y especialmente las vidas de los mas inocentes y vulnerables entre nosotros. Quien se omita de hacerlo, cuando por el contrario está en condición de protegerla, comete serio pecado de omisión. Colocan en peligro su propio bienestar espiritual y se tornan en fuente de escándalo para los demás. Si en caso fuesen católicos, no deberían recibir la Santa Comunión.

• ¿Los católicos pueden pertenecer o expresar apoyo a los diferentes partidos políticos?
La Iglesia nunca toma partido ni endosa candidatos políticos. Sin embargo, la Iglesia alienta a los laicos a integrar partidos políticos con el objetivo de dedicarse a promover el bien común.
En este sentido, la educación política y civil se recomienda como muy necesaria para que todos los ciudadanos sean capaces de hacer su parte en asuntos políticos. (cf. Gaudium et Spes, #75)

• Los obispos y sacerdotes ¿tienen el derecho de intervenir en asuntos políticos, sociales o culturales?
Los Obispos y Sacerdotes no deben participar en la administración pública del gobierno. Sin embargo, poseen el derecho, y en algunos casos la obligación, de manifestarse en asuntos políticos, sociales o culturales que impacten contra la Iglesia o el bien común.
En su Encíclica Deus Caritas Est (#28), el Papa Benedicto XVI afirma: “ no es tarea de la Iglesia el que ella misma haga valer políticamente esta doctrina: quiere servir a la formación de las conciencias en la política y contribuir a que crezca la percepción de las verdaderas exigencias de la justicia y, al mismo tiempo, la disponibilidad para actuar conforme a ella, aun cuando esto estuviera en contraste con situaciones de intereses personales ”.
El Santo Padre continua (ibid): “ La Iglesia no puede ni debe emprender por cuenta propia la empresa política de realizar la sociedad más justa posible. No puede ni debe sustituir al Estado. Pero tampoco puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia. Debe insertarse en ella a través de la argumentación racional y debe despertar las fuerzas espirituales, sin las cuales la justicia, que siempre exige también renuncias, no puede afirmarse ni prosperar”.

• Si los Obispos y Sacerdotes pueden intervenir en asuntos públicos, ¿cuál es la diferencia entre el clero y el laicado en asuntos de política pública?
Mientras que los Obispos y los Sacerdotes pueden manifestarse apropiadamente sobre asuntos importantes, el laicado puede intervenir en un grado muchísimo mayor. A diferencia de los miembros del clero, el laicado, de hecho, está llamado a desempeñar un papel en todas las áreas que envuelve la política, incluyendo política de partido y la administración gubernamental.
Los miembros del laicado no presentan en general restricciones para asumir oficios elegibles o para encargarse de asuntos de estado, mientras que los miembros del clero están generalmente prohibidos de asumir tales cargos y posiciones.

• ¿Qué pueden hacer los católicos para fomentar la justicia en la sociedad?
Es mucho lo que pueden hacer los católicos para incentivar la justicia social. Parte significativa del incentivar la justicia es el preocuparse por la dignidad humana de toda persona – especialmente los pobres, marginados o vulnerables. Una preocupación por la justicia debe tener en mente siempre el perdón y la misericordia de Cristo.
La Promoción de la justicia se puede encontrar en muchas agencias de la Iglesia, incluyendo aquellas que sirven a los sin hogar, inmigrantes, prisioneros, discapacitados y los ancianos, por nombrar algunos cuantos. Los católicos deben preocuparse siempre por la justicia y sentirse alentados a promoverla no solo en el espacio público, sino en esfuerzos voluntarios en sus vidas cotidianas.

• ¿Cómo pueden contribuir los católicos con una “cultura de vida”?
Los católicos pueden contribuir con una “cultura de vida” de la misma manera que pueden hacerlo promoviendo la justicia, la paz y la dignidad humana. Hay una inmensa cantidad de oportunidades de voluntariado para ayudar en centros para embarazadas en crisis, hospicios, asilos de ancianos y muchas otras instituciones afines.
Además, los católicos están llamados a defender y trabajar por una “cultura de vida” convirtiéndola en un asunto de constante importancia en el debate político y en el espacio público.
Finalmente, la oración es el medio primordial para promover e incentivar una “cultura de vida”. Así como la oración personal diaria es siempre importante, el reunirse en oración pública puede dar un conmovedor testimonio al resto de la sociedad.

