sábado, 31 de enero de 2009

¡Agárrense y no hagan olas!

La Argentina del Verano 

Por ahora la Argentina está de vacaciones.

Escribe Denes Martos

Al menos buena parte de ella lo está; ya sea en Brasil o en alguna playa/montaña local. En este bendito y hermoso país es como si nos resistiésemos a creer que toda la estructura mundial se está sacudiendo peligrosamente; desde la economía, pasando por la política, hasta la cultura. Probablemente, lo que sucede es que en la Argentina ya hemos visto tantas catástrofes – golpes de estado, rodrigazos, hiperinflaciones, corralitos, corralones, moratorias y blanqueos – que muchos piensan que, bueno, ahora les toca a los otros; a nosotros todo eso ya nos pasó. En un mundo que cada vez se parece más a los últimos tiempos de la decadencia del Imperio Romano, en la Argentina muchos se creen que pertenecen al bando de los bárbaros que heredarán el Imperio.

Aparte de cierta dosis de verdad que puede haber en esto, la otra parte de la historia es que la masa en general, al igual que los godos y visigodos de antaño, no tiene ni idea de cómo funciona realmente el mundo. La mayoría – y especialmente los llamados intelectuales – está todavía presa de esquemas discursivos que han quedado en el canasto de la Historia; si es que alguna vez tuvieron vigencia. Son explicaciones sencillas a un problema endiabladamente complejo cuya única virtud es la de hacer aparentemente comprensible esa complejidad a quienes no entenderían ni el teorema de Pitágoras. En otras palabras: los esquemas mentales vigentes en la incultura actual son los que están diseñados para incautos a fin de hacerles creer que entienden un problema para el cual les falta aquello que si Natura non da, Salamanca non presta.

Esto se ve no solamente en los manotazos que pega nuestro matrimonio presidencial y en su absoluta desubicación en el contexto internacional. También lo hemos podido apreciar acabadamente en la cantidad industrial de idioteces que hemos tenido que escuchar con motivo de la asunción de Barack Obama al cargo de presidente de los EE.UU.

El nuevo presidente norteamericano

Para empezar, convénzanse de una cosa: Barack Obama no es el hombre más poderoso de la tierra. Eso es algo que sólo la estulticia periodística pudo producir y repetir hasta el cansancio estos últimos días. El amigo Obama es tan sólo el CEO de los Estados Unidos. Es el gerente general de la Compañía más grande del planeta al servicio del directorio de mayor concentración de dinero del mundo. En lo personal y operativo tiene tan poco poder como el gerente general de Ford o de Coca Cola. La diferencia está en que detrás de Alan Mulally o de Muhtar Kent sólo están el directorio y los accionistas de esas empresas (lo que no es poco dinero) y detrás de Obama está el equipo de quienes manejan el dinero de la totalidad de los directores y accionistas del capitalismo internacional (lo cual es más que todo el dinero de Ford, Coca Cola y todas las compañías norteamericanas juntas). La cuestión esencial es que un CEO sólo tiene el poder que el directorio y los accionistas están dispuestos a darle y sólo tiene autorización para hacer las cosas que estos señores están de acuerdo en permitirle. Y Obama, como cualquier otro presidente norteamericano, no es más que el CEO, el gerente general ejecutivo, del establishment plutocrático norteamericano. Y quien dude de esto no tiene más que hacerse una sencilla y simple pregunta: ¿realmente se puede creer que un sujeto del calibre mental de George W. Bush pudo jamás hacer siquiera algo parecido a dirigir la política de los Estados Unidos de Norteamérica?

Por supuesto que hay diferencias. Comparar a George W. con Obama sería como poner lado a lado al ex-alcohólico pastor de una secta protestante con un profesor de física nuclear de Oxford. Es que precisamente ése es uno de los motivos por los cuales lo designaron candidato a Obama y pusieron más de 740 millones de dólares para financiarle la campaña. Y por supuesto que hablo aquí solamente de los dólares registrados; porque, además, habría que contabilizar los aportes "indirectos" que nunca se publican y que, según todos los expertos, exceden largamente los montos oficiales. En general, se estima que el total de la campaña presidencial de 2008 insumió algo así como 3.000 millones de dólares entre una cosa y otra, considerando la totalidad de los gastos y a todos los candidatos presidenciales que arrancaron en la carrera; porque – aunque no se publicitó demasiado – Obama y McCain no fueron los únicos. 

Candidatos vs Dólares

De cualquier manera que sea, mi vieja teoría de que en los EE.UU. sistemáticamente gana el candidato que más dinero mete en la campaña, se ha vuelto a verificar una vez más. Observen el siguiente cuadro (cifras basadas en datos suministrados por la Comisión Electoral Federal norteamericana, publicadas el 05/01/2009):

 Candidato                  Dólares

 Obama                  742.000.000

 McCain                  367.000.000

 Nader                       4.000.000

 Barr                          1.000.000

 Baldwin                        258.000

 McKinney                     199.000

 

Interesante es también analizar cómo se desglosan estas cifras. Por ejemplo, tomando los dólares en números redondos para simplificar, el comercio apostó con 84 millones por Obama y sólo con 38,5 millones por McCain. Los abogados y los lobbistas pusieron 43,7 millones para Obama y sólo 11 millones para McCain. El sector de las finanzas, los seguros y las inmobiliarias aportó 37.5 millones a Obama y 28 millones a McCain. En comunicaciones y electrónica la diferencia es: 24,5 millones para Obama y apenas 4,5 millones para McCain. (Microsof y Google afirman haber aportado U$S 791.342 y U$S 782.964 respectivamente a Obama y no hay datos de que hayan puesto un dólar por McCain.)

Obviamente hay sectores que apostaron más por McCain que por Obama. Pero son pocos y la diferencia no es, por lejos, tan grande. Por ejemplo, el sector agrario apoyó a McCain con 3,26 millones y con  2,15 millones a Obama; la industria de la construcción le dio U$S 5,32 millones a McCain y U$S 5,16 millones a Obama.

¿Se dan cuenta de cómo funciona el sistema? ¿Alguno de ustedes cree que gastar todo ese montón de dinero en plena crisis financiera fue por puro fervor democrático?

. . . .. . . . . . . . . . . . . .

Pero dejemos de lado el vil metal. Al fin y al cabo, el dinero no lo es todo. Al menos eso dicen quienes no lo tienen. De todos modos, más importante que la cantidad de dólares invertidos en el show es tratar de entender quienes dirigen realmente ese espectáculo y cómo lo hacen.

Que una aristocracia financiera, en plena crisis, invierta más de mil millones de dólares (confesados) en una campaña presidencial no es algo casual. Ese dinero no es un gasto. Es una inversión. Y, al igual que en toda inversión, hay un plan de recupero. Podrá ser un buen plan o un mal plan (y el que le diseñaron a George W. no fue demasiado brillante), pero el retorno de una inversión de ese calibre no es algo que se deja librado al azar.

Ahí es dónde entra Obama.

Construyamos un escenario

Para tener una idea de cómo entró, hagamos un ejercicio de imaginación. Construyamos un escenario.

Imagínense una sala de reuniones. No demasiado grande. Digamos una con capacidad para veinte o treinta personas como mucho. Supónganla concurrida por los principales decisores del establishment norteamericano, más algunos invitados de Gran Bretaña y de Europa. Pero por favor no se la imaginen como una tenebrosa reunión secreta y conspiradora entre Rockefeller, Guggenheim, Warburg, Rotschild, Murdoch y todos ellos. Por de pronto, esa gente no se reúne en salas de conferencias. En todo caso, lo hace en el bar de algún club de golf o en la cubierta del yate de alguno de ellos. Pero, además, cuando se juntan tampoco lo hacen para elaborar planes. En todo caso se juntarán para acordarlos.. Para elaborarlos, financian a grandes centros de estudios, contratan a expertos, patrocinan universidades y emplean a ejecutivos cuya gratificación anual depende estrictamente de los resultados. La reunión que quiero que imaginen es precisamente una con esos ejecutivos antes de las primarias en los EE.UU.

Supongan que alguien abre la sesión y pregunta:

— Bien damas y caballeros. Vayamos al grano y veamos: ¿Cuál es nuestro problema?

— Pues, para ponerlo en términos crudos y simples, nuestro problema principal es sacar la nave de los Estados Unidos del pantano en el que, por varios motivos, se ha atascado.

— Bien. ¿Qué hace falta para eso?

  Varias cosas, pero principalmente recuperar la confianza; recuperar la credibilidad en que el bono del tesoro de los EE.UU. es una inversión de riesgo cero y el dólar vale lo que nosotros decimos que vale.

— De acuerdo. Pero ¿cómo lo hacemos?

  Bueno, primero y principal: de algún modo hay que convencer al público de que la nave de los EE.UU. puede en absoluto salir del pantano en el que se ha metido.

  Eso es clave, de acuerdo. Pero entonces la pregunta es: ¿qué necesitamos para eso y, dentro de ese marco, cómo encaramos las próximas elecciones presidenciales?

— Por de pronto, de acuerdo con nuestro análisis, necesitamos una figura con determinadas características. Tiene que ser simpática para generar adhesión, tiene que ser exitosa para ser creíble, tiene que ser (o parecer) relativamente joven para dar una imagen enérgica y tiene que ser aceptablemente inteligente para contrastar con el pobre Bush que ya cumplió su tarea.

  Creo que todos estamos de acuerdo en eso. Ni siquiera los norteamericanos soportarían a otro presidente tan estúpido.

  Bien, todo eso es cierto y necesario pero también es demasiado obvio. Siendo obvio, no será suficiente. Nos hace falta algo más; un toque extra que nos garantice el empujoncito adicional. Algo que fortalezca una imagen de cambio, de otro New Deal, de un "ahora sí"; algo que además de confianza despierte cierto grado de entusiasmo; algo que sea una verdadera novedad. Para hacer creíble la confianza en el cambio tenemos que hacer creíble también la posibilidad cierta de un cambio.

— Bueno, nuestra figura podría ser una mujer. La primera mujer presidente de los EE.UU. Eso sería un cambio.

— ¿Están pensando en Hilary Clinton?

  Por ahora sólo la hemos considerado.

