Escrito con la acentuación y el voseo rioplatense, que es la forma de hablar de la masa de las Provincias de nuestra Patria.
Filosofía de vida.
Al bueno y al malo, al loco y al cuerdo, al magnánimo y al pusilánime, al magnificente y al mediocre, al rico y al pobre, al poderoso y al débil, al que manda y al que obedece, y a vos, si querés leer o escuchar: quiero expresarte lo que a continuación te escribo y digo con el corazón, y, escribir, hablar y sentir con el corazón, es hacerlo con la profundidad del ser.
Pensé escribirte con el arte de la poesía, pero, la métrica y la rima podrían dificultar la claridad de la expresión. También me tenté con la literatura, pero, los florilegios de la estructura, quizás pudieran confundir al entendimiento. Además poesía y literatura no siempre van de la mano con la verdad, por eso elegí la sencillez de la prosa común, que es la manera ideal para la expresión filosófica, y en esta prosa quiero describirte con claridad una filosofía de vida, la que espero: ¡TE ATREVAS A IMITAR!, te invito (o te reto) al desafío de ¡ATREVERTE! (no te obligo).
Veamos el relato de lo que quiero expresarte.
“Había en un lugar lejano (lejano por lo difícil de alcanzar en la comprensión humana), un Rey solitario (en apariencia, por lo dificultoso de seguir enseñanzas), que decía: ‘Si abres tu corazón a lo que te enseño, verás que abrí para vos un mundo de conocimientos que, transformarán en oro lo que hay de plomo en tu existencia y en esa transformación irás camino a lo más valioso: LA SAL DE LA VIDA, que es CRISTO, NUESTRO REY Y SEÑOR’”.
“No te alarmes por lo que te digo, escribo y hago, sólo ¡ATREVETE! a seguirme y a hacer lo mejor”.
“Amo al loco, porque conmigo no lo es tanto, me agradan su risa y sus caricias toscas”.
“Amo al mogólico por la ternura de su mirada y la serenidad de su expresión, por eso con mi pañuelo, seco sus babas.”
“Amo al borracho y al drogadicto, porque me duelen sus penas, y deseo que se alejen del vicio.”
“Amo a la puta, no para gozar de sus placeres, sino porque me duelen sus miserias y aspiro a “que las supere”.
“Amo al pobre y al hambriento, porque me gusta compartir con ellos lo que me falta y el dolor de ellos, es el mío.”
“Amo al enfermo, porque su enfermedad es la mía y mi preocupación es que sane.”
“Amo al preso culpable, porque quiero que se auto reivindique socialmente.”
“Amo al preso inocente, porque pido para él, la verdadera justicia.”
“Amo al rico y al poderoso porque comprendo sus debilidades y gozo del tesoro más valioso y del poder más fuerte, que ellos no poseen: ¡TU PRESENCIA!”.
“El dolor y la miseria, de todos ellos, son mi propio dolor y miseria. En cada uno de ellos me veo, son mis otros “yo”. En cada uno de ellos siento la presencia de Dios… son mis hermanos, entonces, ¿cómo no amarlos?”
“De todos ellos, me siento su rey; rey sin trono, tierras ni ejércitos. Obligado a hacer “algo” por ellos. Tan solo ciño sobre mi cabeza, una corona dorada de quimeras… tan solo quimeras resplandecientes como el oro, representada en sus siete “florones ducales”:
“El primer florón es: el anhelo de una patria “libre” y “soberana”.
“El segundo florón es: el “clamor” por la justicia.”
“El tercer florón es: el deseo de que el pobre y el hambriento, colmen sus necesidades y sus estómagos para siempre, y tengan una vida digna”.
“El cuarto florón es: la ambición de que en mi reino, no exista la prostitución infantil.”
“El quinto florón es: que desaparezca el odio de la sociedad”.
“El sexto florón es: que no haya más niños y niñas pidiendo limosnas por las calles”.
“Y el séptimo florón es: ver la alegría floreciendo en el rostro de mi gente.”
“Como ves, mis grandes amores son muchos y de múltiples colores… se que no lo entendés, pero al menos: ¡ATREVETE A INTENTAR ENTENDER!”
“Al PUSILÁNIME Y AL MEDIOCRE, que son los tibios y los responsables de que haya tanta lacra social desparramándose por mi reino, también los amo, por eso trato de que dejen de serlo y les digo…: En vez de tanto criticar sobre el porque del hacer y ser de los demás (sembrando dudas sobre el deber y el hacer), conjeturando, elucubrando y enjuiciando en largos y bizantinos parloteos de verborragia inútil, ¡ATRÉVANSE A HACER ALGO ÚTIL, en vez de perder el tiempo gastando vida, o simplemente durando, con ese ejercicio parlanchín, mientras nuestra patria se desmorona..”
“Para ustedes, queda, bajo la lanza de mi blasón, la divisa que reza: ¡ME ATREVO!, entonces despierten de ese letargo parlante y comprendan el significado del deber ser y del deber hacer…el significado de arriesgar diariamente los Dones (o Talentos) y así comprenderán la importancia de ¡VIVIR Y MORIR!.”
En Nuestro Señor, María Reina y la patria, un abrazo.
“Movimiento Acción Restauradora.”
movimientoar@yahoo.com.ar
VOLVER a la portada de MAR
Filosofía de vida.