• ¿Qué medios deben emplear los católicos para manifestar sus convicciones sobre asuntos del espacio público?
Hay diversos medios que los católicos pueden emplear legítimamente para manifestar sus convicciones respecto a asuntos del espacio público. Aquellos católicos elegidos como funcionarios, por ejemplo, están en una situación privilegiada para manifestar su oposición en asuntos de política pública que sean intrínsecamente malos.
Debido a la democracia que vivimos, aún aquellos que no están insertos directamente en la vida política, tienen oportunidad y responsabilidad de expresar sus opiniones sobre diversos asuntos y votar en las elecciones.
El acto de votar sea un importante medio de expresar convicciones respecto a diversos asuntos, sin embargo, los católicos no necesitan esperar a que haya elecciones para expresar sus puntos de vista. Cartas a los editores, eventos públicos organizados, y la comunicación con funcionarios electos son también buenos ejemplos de modos de expresión de puntos de vista y de suscitar posibles cambios en el espacio público.

• ¿Cuál es la mejor manera de combatir la secularización en nuestra sociedad y la mala representación de la fe en el espacio público?
Lamentablemente, la discriminación contra las personas de fe y los creyentes, especialmente contra los católicos, es un problema real. Un católico cabal presente en la vida pública, enfrentará casi por seguro, discriminación injusta y prejuicios. Hay muchos ejemplos de mala y desfavorable representación de la fe católica e inclusive de verdadera hostilidad contra personas de cualquier credo.
Aun cuando se han dado grandes avances en la protección de los derechos civiles en nuestro país, permanece sin embargo una fuerte tendencia contra las personas de fe en sectores significativos de los medios de comunicación y en ciertos segmentos de nuestra sociedad.
Sin embargo, es nuestro deber insertarnos en la cultura, no huir de ella. Debemos colocar nuestra confianza en el Señor y saber que cumpliendo su voluntad y hablando la verdad en el amor, Dios hará que todo se encamine al bien. Es también obligación de los fieles católicos apoyar tanto con nuestras acciones como con nuestra oración a la gente valiente que realiza todo esto.

• ¿Cómo definiría a un “candidato verdaderamente católico”?
Hay un gran número de candidatos o políticos en nuestro país que se etiquetan a sí mismos como católicos. Lamentablemente, sin embargo, algunos de ellos son causa de vergüenza para la Iglesia y un escándalo para los demás en virtud de su apoyo a cuestiones intrínsecamente malas.
Un candidato verdaderamente católico es aquel que siempre defiende la dignidad de cada persona y que coloca el bienestar del bien común sobre cualquier interés de partido o personal. Su historia y su vida pública están marcadas por la fe en Cristo y sus enseñanzas. Un candidato así puede pertenecer a cualquier partido político, pues nunca apoyará asuntos que sean intrínsecamente malos, tales como el aborto, la eutanasia, o el “matrimonio homosexual”.

• ¿Qué línea deberá trazar un funcionario electo entre su fe y sus obligaciones políticas?
Los funcionarios electos deben dejar que su fe oriente todas sus actividades, incluidos los asuntos públicos. Al vivir abiertamente su fe, deben mostrar el debido respeto por las libertades civiles de toda persona, inclusive de aquellos de otro credo, o de credo ninguno.
Debe ser señalado, sin embargo, que algunas veces los políticos católicos erradamente piden abandonar su fe por causa de su obligación a respetar a aquellos de diferente opinión, o para honrar alguna obligación inherente a sus funciones. Estos pedidos se dan probablemente con mayor frecuencia cuando los políticos católicos dicen estar personalmente en oposición al asesinato de inocentes niños no nacidos.
Increíblemente, son políticos de este tipo quienes juzgan inapropiado apoyar legislaciones que protejan la vida humana, pues consideran que al hacerlo estarían imponiendo su propia fe sobre la de los demás o en todo caso, que estarían violando el compromiso propio de sus funciones. Son reclamos ridículos. Proteger la vida humana no es apenas un imperativo religioso, sino un imperativo humano, y un imperativo propio de toda y cada persona.
Los fieles tienen todo el derecho de manifestar sus creencias en el espacio público como cualquier otra persona. De hecho, los funcionarios católicos elegidos deben manifestar su fe al tiempo de promover el bienestar de todos, incluyendo la protección de la vida humana inocente.