— Podría ser, pero nosotros tenemos algunas dudas. En realidad, ya hay mujeres ocupando la presidencia en otros países, por lo que no sería tan grande la novedad, y la conexión demasiado estrecha con Clinton podría perjudicar más de lo que ayuda. Yo diría que para esa alternativa necesitaríamos a alguien más parecido a la Maggie Thatcher. Pero, en fin, está bien, podemos largarla a las primarias y ver cómo se mueve.

— ¿Y si no funciona? ¿Qué les parece un chicano?

— No. Un chicano no puede ser. Tener a un mejicano o a un puertorriqueño en la Casa Blanca (¡de un cubano de Miami ni hablemos!) nos podría dar un regio dolor de cabeza con todos esos locos izquierdosos sueltos por América Latina y además sería darle demasiada entidad a una minoría que, dentro de todo y por ahora, es bastante manejable. No. La alternativa a una mujer sólo puede ser un negro.

— ¿Un negro?

— Bueno, está bien, maticemos: un negro lo suficientemente negro como para entusiasmar al gran caudal de votos negros pero no tan negro como para asustar a los votantes blancos.

— O sea un mulato.

  Exacto. Un mulato – de buena apariencia, simpático, inteligente, etc. etc. como ya definimos – lo suficientemente ambicioso como para aceptar nuestras condiciones, lo suficientemente inexperto como para aceptar nuestra planificación, y lo suficientemente y advenedizo y carente de equipo propio como para no tener más remedio que aceptar a quienes le pongamos al lado.

— ¿Tenemos a alguien así?

— ¡Por supuesto que lo tenemos! Está en el Senado ahora. Obama. Senador por Illinois.

— ¿Obama?

— Sí. Barack Hussein Obama.

— ¡Por Dios! ¿Hussein? ¿En serio se llama Hussein? ¿Están seguros? ¡Eso es árabe!

— Bueno sí, se llama Hussein. Padre africano de Kenia. Madre blanca norteamericana de Kansas.

— ¡Hussein! Eso puede traer problemas . . . A los muchachos en Israel eso no les va a gustar ni medio.

— Quizás al principio; pero en cuanto vean la foto se tranquilizarán. El tipo es mulato de pies a cabeza. Aparte de ese nombre imposible, no tiene ni pizca de árabe. En todo caso, lo de Hussein hasta nos puede servir para decir que eso demuestra que no estamos en contra de los mahometanos ni de los árabes sino tan solo en contra de los terroristas mahometanos y árabes.

— ¿Y quién demonios se va a creer eso?

— Nadie. Pero como argumento es irrebatible y como discurso es muy apropiado.

— Está bien. Larguen las primarias con esos dos. Si Hilary no funciona, hacemos el enroque y lanzamos al Hussein ése.

— Obama

— Bueno, sí. Obama. Lo que sea. Borren lo de Hussein.

— ¿Y qué hacemos con Hilary si el candidato al final es Obama?

— Hacemos otro enroque y le ponemos a Hilary como secretaria de Estado.

— ¡Brillante!

— Puede funcionar. Pero avisen a la gente en Tel Aviv. De entrada no les va a hacer ninguna gracia que nos pongamos a votar por un Hussein mientras ellos están enfrascados en cómo bombardear a un montón de Husseins en Gaza.

. . . .. . . . . . . . . . . . . .

Sí, ya sé. No me lo digan. Lo admito. Lo que acabo de hacer es un diálogo de política-ficción. Pero quería construirles un escenario, no necesariamente real pero plausible, para ilustrar cómo funciona la política de la democracia más democrática del mundo.

De todos modos, los diálogos serán ficticios pero cualquier similitud con hechos o personas reales es pura premeditación y alevosía.

Un problema de comando y control

Dejando las anécdotas de lado, la cuestión de fondo es tratar de analizar cual puede ser el plan de recupero de los miles de millones de dólares invertidos en la campaña de Obama y en el plan de salvataje del sistema financiero mundial. 

Por de pronto, hay una cosa que convendría tener en claro: la crisis financiera – que no económica – desatada en los últimos tiempos, se produjo por una falla en el control de la codicia. Lo que falló fueron los mecanismos que deberían haber controlado hasta dónde es posible y conveniente dejar crecer una enorme burbuja especulativa. De modo que lo que está en discusión no es la estructura del sistema capitalista ni mucho menos el capitalismo como sistema de producción y comercialización. Lo que está discutiendo la plutocracia en estos momentos son ciertos mecanismos del sistema. El sistema en sí no está en discusión.

El segundo punto a analizar es una moneda con dos caras: en el anverso tenemos el tamaño del sistema y en el reverso está su complejidad. Desde el momento en que se dejó caer el experimento soviético y se decidió globalizar a la economía capitalista – con la inclusión de los chinos, los hindúes, los propios rusos, y todos los países de Europa Oriental – el tamaño del sistema se volvió sencillamente enorme. Y no sólo creció demasiado, sino que creció demasiado rápido. Piensen tan sólo que, en apenas una década, entre 1989 y 1999 para poner un par de años de referencia, el sistema incorporó a su aparato productivo, financiero y comercial a más de 3.500 millones de personas. Pero además, toda la informática que creció en forma exponencial y simultáneamente (¿se acuerdan de la Commodore 64 y la IBM-AT?) hizo que las comunicaciones, la transmisión, el procesamiento de datos – en una palabra: la interconexión de todo el sistema – se volviera algo terriblemente complejo. No sólo tuvimos de repente a más de 3.500 millones de nuevos actores en el mercado sino que todos los actores, los antiguos más los nuevos, empezaron a comunicarse entre sí a una velocidad mil veces mayor y con una tecnología que es prácticamente incontrolable. Porque si fuese controlable, tengan la plena seguridad que ustedes no estarían leyendo esto.

De modo que en el fondo y simplificando, el problema básico es un problema de comando y control. El problema fundamental es cómo controlamos a miles de millones de personas que, con tan sólo una notebook en la mano y las conexiones necesarias, se pueden poner a comprar, vender, especular, importar, exportar, cambiar divisas, lavar dinero, llenar o vaciar cuentas bancarias, enterarse de lo que hizo Wang Chang Fu hace cinco minutos, lo que en este mismo momento está haciendo Rabindranath Sing junto con Ivan Rostropovich y lo que piensa hacer Samuel Goldberg dentro de media hora en la bolsa de Frankfurt.

El nuevo Estado imperial 

Ahora bien, hay algo que la crisis ha demostrado de modo palmario y ello es que existe una sola institución que puede servir para solucionar este problema de comando y control: esa institución es el Estado. Olvídense del cuento de "la mano invisible del mercado" y del sonsonete ése de que "hay que achicar al Estado". Ésos son mantras que posiblemente se seguirán repitiendo para consumo de algunos países balcanizados cuya estructura convendría achicar y simplificar para poder controlarlos mejor. En el gran cuadro, en el cuadro global, lo que se viene es una estructura estatal diseñada para gobernar lo que hasta ahora demostró ser ingobernable y para controlar lo que se salió de control antes y durante la crisis. 

No piensen necesariamente en una estructura estatal tradicional, con ejecutivo, legislativo, judicial, ministros, secretarios y subsecretarios, parlamento, constitución y esa clase de accesorios. Todo eso es instrumental y contingente. Piensen en una estructura de mando, con planificación estratégica por metas y objetivos, instrumentada y gestionada por profesionales, con niveles de decisión jerárquicos y sistemas de selección de personal alineados con la planificación decidida. Piensen esa estructura acompañada por un aparato de control basado en información satelital; tecnología informática; comunicaciones instantáneas; procesamiento de voz, imagen y datos; información encriptada con codificación y decodificación instantánea y – no en última instancia – con una sofisticada vigilancia de la red mundial de comunicaciones.

Ésa es la estructura que se viene y cuyos beneficios justificarán la inversión hecha para salir de la crisis; siendo que la última elección presidencial en los EE.UU. es solamente una parte – y, si vamos al caso, una parte muy pequeña – de esa inversión.

La disposición formal y el nombre oficial que llevará esa estructura constituyen algo completamente irrelevante. Puede ser que oigamos hablar de "gobierno mundial", de "estructuras globales", de un "sistema de coordinación económica", de un "nuevo orden económico internacional", de la "reestructuración del capitalismo", de una "nueva ONU" o cualquier otro eufemismo que se le ocurra inventar a algún genio de la neurolingüística. El nombre y la arquitectura formal no importan demasiado. Lo importante es el objetivo y la funcionalidad: la gobernabilidad y la posibilidad de controlar el sistema. 

Los posibles cambios
¿Funcionará? 

Pues, tal como ya lo dije en una oportunidad anterior, creo que sí. Esta vez sí. Todavía sí. Habrá muchos cambios. Muchas cosas "evolucionarán", se "actualizarán" y se "reestructurarán". Estoy convencido de que el mundo, dentro de digamos unos cinco o siete años, funcionará con parámetros y reglas bastante diferentes a las actuales. Pero apostaría a que el esqueleto óseo fundamental del sistema todavía conseguirá mantenerse. El sistema sobrevivirá en lo esencial.

El comunismo soviético pudo caer, en primer lugar porque lo dejaron caer y en segundo lugar porque era demasiado rígido y a la primera fisura se rompió en mil pedazos. En contrapartida, el capitalismo liberal siempre fue y sigue siendo muchísimo más flexible. Se retuerce, se transforma, concede lo secundario reteniendo lo esencial, se transfigura, varía, se reacomoda, se reinventa cada par de décadas y negocia compromisos permanentemente. No me animaría a hacer ningún pronóstico sobre la próxima crisis que, dados los parámetros básicos del capitalismo plutocrático, se producirá sin lugar a dudas. Pero ésta que tenemos ahora todavía es superable con los recursos que el régimen tiene a su disposición. Alguien tendría que hacer algo realmente muy estúpido para generar un caos completamente irremontable..

