viernes, 24 de octubre de 2008

Los Imberbes y la ley de creación de las AFJP

AFJPs y la mala memoria del kirchnerismo: Un texto que compromete a la Casa Rosada

Al terminar su mandato 1989-1993 como diputado nacional Neuquén-PJ, Oscar Parrilli, secretario general de la Presidencia desde el 25 de mayo de 2003, editó un libro titulado ‘4 Años en el Congreso de la Nacion’, que en sus paginas 29 a 33 incluye un capitulo que explica la defensa de uno de los más tarde fundadores del Grupo Calafate, de la derogación del régimen de reparto obligatorio de jubilaciones y la creación de las Administradoras de Fondos de Jubilación y Pensión. El título del texto es: ‘El nuevo régimen previsional, el fin de una deuda social’.
(Urgente 24)- Ligado a la sanción de esta normal legal, y en el contexto de un replanteo global de cada parte del esqueleto de nuestro país, llego luego el momento de redefinir el sistema provisional para evitar, en el futuro, que los jubilados tengan que salir a la calle para reclamar por el justo pago del esfuerzo volcado durante años para el crecimiento del país.
El sistema de reparto, donde todos los trabajadores en actividad alimentaban las cajas previsionales, funciono mientras no hubo evasión y cuando el porcentaje de activos sobre los pasivos permitió un equilibrio entre lo recaudado y lo que se pagaba en jubilaciones y pensiones.

Los gobiernos anteriores al presidente del Menem, literalmente taparon el problema y fueron acumulando una crisis que había que resolverla sin hipocresía.

Reconocerle la deuda a los jubilados fue el primer paso que dio el gobierno. Pero eso no fue suficiente porque, de no modificar el sistema, “la bomba” volvería a estallar dentro de algunos años.

Es así que llegó al Congreso una nueva ley de previsión social que da libertad a cada trabajador para elegir entre un régimen estatal y un régimen de capitalización y dentro de este, una Administradora de Fondos de Jubilaciones y Pensiones.

Con un aporte estatal básico, mas la capitalización de cada activo durante sus años de servicio, y el reconocimiento de los aportes hechos hasta el momento de entrar en vigencia la nueva legislación, el resultado será, sin duda, un sistema mas eficiente y mas justo.

Tratando de contemplar los intereses de la mayoría se dispuso, para quienes no quieran ingresar sus ahorros a una administradora privada, la opción de una administradora estatal que funcionara bajo la orbita del Banco Nación.

Cada trabajador podrá, mediante este nuevo sistema, hacer control de su capitalización y conocer exactamente cual es el destino de su futura jubilación. Los descuentos por ese concepto ya no irán a saco roto, ni a un indefinido lugar.

La nueva legislación evita que el aporte de todos los trabajadores activos financie deudas de gobiernos que mal administran los recursos públicos.

Paralelamente, el nuevo esquema contempla una estricta regulación de parte del Estado para evitar eventuales desvíos de las administradoras, y a la vez controla la evasión previsional, un mecanismo que en el sistema de reparto, muchas empresas utilizaron indiscriminadamente.

Durante la exposición en el recinto, el diputado Parrilli recordó que fue el peronismo el “inspirador y creador” del sistema de jubilación cuando este “solo existía para un pequeño grupo de trabajadores”.
Dijo que el gobierno tenia que resolver el sistema previsional o “seguir haciendo lo que por lo menos desde 1973 han hecho todos los gobiernos: aumentar la edad de las jubilaciones, reducir los porcentajes de haberes jubilatorios, incrementar los aportes y contribuciones, crear nuevos impuestos, suspender por decreto los derechos jubilatorios, y prohibirles la posibilidad de litigar ante la justicia”.

“Sin embargo”, continuo el diputado, “se asumió la responsabilidad histórica de desactivar definitivamente esta bomba de tiempo”, pese que dentro del bloque justicialista “también tuvimos muchas dudas y nos planteamos varios interrogantes” que se fueron “resolviendo mediante modificaciones al proyecto original enviado por el Poder Ejecutivo”.

Así, fue a propuesta del Diputado Parrilli que se modifico un tercio del proyecto remitido por el Poder Ejecutivo. Se recreó el organismo de fiscalización y control dotándolo de las facultades necesarias para cumplir eficazmente su misión de brindar máxima seguridad al Régimen de Capitalización. Se estableció un severo régimen penal para los operadores de este régimen que violen las normas de actuación para el mismo.

Se aseguro la participación de jubilados, trabajadores y empresarios en los lineamientos de todo el sistema provisional mediante la creación del Consejo Nacional de Previsión Social.

Se establecieron criterios objetivos para la determinación de la invalidez del trabajador. Se fijaron pautas objetivas para la autorización y liquidación de las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones, asegurándose así, la intangibilidad de los fondos, cuya propiedad por parte de los aportantes, se aseguró en la ley.

(*) Oscar Parrilli, luego de haber defendido las AFJP y el gobierno de Carlos Menem, se transformó en crítico de Menem y uno de los fundadores del Grupo Calafate que lideró Néstor Kirchner. Ya en la Secretaría General, Parrilli ha sido el enlace permanente con los grupos piqueteros: Luis D’Elía, Emilio Pérsico, Edgardo Depetri y otros ‘luchadores sociales’ del kirchnerismo. (U-24/OPI Santa Cruz)

Una colaboración de Mario Eberle Patterson

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