Al bueno y al malo, al loco y al cuerdo, al magnánimo y al pusilánime, al magnificente y al mediocre, al rico y al pobre, al poderoso y al débil, al que manda y al que obedece, y a vos, si querés leer o escuchar: quiero expresarte lo que a continuación te escribo y digo con el corazón, y, escribir, hablar y sentir con el corazón, es hacerlo con la profundidad del ser.
Pensé escribirte con el arte de la poesía, pero, la métrica y la rima podrían dificultar la claridad de la expresión. También me tenté con la literatura, pero, los florilegios de la estructura, quizás pudieran confundir al entendimiento. Además poesía y literatura no siempre van de la mano con la verdad, por eso elegí la sencillez de la prosa común, que es la manera ideal para la expresión filosófica, y en esta prosa quiero describirte con claridad una filosofía de vida, la que espero: ¡TE ATREVAS A IMITAR!, te invito (o te reto) al desafío de ¡ATREVERTE! (no te obligo).
Veamos el relato de lo que quiero expresarte.
“Había en un lugar lejano (lejano por lo difícil de alcanzar en la comprensión humana), un Rey solitario (en apariencia, por lo dificultoso de seguir enseñanzas), que decía: ‘Si abres tu corazón a lo que te enseño, verás que abrí para vos un mundo de conocimientos que, transformarán en oro lo que hay de plomo en tu existencia y en esa transformación irás camino a lo más valioso: LA SAL DE LA VIDA, que es CRISTO, NUESTRO REY Y SEÑOR’”.
“No te alarmes por lo que te digo, escribo y hago, sólo ¡ATREVETE! a seguirme y a hacer lo mejor”.
“Amo al loco, porque conmigo no lo es tanto, me agradan su risa y sus caricias toscas”.
“Amo al mogólico por la ternura de su mirada y la serenidad de su expresión, por eso con mi pañuelo, seco sus babas.”
“Amo al borracho y al drogadicto, porque me duelen sus penas, y deseo que se alejen del vicio.”
“Amo a la puta, no para gozar de sus placeres, sino porque me duelen sus miserias y aspiro a “que las supere”.
“Amo al pobre y al hambriento, porque me gusta compartir con ellos lo que me falta y el dolor de ellos, es el mío.”
“Amo al enfermo, porque su enfermedad es la mía y mi preocupación es que sane.”
“Amo al preso culpable, porque quiero que se auto reivindique socialmente.”
“Amo al preso inocente, porque pido para él, la verdadera justicia.”
“Amo al rico y al poderoso porque comprendo sus debilidades y gozo del tesoro más valioso y del poder más fuerte, que ellos no poseen: ¡TU PRESENCIA!”.
“El dolor y la miseria, de todos ellos, son mi propio dolor y miseria. En cada uno de ellos me veo, son mis otros “yo”. En cada uno de ellos siento la presencia de Dios… son mis hermanos, entonces, ¿cómo no amarlos?”
“De todos ellos, me siento su rey; rey sin trono, tierras ni ejércitos. Obligado a hacer “algo” por ellos. Tan solo ciño sobre mi cabeza, una corona dorada de quimeras… tan solo quimeras resplandecientes como el oro, representada en sus siete “florones ducales”:
“El primer florón es: el anhelo de una patria “libre” y “soberana”.
“El segundo florón es: el “clamor” por la justicia.”
“El tercer florón es: el deseo de que el pobre y el hambriento, colmen sus necesidades y sus estómagos para siempre, y tengan una vida digna”.
“El cuarto florón es: la ambición de que en mi reino, no exista la prostitución infantil.”
“El quinto florón es: que desaparezca el odio de la sociedad”.
“El sexto florón es: que no haya más niños y niñas pidiendo limosnas por las calles”.
“Y el séptimo florón es: ver la alegría floreciendo en el rostro de mi gente.”
“Como ves, mis grandes amores son muchos y de múltiples colores… se que no lo entendés, pero al menos: ¡ATREVETE A INTENTAR ENTENDER!”
“Al PUSILÁNIME Y AL MEDIOCRE, que son los tibios y los responsables de que haya tanta lacra social desparramándose por mi reino, también los amo, por eso trato de que dejen de serlo y les digo…: En vez de tanto criticar sobre el porque del hacer y ser de los demás (sembrando dudas sobre el deber y el hacer), conjeturando, elucubrando y enjuiciando en largos y bizantinos parloteos de verborragia inútil, ¡ATRÉVANSE A HACER ALGO ÚTIL, en vez de perder el tiempo gastando vida, o simplemente durando, con ese ejercicio parlanchín, mientras nuestra patria se desmorona..”
“Para ustedes, queda, bajo la lanza de mi blasón, la divisa que reza: ¡ME ATREVO!, entonces despierten de ese letargo parlante y comprendan el significado del deber ser y del deber hacer…el significado de arriesgar diariamente los Dones (o Talentos) y así comprenderán la importancia de ¡VIVIR Y MORIR!.”
En Nuestro Señor, María Reina y la patria, un abrazo.
“Movimiento Acción Restauradora.”
movimientoar@yahoo.com.ar
VOLVER a la portada de MAR
No hay comentarios:
Publicar un comentario