Con todo y aun dentro de este escenario medianamente optimista, estimo que lo prudente es prepararse para varias cosas poco agradables. Por de pronto habrá – ya hay – una recesión manifiesta. Los principales operadores financieros ya han tenido como primera reacción un "pisar la pelota" para ver cómo sigue el juego. Ese pisar la pelota trae consigo, inevitablemente, una disminución de la producción y un aumento de la desocupación. Eso presiona hacia una disminución del consumo, la cual a su vez presiona hacia una mayor recesión. Este círculo vicioso hará sufrir a muchísima gente; pero también le dará una oportunidad al aparato financiero para controlar una nave que hoy se encuentra poco menos que a la deriva. Menor actividad significa menor complejidad; menor complejidad significa mayor facilidad de control. No es simple pero en el fondo es así de sencillo,

Las monedas, especialmente las convertibles como el dólar y el euro, sufrirán cambios. No es imposible una convergencia – o al menos una mayor interconexión y equivalencia – entre las diferentes monedas del sistema internacional. Eso puede traer consigo una volatilidad monetaria en la que muchos perderán mucho y unos pocos ganarán mucho, como siempre sucede; pero servirá para concentrar el capital financiero en unidades operativas más gobernables y controlables.

Aparte de la cuestión del reacomodamiento y la estabilización del sistema, después de cierto tiempo veremos también iniciativas de reactivación. Para la misma tenemos, al menos en teoría, dos caminos: una recuperación con pendiente ascendente lenta y relativamente ordenada, o bien una recuperación más acelerada que muy bien puede venir impulsada por algún conflicto bélico realmente serio.

En el escenario de la recuperación lenta, apostaría por algunos frenos puestos sobre el crecimiento de China, un relativamente mayor aliciente a la capitalización de otras regiones y fuertes inversiones en tecnología de última generación. En este marco no resultaría descabellado prever incluso un progresivo debilitamiento de los EE.UU. y un fortalecimiento equivalente de otras áreas; quizás de Europa y su zona de influencia.

En el escenario de una recuperación acelerada, apostaría por un conflicto grave en Medio Oriente o, al menos, en Oriente. En conexión con ello prevería, además, un posible reacomodamiento de Europa Oriental ya que Putin difícilmente acepte una guerra, por ejemplo en la zona de Irán, si no se le hacen algunas concesiones compensatorias respecto de Ucrania y posiblemente hasta de Polonia. 

Argentina y la región 

En cuanto a la Argentina y a nuestra región, es obvio que se beneficiaría más del primer escenario que del segundo. Pero creer que el colapso financiero norteamericano no nos afectará equivale a vivir en el limbo. La crisis nos llegará. No les quepa la menor duda. No sólo porque todavía no ha pasado sino porque todavía falta mucho para que pase. Esperen a Marzo/Abril y después me cuentan. Es posible que en estas latitudes y hablando en cifras absolutas nuestra crisis no sea tan catastrófica como en el llamado primer mundo. Pero la explicación de eso es sencilla: en la América al Sur del Río Grande hay menos dinero, hay menos estructuras que pueden caer y, si se caen, lo harán desde una menor altura. Que se caiga alguna firma local que en un año no llega a facturar lo que una firma global factura en un mes no es, para nada, lo mismo que aguantar la caída de un AIG o de un Merrill Lynch.

 

Pero, de cualquier manera que sea, no tengan duda alguna de que los sacudones se sentirán también en esta parte del mundo. Y creer que se pueden paliar haciendo planes para comprar heladeras o cambiar calefones es algo en lo que solamente personas como los Kirchner y sus muchachos pueden llegar a creer. Si es que realmente creen en eso, aun cuando ya es obvio que no tienen ni la más pálida idea de lo que están haciendo.

Dada la interconexión global, la caída de una estantería tan grande como la de Bear Sterns o la de Lehman Brothers produce ondas expansivas que la Argentina no está en condiciones de parar en sus fronteras. Y, aparte de eso, la caída de la estantería del almacén de Don José tendrá, para Don José y para sus clientes, prácticamente el mismo efecto que para los norteamericanos tuvo la caída de Fannie Mae.

Porque esa estantería es la única que Don José tiene.

De modo que protéjanse, mantengan los ojos abiertos, cuiden sus trabajos si pueden y, por las dudas, consíganse un salvavidas y ténganlo a mano. Lo mejor que les puede pasar es no tener que usarlo.

No es cuestión de ser agoreros ni catastróficos, pero hay nubes muy negras en el horizonte. De modo que agárrense fuerte.

Y no hagan olas.
 

Un aporte de Roberto Oliver 

VOLVER a la portada de MAR Blog

 

 

Carta abierta al pueblo argentino Liliana Raffo de Fernandez Cutiellos: “Siento vergüenza de mis compatriotas...”

De verdad les digo siento vergüenza de mis compatriotas, de quienes comandan las fuerzas armadas, de su comandante en jefe y de todos los argentinos en general. 

De su falta de ética, su falta de moral cristiana y de sus deseos de venganza. 

Cuando me avisaron que mi marido murió a manos de la subversión solo pensé emulando a Jesús: 'Señor, perdónalos, no saben lo que hacen'. 

Sus verdugos eran pobres monigotes manejados como títeres para ejecutar acciones que quienes los comandaban no se animaban a ejecutar personalmente por falta de coraje. 

Hoy estoy mas que convencida de que eso era cierto. Esos cobardes son quienes nos gobiernan encaramados tras el escudo de una supuesta democracia.

 Esos que ordenaban encaramados en las sombras para no correr riesgos son los que ahora buscan venganza. 

Puedo entender a quienes le mataron a sus hijos porque es lo peor que le puede pasar a un ser humano. A mí me mataron a mi marido: un soldado de la patria, y mis hijos quedaron huérfanos, pero desconozco a quienes dicen ser 'madres' o 'abuelas' y que mantienen a esa caterva de maleantes viviendo en el extranjero. 

Puedo llegar a comprender relativamente el dolor, pero, ajena al sentimiento de odio personal, porque jamás lo he tenido, no puedo entender los deseos de venganza eterna de quienes se victimizan en nombre de una juventud idealista. 

El pueblo argentino está perdido, olvidaron esos años o tiene el corazón de piedra, ya no se trata de seguir las enseñanzas de Jesús y perdonar a quienes nos lastiman, hoy tratan de hacer el mayor daño posible. 

Lo hacen con los niños en las escuelas tratando que crean que la verdad de la historia es la que ellos cuentan, lo hacen con los ancianos que se desgastan, enferman y mueren en las cárceles sin juicio alguno porque no hay manera de comprobar que lo que el gobierno acusa sea verdad o porque la mayoría de las causas son inventadas…y todo por venganza. 

A LOS SEÑORES DEL PUEBLO ARGENTINO, SEÑORES JUECES, SEÑORES COMANDANTES DE LAS FUERZA ARMADAS, SEÑORA PRESIDENTA 

Hay compañeros de mi marido que están presos por luchar contra la guerrilla marxista y no me cabe duda que si el no estuviera muerto, asesinado por lo que el mismo combatió seria un preso político más. 

Yo me ofrezco a estar detenida por alguno que este enfermo. Estoy sana de cuerpo y de alma y si su venganza me tiene a mi puede durar mucho tiempo, si los tienen a ellos no mucho por su mismo estado de salud. 

OFREZCO MI LIBERTAD Y MI PROPIA VIDA A CAMBIO DE LA LIBERTAD DE ALGUNO DE ELLOS... DE ESA MANERA VOY A PODER DEVOLVERLE A MI PATRIA UN POCO DE LA DIGNIDAD QUE - QUIENES NOS GOBIERNAN - LE QUITARON. ¡UN PAÍS SALE A FLOTE POR LA ESPERANZA DE SU PUEBLO Y SI NO LA TIENE SE DESVANECE!

SEÑORES: HAGAMOS DE LA ARGENTINA, POR UNA VEZ EN LA VIDA, UN PAIS GRANDE Y CON ESPERANZA PARA NUIESTROS HIJOS. 

Liliana Inés Raffo de Fernández Cutiellos.
DNI: 11.194.280 

NOTAS

Liliana Ines Raffo es la señora esposa del Mayor Fernandez Cutiellos, que el 23 de enero de 1989, en pleno Gobierno Democrático del Presidente Alfonsín, se desempeñaba como Segundo Jefe del "Regimiento 3 de Infantería Mecanizada General Belgrano" ubicado en La Tablada.

El Mayor Cutiellos murió en combate al producirse el ataque del autodenominado "Movimiento Todos por la Patria" a la mencionada unidad militar.

Una colaboración de Carlos Díaz 

VOLVER a la portada de MAR Blog




Fuerza Patriótica en la Banda

 

El Partido Fuerza Patriótica de Santiago del Estero, se constituye también en el municipio de La Banda. Un ejemplo de perseverancia y militancia nacionalista al servicio del Bien Común. Damos a conocer aquí el comunicado inaugural de la Junta Promotora 

"Finalmente podemos anunciar que luego de un periodo -a nuestro gusto prolongado, pero absolutamente necesario- de contactos y de reuniones informales; hemos logrado lanzar en la ciudad de La Banda a nuestro partido Fuerza Patriótica.

Se ha conformado una Junta Promotora que la integran los siguientes camaradas: el Ingeniero Carlos Zerda, el Sr. Miguel Mattar, el Profesor Alejandro Auath, el Dr. Edgardo Moreno y el Sr. Neri Rolando Cejas. Acompañan a estos hombres un pequeño pero entusiasta grupo de jóvenes de militancia ya probada.

Queremos señalar que Fuerza Patriótica se lanza a la arena política, en esta ciudad, con el mismo espíritu que nuestros camaradas de la vecina ciudad de Santiago del Estero. Es decir, venimos a este terreno -al cual no pertenecemos y en el cual no nos sentimos cómodos-; con la intención de dar soluciones a los problemas concretos de los argentinos. Y hacemos esto por que, siguiendo la concepción republicana del nacionalismo que plantearon los hermanos Irazusta, creemos que el primer objetivo de nuestro Movimiento debe ser poner al Estado al servicio de los intereses nacionales; para que luego si podamos plantear las reformas conducentes tener un mejor sistema representativo y un orden social mas justo.

Decimos esto sin atisbo alguno de resentimiento marxista ni de demagogia electoralera; pues como todos saben nuestro partido es profundamente antimarxista y antiliberal y no nos importan los votos sino sumar voluntades. Decimos esto sencillamente por que Fuerza Patriótica a unido a sus principios cristianos y nacionalistas, el afán por la justicia social.