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sábado, 25 de octubre de 2008

Cámara de Diputados de la Nación: Penalizarían la defensa del orden natural




Avanza la modificación de la ley antidiscriminatoria, que incluiría: “género, identidad de género o su expresión, y orientación sexual”

Por Mónica del Río

La Comisión de Legislación Penal estudia la modificación de ley antidiscriminatoria que ya cuenta con dictamen de Derechos Humanos. Con el visto bueno de Penal el proyecto podría llegar al recinto antes de fin de año.

La Comunidad Homosexual Argentina (CHA) lleva años impulsando esta modificación. Reformas similares alcanzaron la media sanción en Diputados el 4/12/2003 (Vid Notivida 193) y en el Senado el 30/11/05 (vid. Notivida 328 y 329). Providencialmente, ambas naufragaron en la cámara revisora.

El predictamen sobre el que trabaja Penal considera actos discriminatorios –por acción u omisión-, entre otros, los relacionados con cuestiones de “género, identidad de género o su expresión, y orientación sexual”. Esta inclusión arrastraría la aceptación legal de todos los reclamos del lobby gay. Serían considerados actos discriminatorios los que de algún modo impidan, obstruyan, restrinjan o menoscaben el ejercicio igualitario de los derechos y garantías reconocidos en una ley. Entre esas leyes está la de matrimonio, por lo que la modificación habilitaría a las parejas homosexuales a contraer “matrimonio”.

Quedarían legitimados para iniciar acciones judiciales por discriminación: el Defensor del Pueblo, el INADI y todas las asociaciones que trabajan por los “derechos” de gays, lesbianas, travestis, transexuales y bisexuales. Ejemplificando, un colectivo gay o el INADI, podrían querellar a un centro de recuperación de homosexuales.

Hecha la denuncia “la carga de demostrar que el acto no es discriminatorio recaerá sobre el demandado”. A las indemnizaciones que se estipulen, se le añadiría automáticamente la correspondiente al daño moral.

La condena por discriminación incluiría la realización de tareas comunitarias, por el tiempo que determine el juez, vinculadas a los hechos por los que se lo condena, las que podrán ser realizadas en asociaciones que tengan por objeto la defensa de los derechos del grupo discriminado.. Por ejemplo, el que predique Romanos 1, 26-27 [i]; podría ser obligado a realizar tareas en la sede de la Comunidad Homosexual Argentina. Esto sin perjuicio de la disculpa pública o la implementación de medidas internas de acción positiva a favor de ese grupo. Medidas de acción positiva podrían ser, por ejemplo, la admisión de homosexuales en los seminarios, en oposición a la instrucción de la Santa Sede.

Todo lugar de acceso público –colegios, centros de salud, etc- deberían exhibir en el ingreso un cartel con la descripción de las discriminaciones previstas por esta ley. Un colegio de mujeres se vería obligado a admitir travestis y un centro de salud a internarlos en salas de mujeres.

El autor de un acto discriminatorio sería reprimido con prisión de un mes a un año y el que “aliente la discriminación contra un grupos de personas” con prisión de un mes a tres años.

De convertirse en ley, la defensa del orden natural no tendrá alternativas: la claudicación o la persecución.

___________

[i] “Por eso los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza; igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío” (Romanos 1, 26-27)

NOTIVIDA, Año VIII, nº 557, 24 de octubre de 2008
Editores: Pbro. Dr. Juan C. Sanahuja y Lic. Mónica del Río
Página web http://www.notivida.org/
Email notivida@notivida.com.ar

Una colaboración de Marta Domínguez Matheu

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viernes, 24 de octubre de 2008

Los Imberbes y la ley de creación de las AFJP

AFJPs y la mala memoria del kirchnerismo: Un texto que compromete a la Casa Rosada

Al terminar su mandato 1989-1993 como diputado nacional Neuquén-PJ, Oscar Parrilli, secretario general de la Presidencia desde el 25 de mayo de 2003, editó un libro titulado ‘4 Años en el Congreso de la Nacion’, que en sus paginas 29 a 33 incluye un capitulo que explica la defensa de uno de los más tarde fundadores del Grupo Calafate, de la derogación del régimen de reparto obligatorio de jubilaciones y la creación de las Administradoras de Fondos de Jubilación y Pensión. El título del texto es: ‘El nuevo régimen previsional, el fin de una deuda social’.
(Urgente 24)- Ligado a la sanción de esta normal legal, y en el contexto de un replanteo global de cada parte del esqueleto de nuestro país, llego luego el momento de redefinir el sistema provisional para evitar, en el futuro, que los jubilados tengan que salir a la calle para reclamar por el justo pago del esfuerzo volcado durante años para el crecimiento del país.
El sistema de reparto, donde todos los trabajadores en actividad alimentaban las cajas previsionales, funciono mientras no hubo evasión y cuando el porcentaje de activos sobre los pasivos permitió un equilibrio entre lo recaudado y lo que se pagaba en jubilaciones y pensiones.