Por eso es que no somos un partido meramente patriótico o restaurador, sino un partido netamente revolucionario; entendiendo el término “revolución” como un regreso al orden natural conculcado por la subversión que se inicio con la maldita Revolución Francesa. En ese sentido nuestro partido es un anti-partido, pues la reforma al sistema electoral que planteamos la hacemos desde dentro del orden legal vigente, atento a que hogaño es la única opción posible. Lo contrario creemos que conduce al inmovilismo; y Fuerza Patriótica no tiene intenciones de quedarse en el mero testimonio.

Nosotros no vamos a esperar que el Sistema demoliberal y capitalista se caiga solo -por que no lo va a hacer-, nosotros queremos hacer todo lo que este a nuestro alcance para erosionar este edificio podrido que es permanentemente apuntalado por las distintas variantes u opciones que presenta el Régimen cada vez que una crisis amenaza su estabilidad.

Fuerza Patriótica se presenta a librar este combate levantando todas y cada una de las banderas del nacionalismo. Queremos el reinado Social de Cristo; queremos terminar con la sumisión de nuestra Patria al Imperialismo Internacional del Dinero, y queremos la justicia social. Pretendemos en definitiva una Argentina Soberana y Justa.

Para lograr este objetivo, consideramos imprescindible tomar medidas concretas y eficaces para difundir el nacionalismo, y eso no lo vamos hacer desde un cenáculo o una computadora, lo vamos a hacer llegando al hombre común, a nuestros jóvenes y obreros especialmente. Esto no quiere decir que desdeñemos o menospreciemos otros medios. Todo lo que se haga es un aporte; pero nuestra modalidad es, como decíamos mas arriba, la de ir directamente a tomar contacto con nuestros compatriotas para que las ideas nacionalistas se extiendan y se sumen nuevos militantes a las ya demasiado escuálidas filas del nacionalismo.

Y no se piense que lo nuestro es mero activismo, para desmentirlo allí están nuestros grupos de estudios, en los cuales nuestros cuadros se formar con los mejores pensadores nacionalistas. Tampoco se crea que atacamos aquí a los grupo nacionalistas con estrategias diferentes, simplemente queremos decir con orgullo que Fuerza Patriótica no reconoce a nadie ser mas nacionalistas que nosotros. 

JUNTA PROMOTORA CIUDAD DE LA BANDA

22 de Enero del 2009 

Publicado por Red Patriótica Argentina

VOLVER a la portada de MAR Blog



jueves, 29 de enero de 2009

La Argentina: presente dramático, futuro incierto



Por el Lic. Jorge P. Mones Ruiz


Si Néstor Kirchner recordara el catecismo que en su niñez debe haber estudiado, jamás podría sostener que estamos “saliendo del infierno”. Sencillamente porque de esa morada no se sale. Se sale, en todo caso, del purgatorio, lugar en el que creo que todavía estamos, desde hace tiempo. Pero me preocupa el hecho de que en esta especie de nueva “Divina Comedia” escrita por Sus Altezas Patagónicas, sean ellos los que nos lleven rápidamente a la posada de Satanás, y pagando peaje.

¿Por qué afirmo semejante cosa?

La diferencia sustancial entre la República Argentina y otras naciones se basa en la fragilidad de las instituciones propias o la falta de calidad de las mismas que caracterizan a nuestro país y que parece agravarse. Hechos que van desde la inseguridad (aumento del delito y la violencia), la pobreza y el desempleo, el nivel educativo, la corrupción, el auge de la contracultura, la falta de representatividad de la clase dirigente, la avidez sobre la propiedad privada, etc., así parece demostrarlo.

Pero evidentemente en aquellos países en los cuales las instituciones funcionan, el Estado puede atemperar los efectos no deseados de esas amenazas y cumplir con su misión, asegurando el bienestar y tranquilidad de sus ciudadanos. No está ausente. Nuestro caso es diferente, el Estado va camino a ser “Fallido”.

Hemos intervenido en dos guerras: una revolucionaria y otra convencional. Perdimos ambas: la agresión del terrorismo marxista internacional y la reconquista de nuestras Islas Malvinas, usurpadas por el Reino Unido de Gran Bretaña. Semejantes episodios deberían obligar a reformularse muchas cosas, desde la política nacional y la estrategia general hasta las propias estrategias sectoriales, como la cultura, la educación, la defensa, la seguridad, la economía, entre otras.

Pero hay algo peor que perder una guerra: es perder la pos-guerra. Y eso nos ha pasado a nosotros; no hemos estado a la altura de las circunstancias. Permitir la mentira y la verdad disfrazada, la venganza maquillada como justicia, el desconocimiento y falta de reconocimiento de heroísmos que bien podrían ser paradigmas contemporáneos de ese supremo sentimiento que es el amor a la Patria, están destrozando la identidad y el espíritu nacional, nuestro sentido de ”ser”. Perdemos nuestra calidad de ciudadanos (si alguna vez lo fuimos) para convertirnos en habitantes y consumidores, cuando no marginados o un nuevo tipo social, ”los mutantes” (basta con observar la conducta de ciertas hordas de adictos descerebrados y su comportamiento en la vía pública para comprobarlo).

Una sociedad (con instituciones incluidas) anémica, anómica y apática es menos resistente para neutralizar las amenazas exógenas y endógenas que se ciernen sobre ella, y consecuentemente sufre más las vicisitudes de los conflictos modernos.

No ser pesimista ante el cuadro de situación planteado hasta aquí, sería propio de alguien que vive una realidad virtual. Pero no debemos ser escépticos. Podemos mejorar y por eso debemos ser optimistas. Lograr los cambios necesarios dependerá de nuestra propia convicción y decisión para encarar una empresa restauradora de todo el cuerpo social e institucional.

Los estados además de encontrarse amenazados por otros Estados, pierden su poder frente a otros actores no institucionales y enfrentan nuevos tipos de agresiones. Aparece la sombra de la guerra civil, que no sólo es una costumbre ancestral, sino la forma primaria de todo conflicto colectivo.

Hans Magnus Enzensberger, en su ensayo “Perspectiva de Guerra Civil” (1994), planteó el concepto “de guerra civil molecular a escala planetaria”, expresada en ámbitos urbanos y vinculada a las subculturas de tipo marginal. Se trata de un conflicto sin objetivos políticos claros, con un alto grado de violencia, y en ese sentido, el escritor alemán advierte que “cualquier vagón de subterráneo puede convertirse en una Bosnia en miniatura”.

El desarrollo de esta guerra es, en un comienzo, incruento. Se inicia en forma imperceptible, ya que no necesita movilizar ejércitos, pero ya está presente en las sociedades occidentales cuyos focos comienzan a formar parte cotidiana de muchas grandes ciudades. “Poco a poco en la calle se van acumulando basura. En el parque aumenta el número de jeringuillas y de botellas de cerveza destrozadas. Por doquier las paredes se van cubriendo de graffitis monótonos, cuyo único mensaje es el autismo: evocan un yo que ya no existe. Los colegios aparecen con el mobiliario destrozado. Nos hallamos ante una declaración de guerra, aunque pequeña, muda, el urbanista experimentado sabe interpretarlo”.

Lo verdaderamente grave de este tipo de conflictos es que no están regulados por el derecho internacional, ya que ocurren en el seno de los Estados, por lo que la aplicación del derecho humanitario se hace impracticable; y lo que es peor; el agresor no reconoce leyes regulatorias ni le interesa la antijuridicidad de sus actos.

La crisis de la seguridad

La degradación del aparato estatal provoca el deterioro de los parámetros de seguridad interior.. La indolencia, desinterés, falta de estímulos, accionar cansino y falto de vocación comienzan a manifestarse en las instituciones estatales que deben velar por la seguridad. Evitar que se extienda depende del liderazgo que se tenga. Las responsabilidades institucionales de seguridad no se ejercen, sea por omisión o tolerancia pasiva a cambio de beneficios.. Los funcionarios estatales se involucran de manera directa y protagónica en operaciones delictivas. Se deja de confiar en las fuerzas del orden y en la justicia.

En esta fase se multiplican los espacios “off limits”. La indolencia, seguida de omisión y comisión, desemboca inevitablemente en la pérdida de manejo de la seguridad interior por parte del aparato estatal. Se generalizan: medidas de autodefensa (posesión de armas, rejas, candados, puertas, autos y chalecos blindados); conformación de barrios cerrados por sectores de alto nivel socioeconómico y la seguridad privada se torna usual..

Desde el momento en que una organización o masa delictiva se apropia de un territorio, todas sus acciones deben entenderse como acciones de guerra civil molecular, incluso aquellas que representan enfrentamientos entre bandas. Comienzan los entrecruzamientos de acciones; proliferan los combates entre organizaciones (bandas, mafias, carteles, hinchadas, grupos estudiantiles, patotas juveniles). La naturaleza del arma empleada no es relevante, sí lo es la voluntad de avasallar al otro ignorando completamente a la autoridad estatal.

Las Acciones

De tipo ofensivo: Acciones de inicio: vandalismo, extorsión, secuestros, todas aquellas actividades tendientes a librar un territorio del monopolio ejercido por el Estado.

Acciones de afianzamiento: buscan consolidar al nuevo poder.

Acciones de expansión: guerra civil molecular de naturaleza expansiva.. Los grupos que logran dominar una porción de territorio arrebatado al poder del Estado no permanecen aferrados a él, incursionan con más fuerza en el territorio que permanece bajo el dominio estatal.

De tipo defensivo: La resistencia surgirá en la sociedad frente a la ineficiencia del Estado y esa resistencia que superficialmente sería un obstáculo a los fines del comandante invisible (antijuridicidad) es en realidad un triunfo clave porque cuando la sociedad se vuelca a la autodefensa, se fragmenta y se distancia del aparato estatal.

Los cambios en el escenario urbano

Las acciones defensivas implican cambios arquitectónicos y de diseño urbano (garitas de seguridad, rejas – hasta en las plazas-, muros, perros, seguridad electrónica, custodias, etc.)

Las acciones reaccionarias, aparecen en la dinámica del caos queriendo asegurar la autodefensa, emprenden acciones ofensivas e ilegales sobre sectores a los que atribuyen la inseguridad (linchamientos en masa, justicia por mano propia, las ejecuciones sumarias, etc.)

Anarquía y/o Guerra Civil

El colapso del Estado significa el fin de la guerra civil molecular y el comienzo de la anarquía. Sin embargo la anarquía extrema es transitoria, no subsiste por si misma, retrocede hacia la regeneración del viejo Estado o se transforma en una guerra civil macroscópica con vistas a la constitución de uno o varios Estados.