Los gobiernos anteriores al presidente del Menem, literalmente taparon el problema y fueron acumulando una crisis que había que resolverla sin hipocresía.

Reconocerle la deuda a los jubilados fue el primer paso que dio el gobierno. Pero eso no fue suficiente porque, de no modificar el sistema, “la bomba” volvería a estallar dentro de algunos años.

Es así que llegó al Congreso una nueva ley de previsión social que da libertad a cada trabajador para elegir entre un régimen estatal y un régimen de capitalización y dentro de este, una Administradora de Fondos de Jubilaciones y Pensiones.

Con un aporte estatal básico, mas la capitalización de cada activo durante sus años de servicio, y el reconocimiento de los aportes hechos hasta el momento de entrar en vigencia la nueva legislación, el resultado será, sin duda, un sistema mas eficiente y mas justo.

Tratando de contemplar los intereses de la mayoría se dispuso, para quienes no quieran ingresar sus ahorros a una administradora privada, la opción de una administradora estatal que funcionara bajo la orbita del Banco Nación.

Cada trabajador podrá, mediante este nuevo sistema, hacer control de su capitalización y conocer exactamente cual es el destino de su futura jubilación. Los descuentos por ese concepto ya no irán a saco roto, ni a un indefinido lugar.

La nueva legislación evita que el aporte de todos los trabajadores activos financie deudas de gobiernos que mal administran los recursos públicos.

Paralelamente, el nuevo esquema contempla una estricta regulación de parte del Estado para evitar eventuales desvíos de las administradoras, y a la vez controla la evasión previsional, un mecanismo que en el sistema de reparto, muchas empresas utilizaron indiscriminadamente.

Durante la exposición en el recinto, el diputado Parrilli recordó que fue el peronismo el “inspirador y creador” del sistema de jubilación cuando este “solo existía para un pequeño grupo de trabajadores”.
Dijo que el gobierno tenia que resolver el sistema previsional o “seguir haciendo lo que por lo menos desde 1973 han hecho todos los gobiernos: aumentar la edad de las jubilaciones, reducir los porcentajes de haberes jubilatorios, incrementar los aportes y contribuciones, crear nuevos impuestos, suspender por decreto los derechos jubilatorios, y prohibirles la posibilidad de litigar ante la justicia”.

“Sin embargo”, continuo el diputado, “se asumió la responsabilidad histórica de desactivar definitivamente esta bomba de tiempo”, pese que dentro del bloque justicialista “también tuvimos muchas dudas y nos planteamos varios interrogantes” que se fueron “resolviendo mediante modificaciones al proyecto original enviado por el Poder Ejecutivo”.

Así, fue a propuesta del Diputado Parrilli que se modifico un tercio del proyecto remitido por el Poder Ejecutivo. Se recreó el organismo de fiscalización y control dotándolo de las facultades necesarias para cumplir eficazmente su misión de brindar máxima seguridad al Régimen de Capitalización. Se estableció un severo régimen penal para los operadores de este régimen que violen las normas de actuación para el mismo.

Se aseguro la participación de jubilados, trabajadores y empresarios en los lineamientos de todo el sistema provisional mediante la creación del Consejo Nacional de Previsión Social.

Se establecieron criterios objetivos para la determinación de la invalidez del trabajador. Se fijaron pautas objetivas para la autorización y liquidación de las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones, asegurándose así, la intangibilidad de los fondos, cuya propiedad por parte de los aportantes, se aseguró en la ley.

(*) Oscar Parrilli, luego de haber defendido las AFJP y el gobierno de Carlos Menem, se transformó en crítico de Menem y uno de los fundadores del Grupo Calafate que lideró Néstor Kirchner. Ya en la Secretaría General, Parrilli ha sido el enlace permanente con los grupos piqueteros: Luis D’Elía, Emilio Pérsico, Edgardo Depetri y otros ‘luchadores sociales’ del kirchnerismo. (U-24/OPI Santa Cruz)

Una colaboración de Mario Eberle Patterson

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