Decía el filósofo Karl Schmitt, “no es la guerra civil la que lleva a la disolución de un Estado, es la desintegración del Estado lo que lleva a la guerra civil”.

Qué se debe tener en cuenta: Los Estados con grandes falencias de gobernabilidad se verán obligados a enfrentar este nuevo tipo de conflicto. Se da en sociedades que han perdido cohesión social y ofrecen un contexto de poco consenso para emprender respuestas eficaces. Para liberar a la población de este riesgo se debe desterrar la cultura de antijuridicidad, estableciendo y fortaleciendo la cultura de lo jurídico, del respeto a la ley. Aferrarse al ordenamiento legal existente, para que se produzcan las correcciones que las normas consuetudinarias y del Derecho imponen. Solamente un liderazgo genuino y ejemplar lejos de la demagogia y la “chequera” puede dar las soluciones apropiadas a la crisis.

Nuestra desorientación es tal que hoy pareciera que nos hemos subordinado a otro proyecto hegemónico regional, el “chavista”, peligrosa pesadilla tropical y mafiosa - narcosocialista que altivamente se yergue sobre aquellos países herejes de su origen y su destino.

Suele decirse (lugar común) que podemos perder el tren de la historia. Pero ésta, con su cualidad docente, suele ser benévola, y generalmente nos brinda otra formación ferroviaria para no caernos del mapa y poder así continuar, aún tardíamente, el trayecto de las naciones hacia el futuro. Ojalá así sea, pero me temo que nuestros dirigentes no se arriesgan a perder el ”tren de la historia”, sencillamente porque no saben dónde se encuentra la estación para abordarlo, lo que es peor.

Y hoy… 2009… aquellarres y orgías electoralistas ingobernabilidad, corrupción, proyectos de infraestructura efímeros que constituyen en realidad buenos negocios para algunos; una educación “gramsciana” que, declamatoriamente se define “progresista”, pero deforma y desinforma al educando privándolo de legítimas ambiciones de superación y verdadero ”progreso”; una juventud malformada por ciertos medios de comunicación social, también gramscianos, que trasvasan la admiración que merecen los genuinos próceres de nuestra nacionalidad y el ejemplo que nos dejaron, al igual que muchos criollos de ley en la actualidad, por nuevos “paradigmas maradonianos”, el heroísmo banal estupidizante que surge de la gesta de “Gran Hermano” o el coraje para “bailar en un caño”; una justicia prebendaria y fuertemente cuestionada; un Congreso sumamente eficiente como registro notarial o escribanía del gobierno y que parece haber olvidado el concepto de República; fuerzas de seguridad y armadas impotentes ante el estado de inseguridad e indefensión del país; son algunas de las condiciones que ponen en riesgo la supervivencia de la Nación. La sociedad percibe las falencias del sistema y su desencanto la vuelve anómica y abúlica. Tenemos pues el terreno fértil para que la anarquía y el colapso nacional sienten sus reales en la tierra de San Martín, Belgrano, Güemes, Berdina, Larrabure y Giachino ...


VOLVER a la portada de MAR Blog

La Gran Esperanza... la voz de la falange


Hace ya la friolera de 26 años que nuestro queridísimo Rafael García Serrano, escritor falangista de los que falleció con sus botas y su camisa puesta, consiguió el premio Espejo de España con el libro La gran esperanza. El premio está instituido por la editorial Planeta para biografías, ensayos o memorias y constituyó su novena entrega.

La gran esperanza recogía los recuerdos de Rafael García Serrano durante los años de la preguerra civil en Madrid. Narra los ambientes universitarios y la vida de los grupos falangistas de aquellos momentos. García Serrano aseguró estar muy sorprendido de recibir el premio "por la denuncia y conjura del silencio sufrida. Hay una enorme muralla de silencio frente a los escritores nacionales", dijo entonces.

García Serrano, cuya imagen fiel permanece incólume en nuestro pensamiento y en nuestro corazón, que ocupa su lucero desde hace ya 21 años, fue un ejemplo vivo de falangismo, de lealtad y de compromiso político y patriótico.

Recuerdo el primero de sus libros que cayó en mis manos: "Eugenio o proclamación de la primavera". En una edición especial de bolsillo, sí, "para el bolsillo de la camisa azul". Así decía la portada del pequeño librito. Tan pequeño en extensión como grandes eran los valores que proponía y exponía y, de hecho, los cimientos morales, ideológicos y de conducta que removió en muchos de nosotros.

Rafael demostró con su entusiasmo inagotable que hubo una generación de falangistas que soñaron una vez con una gran esperanza. Los mismos que, probablemente, se quedaron con la frustración permanente de nuestra revolución pendiente.

Ahora nos toca a nosotros, los falangistas de hoy. Hemos de afanarnos en construir las estructuras que hagan posible la realización de nuestra revolución. Hemos de implicarnos en transmitir al mundo, y sobre todo a los españoles, que aún podemos ser -a falta de consumación- la gran esperanza. Hemos, primero de todo, de recuperar nosotros mismos la ilusión y la FE firme en todo aquéllo que defendemos. Y para esto, HEMOS DE RECONSTRUIR UN ÚNICO Y FIRME MOVIMIENTO NACIONAL SINDICALISTA.

Mientras los demás se bajan del barco cuando hace aguas, mientras los demás acuñan nuevos términos "acordes con los tiempos", nosotros solo hemos de ser consecuentes. El movimiento...se demuestra andando.

Pronto, muy pronto, "la gran esperanza" se hará de nuevo realidad.. El que tenga oídos, que oiga.

Publicado por Ricardo Sáenz de Ynestrillas

VOLVER a la portada de MAR Blog

martes, 27 de enero de 2009

Carta abierta al Gral Div Luis Alberto Pozzi


Aprovechando que me encontraba descansando unos días en la Ciudad de Córdoba, el miércoles 21 de Enero, concurrí a Bower a visitar a mis Camaradas “Secuestrados” en la mencionada “Cárcel del Pueblo”...


Por el Cnl (R-PPP) Juan Carlos Alsina 

  

CARTA ABIERTA AL SEÑOR JEFE DEL ESTADO MAYOR GENERAL DEL EJÉRCITO

GRL DIV D LUIS ALBERTO POZZI

 

Aprovechando que me encontraba descansando uno días en la Ciudad de Córdoba, el miércoles 21 de Enero, concurrí a Bower a visitar a mis Camaradas “Secuestrados” en la mencionada “Cárcel del Pueblo”. 

Militares, policiales y civiles. 

Como se que a la fecha ni Ud. ni ninguna autoridad militar tuvo la delicadeza, camaradería o atención de visitarlos quiero hacerle algunos comentarios sobre esta experiencia. 

La primera pregunta que me hago es, ¿Si tal falta de atención se debe simplemente a una descortesía por parte de Ustedes o a alguna ORDEN INDIGNA recibida desde el Ministerio de Defensa? 

Si algo queda de los reglamentos que yo conocí, todo superior tiene la obligación de velar por el bienestar de sus subordinados. 

En el caso que me ocupa, el personal militar secuestrado en Bower, al igual que quién escribe, por nuestra condición de retirados dependemos formalmente del Director de Bienestar. 

Si esto es así y el personal militar en situación de retiro continúa dependiendo del Director de Bienestar, entonces me resulta INENTENDIBLE que ninguna autoridad militar perteneciente a esa Dirección se haya acercado hasta Bower para ocuparse del personal allí alojado. 

Ya no se trata ni de delicadeza, ni de camaradería. 

Se trata del NO CUMPLIMIENTO DE LAS RESPONSABILIDADES QUE POR CARGO Y FUNCION LES CORRESPONDEN. 

Para que quede claro.

No me estoy refiriendo solo al Director de Bienestar. 

También me estoy refiriendo a Ud, al Sub JEMGE, al Cte y 2do Cte del IIIer Cpo y toda otra autoridad militar de la cadena de mando. 

Para su conocimiento le cuento, que quedé asombrado de la ENTEREZA que observé en mis camaradas alojados en Bower.

Si mi General.

Quedé ASOMBRADO Y CONMOVIDO.

Viven una situación jurídica injusta y el abandono de sus pares.

Pese a ello se mantienen FIRMES.

Solo VERDADEROS SOLDADOS pueden tener la FORTALEZA que Evidencian los que allí se encuentran.

No sé si yo la tendría….!!!! Para ser justo, le cuento que la misma experiencia viví en el Cuartel Unión y en Campo de Mayo.

Debo suponer que lo mismo ocurre en las demás “Cárceles del Pueblo”. 

Para aclarar a que me estoy refiriendo, acá va un ejemplo.

Uno de nuestros camaradas “secuestrado” en Bower, enfermo de cáncer, sin recibir la atención médica adecuada, con un solo día de visita por semana (los miércoles), con su familia radicada en una provincia alejada, muy afectuosamente me dijo. 

“Mi Coronel. gracias por venir a visitarnos.

Quédese tranquilo mi Coronel.

Yo voy a vivir 10 años más.

Y mis últimos días seguramente los pasaré con mi familia”. 

No le voy a mentir mi General. En ese momento debí enjuagar unas lágrimas que vergonzosamente no pude contener. 

¿Le llegó mi General algún comentario respecto a la relación establecida entre los presos comunes y el personal militar? 

Le cuento. Es increíble la calidez y el respeto con que los presos comunes tratan a nuestros camaradas secuestrados. 

Fundamentalmente al Sr Grl MENENDEZ. 

¿No le llama la atención? ¿Por qué será? ¿Se enteró mi General de la TENSION y la TRISTEZA que todos los miércoles al finalizar el horario de visita se produce en la cárcel? 

Primero se retiran nuestros camaradas secuestrados. 

Lo hacen por un pasillo muy largo. 

Mientras ellos caminan sus familiares, esposas, hermanos, hermanas, hijos, hijas, nietos, etc, etc, etc, con lágrimas en los ojos y en silencio los ven alejarse. 

Luego se retiran las mujeres y finalmente los hombres. 

¿Le contaron mi General que mientras los vehículos comienzan a recorrer el camino de salida, LOS FAMILIARES Y AMIGOS QUE EN ELLOS SE DESPLAZAN saludan con banderas argentinas a los SOLDADOS que allí quedan? 

Así de emotiva es la despedida mi General. 

Y mientras desde los vehículos flamean las banderas, desde cada ventanita del penal contestan al saludo SACUDIENDO prendas de distintos colores. 

Y no solo los SOLDADOS, mi General. 

También los presos comunes. 

Trataré ahora de resumirle la situación a la fecha en la Cárcel del Pueblo de Bower. 

• Camaradas Secuestrados. Once.

• Tres con más de 75 años de edad.

• Uno con CIRROSIS.

• Uno con CANCER y DIABETES. Actualmente tiene más de 80 años.

• Uno con 4 bypass y problemas cardíacos. Su mujer padece un Cáncer muy avanzado. No tienen ningún contacto con ella.

• Uno CARDIACO. Problemas en las piernas.

• Uno con DIABETES.

• Uno con CANCER de COLON. 

Por si no está debidamente informado. Ninguno de los enfermos recibe la asistencia médica ni la medicación necesaria. 

¿Esto no constituye abandono de persona? 

Así como a la fecha los “Secuestrados” en Bower no han recibido la visita de NINGUNA AUTORIDAD MILITAR (Falta a los deberes de funcionarios públicos). 

Tampoco reciben el apoyo espiritual del capellán de la guarnición. 

No lo puedo confirmar, pero tengo entendido que existiría una orden del Cte de Cpo según la cual tanto el personal militar en actividad como el Capellán de la guarnición tendrían ORDEN EXPRESA DE NO VISITAR AL PERSONAL SECUESTRADO. 

¿Es cierto esto? Si lo fuera ¿No es una ORDEN INDIGNA? 

Supongo que si la Ministra de Defensa tiene oportunidad de leer esto se pondrá muy contenta por la LEALTAD de sus Generales....!!!! 

Como resumen. 

El único reclamo y muy respetuoso que escuché durante las escasas horas que pude estar con ellos, estuvo referido al LLAMATIVO ABANDONO por parte de las AUTORIDADES MILITARES. 

Abandono en todo sentido. 

Córdoba, 26 de enero de 2009 

Cnl (R-PPP) JUAN CARLOS ALSINA 

 

Más información www.politicaydesarrollo.com.ar

Contáctenos: politicaydesarrollo@gmail.com 

VOLVER a la portada de MAR Blog

 

Levantan excomunón

La Sala de prensa de la Santa Sede dio a conocer hoy un comunicado en el que señala que el Papa Benedicto XVI, “después de un proceso de diálogo entre la Sede Apostólica y la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, representada por su Superior General, S.E. Mons. Bernard Fellay, ha acogido el pedido formulado nuevamente por dicho Prelado, en carta del 15 de diciembre de 2008, a nombre de los otros tres Obispos de la Fraternidad, S.E. Mons. Bernard Tissier de Mallerais, S.E. Mons. Richard Williamson e S.E. Mons. Alfonso del Gallareta, de levantar la excomunión en la habían incurrido hace veinte años”.

La nota de la Sala de prensa recuerda que a causa de las consagraciones episcopales realizadas el 30 de junio de 1988, por Marcel Lefebvre sin mandato pontificio “los cuatro Prelados mencionados habían incurrido en la excomunión latae sententiae, declarada formalmente por la Congregación de los Obispos con fecha 1° de julio de 1988”.

La nota cita también las palabras de la carta de Mons. Fellay al Sumo Pontífice : “estamos siempre firmemente determinados en la voluntad de permanecer católicos y de poner todas nuestras fuerzas al servicio de la Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo, que es la Iglesia Católica romana. Nosotros aceptamos su enseñanza con ánimo filial. Nosotros creemos firmemente en el Primado de Pedro y en su prerrogativas, y por eso nos hace sufrir tanto la actual situación”.
“Su Santidad Benedicto XVI, que ha seguido desde el inicio este proceso”, sigue la nota de la Santa Sede, "ha buscado siempre de recomponer la fractura con la Fraternidad, incluso reuniéndose personalmente con S.E. Mons. Bernard Fellay, el 29 de agosto de 2005. En aquella ocasión, el Sumo Pontífice manifestó la voluntad de proceder gradualmente y en etapas razonables tal camino y ahora, benignamente, con solicitud pastoral y paterna misericordia, mediante un Decreto de la Congregación para los Obispos del 21 de enero de 2009, revoca la excomunión que pesaba sobre los mencionados Prelados. El Santo Padre se ha visto inspirado en esta decisión, del augurio a que de que se llegue lo más pronto posible a la completa reconciliación y a la plena comunión”.

Decreto
El Decreto de la Congregación para los Obispos señala: "con carta del 15 de diciembre de 2008 dirigida a Su Eminencia el Señor Cardenal Darío Castrillón Hoyos, Presidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, Mons. Bernard Fellay, a nombre de los otros tres Obispos consagrados el día 30 de junio de 1988, solicitaba nuevamente el levantamiento de la excomunión latae sententiae formalmente declarada con Decreto del Prefecto de esta Congregación para los Obispos de fecha 1° de julio de 1988”.
El decreto de la Congregación cita el pasaje de la carta de Mons. Fellay ya mencionado en la nota de la Sala de Prensa y señala: "Su Santidad Benedicto XVI - paternamente sensible a la desazón espiritual manifestada por los interesados a causa de la sanción de excomunión y confiado en el compromiso expresado por ellos en la citada carta de no ahorrar esfuerzo alguno para profundizar en los diálogos necesarios con las Autoridades de la Santa Sede sobre las cuestiones aún abiertas, para así poder llegar pronto a una plena y satisfactoria solución del problema surgido al origen - ha decidido reconsiderar la situación canónica de los Obispos Bernard Fellay, Bernard Tissier de Mallerais, Richard Williamson y Alfonso de Galarreta surgida con su consagración episcopal”.
“Con este acto –sigue el decreto- se desea consolidar las recíprocas relaciones de confianza e intensificar y dar estabilidad a las relaciones de la Fraternidad San Pío X con esta Sede Apostólica”. Este don de paz, al concluir las celebraciones natalicias, quiere ser también un signo para promover la unidad en la caridad de la Iglesia universal y llegar a eliminar el escándalo de la división”.
“Se augura que este paso sea seguido por la solícita realización de la plena comunión con la Iglesia de toda la Fraternidad San Pío X, testimoniando así verdadera fidelidad y verdadero reconocimiento al Magisterio y a la autoridad del Papa con la prueba de la unidad visible”.
En base a las facultades expresamente concedidas por el Santo Padre Benedicto XVI, en virtud del presente Decreto, levanto a los Obispos Bernard Fellay, Bernard Tissier de Mallerais, Richard Williamson y Alfonso de Galarreta la censura de excomunión latae sententiae declarada por esta Congregación el 1° de julio de 1988, mientras declaro nulo de efecto jurídicos, a partir de la fecha de hoy, el Decreto emitido entonces.

Roma, de la Congregación para los Obispos, 21 de enero de 2009.

Cardenal Giovanni Battista Re

Un aporte de Genero Soto

VOLVER a la portada de MAR Blog

27 de Enero de I871 - La batalla de Ñaembé


Primera rebelión jordanista

Hacia 1870 un aire vivificador y fecundo viene de Europa. El puerto de Buenos Aires se ensancha para dar cabida a tantos barcos de ultramar. El viejo continente entra por el Riachuelo y va conquistando la ciudad y el campo. Los viejos hábitos criollos y españoles van desapareciendo ante la aparición de los que llegan de Francia, Inglaterra e Italia. Pero el país está muy pobre por esa sangría que provoca la Guerra el Paraguay y por el dinero que cuesta. Sin embargo, el pueblo se europeiza; un poco con gusto y otro poco a la fuerza, pero lo hace.

Dos elementos, que son extremos, sin embargo, se resisten a las caricias cautivadoras de la cultura europea: los últimos caudillos del interior y los nuevos intelectuales de la ciudad representados por la prensa de Buenos Aires. Tampoco se europeiza el gobierno nacional ejercido por Sarmiento que, a todo trance, quiere someter a las provincias opositoras a sangre y fuego.

En La Rioja, en San Juan, en San Luis y en Entre Ríos, los últimos gauchos se agitan ensayando chuzazos de sus ensangrentadas tacuaras. Son los resabios de una época que no quiere terminar de pasar del todo, acuciados sus instintos por la prepotencia del presidente de la República. En Buenos Aires, la prensa, no queriendo oír la voz culta que viene de Europa, imita a los caudillos del interior, agitándose contra el Presidente a quien dirige frases irrespetuosas y hasta insultos.

Mientras esa prensa dirigida por Mitre, y Juan María Gutiérrez, a quienes pronto se unirá José C. Paz, se ensaña con el Presidente de la República, José Hernández desde el “Río de la Plata” combate a Sarmiento en lo que tiene de arbitrario, pero guarda el respeto que merece la investidura de quien es Presidente de los argentinos y sofrena el desborde de la oposición.

Los propósitos de avasallamiento de las provincias por parte del Presidente que, con su excesivo personalismo “no admite más opinión ni más autoridad que la suya”, y el celoso principio de autonomía federal de los últimos caudillos, ensangrientan el país una vez más: el 11 de abril de 1870, al sublevarse en Entre Ríos el general Ricardo López Jordán, la partida que forma la avanzada revolucionaria asesina al general Urquiza en su palacio San José, de Concepción del Uruguay.

Hacía un mes que había sido muerto bárbaramente el mariscal Francisco Solano López, con lo que la guerra con el Paraguay quedaba terminada. Pero ahora viene esta sublevación y este asesinato de Urquiza a prolongar la guerra, dentro de las propias fronteras nacionales.

En distintos lugares del norte y de Cuyo, se notan también síntomas de levantamiento contra Sarmiento, y en Buenos Aires, la oposición acepta la coyuntura para arreciar la campaña contra el Presidente. Por su parte, Sarmiento violentísimo, toma sus medidas precaucionales. Primero ha de vigilar muy estrechamente a los opositores de Buenos Aires, principalmente a los periodistas. José Hernández siente enseguida la amenaza; ve la mano férrea del Presidente que se tiende sobre su diario; algo le dicen confidencialmente sobre las intenciones de Sarmiento de clausurarle el diario y meterlo preso a él. Advierte que los esbirros lo siguen, que lo vigilan. Disimulados en los boliches de las inmediaciones; arrinconados en las esquinas cerca del Club, parados en la puerta de la Confitería, los esbirros espían a Hernández. El los conoce, está acostumbrado a ellos, ha aprendido a conocerlos allí mismo en Buenos Aires en la época de “La Reforma Pacífica”, los vio luego en Paraná, después de la caída de Pedernera, los volvió a ver en Rosario y más tarde en Corrientes. Estos esbirros tienen en todas las ciudades y todos los tiempos el mismo tipo, la misma facha, el mismo sello; tienen algo de tahur y de compadrito, campea en ellos el estigma del explotador de bajo fondo y del “pesado” de arrabal. Hernández tropieza con ellos en todas partes; mira hacia delante y los ve parados en la esquina, se vuelve, y advierte que lo siguen.. Un día ve como rodean la manzana donde está la redacción. Resuelve, entonces, escribir el último editorial y clausurar el diario; estampa estas palabras: “No queremos asistir en la prensa al espectáculo de sangre que va a darse a la República…. No hemos aprendido a cortejar en sus extravíos a los partidos ni a los gobiernos, y antes de hacernos una violencia a que no se somete la independencia y rectitud de nuestro carácter, preferimos dejar de la mano la pluma que hemos consagrado exclusivamente al servicio de las legítimas conveniencias de la Patria. Dejamos de escribir el día en que no podemos servirla”. (1)

Una tarde, Hernández guarda dos pistolas en los bolsillos del pantalón, se cerciora del dinero que lleva, deja una cantidad a su esposa, Carolina, besa a sus hijos y abraza a su mujer. Y sin decir una palabra de despedida, sin mencionar para nada su partida, sale luego a pasos rápidos, sube a un coche que lo espera, y desaparece por el largo camino que va hacia la costa. Por ese camino galopa ahora con dos hombres más, por entre sauces y garabatos, como buscando algo que él sabe que tiene que estar allí. Desmontan los tres; luego conversan, se abrazan en una despedida afectuosa, y vuelven a montar. Y mientras Hernández sigue galopando hacia el norte, siempre por la costa del río, los otros dos toman el camino de Buenos Aires. A la noche, Hernández se embarca en un balandro para trasbordar más tarde, cuando la oscuridad ya es completa, a un vapor de la carrera. Al día siguiente navega por el río Uruguay esperando el momento de desembarcar para unirse a las fuerzas de López Jordán. Mientras el vapor avanza lentamente aguas arriba, Hernández cavila. Ha muerto el general Urquiza, el viejo león desmelenado de San José. Habrá comparecido ya ante el supremo tribunal para responder de los soldados que hizo sacrificar inútilmente en la batalla de Pavón, de la que él desertó.

Desde entonces había estado gravitando en la política de Entre Ríos como un peso muerto, un lastre que arrastraba hacia abajo el fervor federal y la pasión autonomista de la provincia. Nada se podía hacer sin su consulta, ni nada podía resolverse sin su previo convencimiento. Ante su política de entrega a la oligarquía porteña, la vieja y orgullosa soberbia entrerriana iba agachando la cabeza en una claudicación vergonzosa e indigna. El caudillo que había en Urquiza había muerto para dejar su lugar al patriarca, pero un patriarca decadente y vencido que se había convertido en un humilde vasallo del Presidente de la República. Entre Ríos, bajo la férula degradada de Urquiza, era una provincia más, sometida a la oligarquía porteña, como eran Santa Fe, Corrientes, Mendoza… No, Entre Ríos no podía sumarse a las provincias vasallas; la soberbia entrerriana no podía agachar mansamente la cabeza; las lanzas entrerrianas aún estaban cimbrantes y húmedas de sudor y de sangre. Si el sometimiento de Entre Ríos convenía a la logia de Buenos Aires de la cual Urquiza, Sarmiento y Mitre eran “hermanos”, y allí lo habían convenido, en las cuchillas entrerrianas aún quedaban gauchos dispuestos a morir por la libertad. Si bien la muerte de Urquiza era un crimen y su sangre una mancha, López Jordán era un símbolo y una bandera. Y había que seguirlo.

Días después, al rayar la aurora, Hernández desembarca en la costa del Uruguay cerca de Gualeguaychú con algunos hombres más, y todos juntos, al promediar la mañana, galopan por entre las cuchillas entrerrianas en dirección al oeste. Llevan un rumbo fijo que siguen con fidelidad de un ideal profundamente arraigado en su corazón. Todos ellos son viejos federales, soldados de Cepeda y Pavón, emigrados por la pertinacia de sus convicciones.

Al brillo del sol de mayo en la mañana esplendorosa, se muestran como vestidos de fiesta los pueblos que atraviesan, los ranchos pintados de blanco, algunos con listas o franjas rojas o celestes, a la sombra de algún aguaribay gigantesco o de un frondoso y lánguido sauce. Se apean en algunas pulperías para tomar caña o aguardiente y escuchar la conversación de los paisanos. Se confunden cuando pueden con ellos e inquieren noticias; todos lamentan la muerte de Urquiza pero nadie está dispuesto a levantarse para vengar o desquitarse de su muerte. Nadie, absolutamente nadie s emueve ni se agita en defensa del ilustre muerto, ni los gauchos, ni los militares. Entre Ríos no aplaude esa muerte, pero la justifica y se levanta como un solo hombre al grito de “¡Viva el general López Jordán!”, a quien la legislatura nombra el 14 de abril de ese mismo año, gobernador interino. (2)

Hernández, rememorando aquellos lejanos tiempos en que galopaba en el escuadrón del rengo Sotelo por los campos de Buenos Aires, piensa que en lugar de haberse adelantado en sus ideales de libertad institucional, se ha retrogradado ante el poder absorbente y centralista de Buenos Aires. Está en esas meditaciones cuando llega con sus compañeros a las inmediaciones de Durazno. Sujetan un poco el galope y entran por el callejón bordeado de espinillos. En la entrada del pueblo, un oficial se adelanta hacia ellos, por lo que ponen los caballos al paso y luego paran. El oficial les da el “quien vive” y Hernández, adelantándose, se da a conocer. El oficial es un antiguo soldado que ha estado con Galarza en Cepeda y Pavón, y por la corpulencia y el nombre reconoce a Hernández. Se saludan, se cambian unas expresiones, Hernández presenta a sus compañeros, y todos se adelantan hacia el destacamento militar. Al día siguiente, Hernández, el comandante Ezequiel Velázquez, y los compañeros de aquél, galopan por los campos de Teófilo Urquiza en el distrito de Vergara. Cerca del mediodía, en una ranchada rodeada de añosos aguaribayes, hacen alto. Momentos después bordea la cuchilla cercana un grupo de oficiales y soldados: la típica figura de criollo y de patriarca, del general Ricardo López Jordán se destaca a su frente. Hernández, sus compañeros y el comandante Velázquez forman militarmente tomando de la brida sus caballos. López Jordán sujeta su caballo a diez metros de sus adictos y es saludado por la modesta población de la ranchada con un “¡Viva el general López Jordán!”, que éste agradece fijando sus ojos negros y penetrantes en todos ellos. Luego desmonta y se dirige resueltamente a Hernández a quien abraza efusivamente. Los dos hombres quedan abrazados estrechamente un largo rato aumentando la emoción de los que están allí reunidos. Luego el caudillo saluda a los compañeros de Hernández y al comandante Velázquez, y se acerca a los paisanos de la ranchada, a las mujeres y los chicos; conversa con todos ellos y entra enseguida al más grande de los ranchos. Alrededor de una mesa se comunican las últimas noticias, se cambian impresiones y se toman algunas medidas para resistir las fuerzas nacionales que Sarmiento ha enviado contra Entre Ríos a las órdenes del comisionado nacional general Emilio Mitre.

Es la media tarde cuando todos montan a caballo para dirigirse al sur. Cuando está por emprender la marcha, López Jordán pide a Hernández que galope a su lado y hace constar a los presentes que desde ese momento queda incorporado a su ejército en calidad de Ayudante suyo.

Y nuevamente la vida azarosa y agitada del campamento y de la guerra para este hombre impulsado por un sino turbulento y extraño. Allá va Hernández entre los escuadrones gauchos, entre ponchos y tacuaras, atravesando campos, cruzando pagos, empujando ilusiones. Y allí, en la ciudad orgullosa y cómodo, su mujer y sus hijos añorando al ausente.

De todos los pagos, de todos los ranchos, salen hombres para unirse a López Jordán; toda la provincia se une a él como a la última esperanza de autonomía provincial, como si fuese imagen y símbolo de los valores espirituales de la tierra nativa. Paisanos que no tienen nada que esperar de esta guerra, gauchos que no ambicionan ningún bien ni ninguna prebenda, ni galones ni posiciones rentadas, nada, absolutamente nada; acuden con su caballo y su tacuara a alistarse en el ejército de las esperanzas entrerrianas. Y siguen tras de López Jordán con esa fe y esa exaltación espiritual de los prometeros tras de la imagen sagrada.

Gauchos, trasunto, esencia y sustancia de esta tierra criolla, allí, al lado de Hernández, confundidos con él, galopan, marchan silenciosamente a veces, bullangueramente otras, pero siempre tranquilos, confiados, enteros, sin reticencias y sin prevenciones. Hernández los contempla, habla con ellos, los ausculta espiritual y moralmente, y siente que en su alma se eleva como un himno de admiración y respeto por ellos.

Batalla de El Sauce

Allá, al atardecer, la tropa busca un lugar, en el repecho de una cuchilla, para acampar. Y momentos después, cuidadas las caballadas, se arman los fogones, el mate circula de mano en mano, el humo se levanta y el olorcito incitante del churrasco despierta el apetito y el buen humor. A la noche, envueltos en sus ponchos los hombres duermen sobre la tierra tres veces criolla de Entre Ríos, bajo el manto oscurísimo de la noche y el temblor de las estrellas. A la mañana siguiente, 20 de mayo de 1870, toda la tropa está a caballo al borde de la cuchilla, mientras allá, enfrente, a una legua de distancia, la avanzada de las fuerzas nacionales del general Conesa, formada en escuadrones por pequeñas columnas evoluciona como en día de parada. López Jordán toma sus disposiciones, y horas después chocan los dos ejércitos. De un lado, el coraje criollo sin ningún adorno ni resguardo, al aire los ponchos gauchos y las melenas nazarenas, entre el cimbrear de sus tacuaras como únicas armas; del otro, el mismo coraje ayudado por las armas modernas, el fusil de precisión y el cañón alemán rayado en media espiral, haciendo estrago en la carne gaucha. La caballería entrerriana ahuyenta a la enemiga y deshace algunos cuadros de infantería, pero careciendo López Jordán de armas de fuego modernas y suficientes, se bate en retirada.

El ejército gaucho, quebradas las más de sus tacuaras, retrocede por los campos nativos. Hernández, al lado del caudillo se siente dominado por la amargura y la rabia; echa vistazos a los escuadrones que lo rodean y parece reconfortarse con la expresión de conformidad y confianza de esos gauchos.

Batalla de Santa Rosa

¿Hay alguna esperanza de triunfo en esta guerra? No, no hay ninguna. Lo ve enseguida Hernández, pero al igual que los gauchos eso no debe calcularse, sino la justicia y santidad de la causa que se defiende. Y Hernández sigue tras del caudillo con su vida azarosa y llena de peligros, por la que quien más ronda es la muerte.

El país mira con evidente desagrado esta guerra de Entre Ríos y se admira del valor de las tropas gauchas de López Jordán. Pronto Sarmiento tiene que enviar seis generales allá, y proceder al repudiable procedimiento de las levas para formar un ejército capaz de terminar con la resistencia entrerriana. Exige un ejército de veinte mil hombres, que no logra formar, mientras López Jordán, burlando con viveza gaucha a los generales Mitre, Rivas y Conesa, toma Concepción del Uruguay, con su guarnición y su jefe, el coronel Claro Ortiz. Inmediatamente reúne a los prisioneros y los deja libres para que cada cual se marche a su provincia, a su casa. El 14 del mismo mes de julio se apodera de Gualeguaychú. Pero la artimaña y viveza gauchas terminan ante la presencia del formidable ejército nacional; el general Ignacio Rivas provisto de armas de fuego modernas, enfrenta a López Jordán en Santa Rosa, y la mortandad gaucha es impresionante.

Batalla de Ñaembé

Acorralado como una fiera por todas partes, sabe el caudillo que una fuerza nacional desprendida de Corrientes va a atacarlo por el norte. Audaz y valiente, López Jordán avanza sobre esa provincia. Mandaba la vanguardia el coronel don Pedro Seguí, la que se formaba de un regimiento de Concordia, a las órdenes del teniente coronel Lescano y mayor Cruz Pais, de un regimiento de Gualeguaychú, a las órdenes del teniente coronel Romualdo Hermelo y el mayor Diosmán Astorga, de un regimiento de Rosario Tala, a las órdenes del teniente coronel Jorge Carballo, quien desempeñaba también el cargo de Jefe de Detall y de un batalloncito a las órdenes del teniente coronel Pablo Palavecino.

Cerca de la laguna de Ñaembé, en Corrientes, el 26 de enero de 1871, las armas de fuego de alta precisión del ejército nacional van quebrando las tacuaras entrerrianas. Pero la fiereza gaucha no se rinde mientras los escuadrones conserven su formación. Alrededor de López Jordán, en pleno combate, se reúnen oficiales distinguidos y lo más escogido de sus tropas formando como un cerco en torno de su preciosa persona. Cuando la metralla ha abierto una ancha brecha, la caballería correntina embiste furiosa. Allí va, en primera línea la lanza terrible de José Gómez (El Bravo). Su empuje es tan fiero que llega junto mismo a López Jordán. Se cruzan las tacuaras de las dos provincias, y cuando Gómez seguido de algunos de sus más valientes soldados va a arremeter contra el caudillo, surge en el entrevero la figura pujante y avasalladora de Hernández, cuyo brazo hercúleo blande con furia invencible su pesada y larga lanza. La atropellada es terrible y lleva a Gómez, el Bravo, y a sus soldados a media cuadra de distancia para perderse enseguida en la confusión bárbara del combate. (3)

Pero la batalla está perdida. El Remington y el cañón modernos han vencido a las tacuaras gauchas. Y López Jordán ordena el toque de retirada. Al atardecer, allá junto al río Corrientes, se reúne con los pocos dispersos y acampa para pasar la noche. Al otro día el pequeño grupo emprende la retirada hacia el este, buscando la frontera del Estado Oriental. Galopan en silencio, concentrado cada uno en sus propias reflexiones. Junto a López Jordán va Hernández, caviloso, reconcentrado, con el sello de la amargura reflejado en su semblante.

Allá en Buenos Aires, ha quedado Carolina con los tres hijos. Ahora ya son cuatro sin duda, porque en el momento de partir estaba por ser madre por cuarta vez. ¿Habrá nacido ya su hijo? ¿Carolina estará bien? ¿Será niña o varón? Galopa por los campos de Corrientes entre espinillos y paja brava, entre hacienda salvaje y gentes recelosas. Han salido chasques en todas direcciones avisando a los destacamentos para que los prendan y los fusilen. ¿Se les adelantará algún chasque? ¿Llegará a avisar a algún destacamento fuerte y serán detenidos? Allí enfrente, a pocas leguas está Curuzú Cuatiá. Allí hay un fuerte contingente de soldados correntinos. El amor propio criollo le ha dictado a López Jordán no huir a la disparada, sino tranquilamente, al galope regular, como Lavalle en Quebracho Herrado y como Paz cuando en El Tío lo perseguía la patrulla que no le habría boleado el caballo si él hubiera disparado olvidándose de que era general y criollo. (4)

Así van López Jordán, Hernández y sus compañeros: al galope regular. Su amor propio de criollos no les permite disparar. Ahora deben dar un rodeo para salvar Curuzú Cuatiá que esta enfrente, a dos leguas escasas. Pero nadie dice una palabra y el caudillo va como ensimismado. De pronto levanta la cabeza, mira a sus compañeros y dice solamente que cada cual apronte las armas que tiene porque en Curuzú Cuatiá pueden ser atacados. Y avanzan resueltamente. Al atardecer llegan a los primeros ranchos del pueblo; al pasar se internan por sus callejuelas polvorientas. Salen perros a ladrarles y hombres y mujeres a mirarlos. Pero nadie los detiene. Pasan frente al destacamento policial y siguen buscando la salida del pueblo. En su límite algunos se apean en una pulpería, toman cañas, y siguen galopando hacia el este, en dirección al Paso de los Libres. Cuando llegan a Mercedes, frente a la perspectiva del destierro sienten cómo el corazón se convierte en aldabón y golpea en el pecho como si fuese la puerta del hogar distante. Hernández siente también esos golpes por dentro, y mientras los otros piden permiso al caudillo para volverse a Entre Ríos, a su casa, y doblan directamente hacia el sur, los pocos que quedan, Hernández entre éstos, siguen hacia el este buscando la costa del Uruguay. (5)

Forman ahora un pequeñísimo grupo, un puñado de hombres que llevan dentro, como en un nido, el amor a su ideal federalista. Son los últimos cruzados de una idea generosa que nació el mismo día que la patria, y que después de algunas victorias ha ido sufriendo derrotas hasta perderse casi, desgarrada en la fatalidad.

Galopan estos hombres guiados por el instinto gaucho de la dirección y el rumbo; parecería que avizoraran el punto de distancia, que olfatearan el camino que nunca recorrieron. En la noche, después de adquirir algún alimento en la pulpería, o de solicitarlo en algún rancho o estancia, buscan un lugar apartado del camino, cenan, toman mate al calor del fogón, hablan de las glorias pasadas y de la incertidumbre del porvenir patrio, y luego se acuestan sobre el “recao” a dormir, quedándose uno de ellos, por turno, montando guardia.

Mientras Hernández corre los azares de su vida agitada, Carolina se retira a la quinta de Mamá Totó, en San Martín. Y allí, en la misma pieza y en la misma cama en que nació José Hernández, nace el 28 de mayo de este año de 1870, su hija Margarita. Ninguna noticia tiene Carolina de su Pepe, pero sabe por los diarios las derrotas que ha sufrido López Jordán. Postrada en cama, imagina a Pepe galopando en el ejército entrerriano al lado del caudillo heroico. Un oleaje de pesimismo y de amargura refleja la imagen del ausente querido entre balas y lanzas, huyendo en derrotas, sufriendo; posiblemente herido; muerto quizás.

Mientras Isabel y Manolito juegan en la galería, y Mercedes dormita en la cuna, allí, junto a ella, está esta pequeña Margarita, recién venida a la vida, estremeciéndose en los primeros contactos con la luz del día, y moviendo sus bracitos como extendiéndolos al padre ausente, que quizás cuándo vendrá, que quizás si vendrá un día.

Añora Carolina los pocos años de ventura que ha tenido al lado de su marido y los continuos sobresaltos y angustias de la vida azarosa que le ha tocado en suerte. En la mañana tibia, abandona sus brazos a lo largo de los cobertores, y pasea su mirada por la habitación, y por el campo que se divisa distante por la ventana. Un verdor esmeralda de alfalfares y trigales se extiende hacia el norte, recortándose a la distancia por una línea de álamos y retamos que, en los claros, dejan entrever un caserío, o ranchada, donde los chicos juegan alborozados y despreocupados, mientras las madres trajinan en los quehaceres domésticos, cantando alegres y dichosas.

Allí mismo, por sobre la cabeza de Mamá Totó, que al lado del aljibe hace su acostumbrada caridad de unos reales y unas ropitas a una pobre del lugar, en el alto retamo, calandrias y jilgueros parecen rivalizar en sus trinos arrulladores como cantando un himno a la naturaleza triunfal y a la vida radiante. Solamente ella está postrada, triste, pero resignada y tranquila.

Mientras Carolina así cavila, allá, en la costa de Corrientes, a orillas mismas del río Uruguay, en el Paso de los Libres, José Hernández, Ricardo López Jordán, Juan Pirán y media docena más de federales, se disponen a abandonar la patria convirtiéndose en exiliados. Los hombres frenan sus caballos, se apean y se miran en silencio. Frente a ellos está el río, más allá, del otro lado, el Brasil, el destierro. (6) Algunos se vuelven, miran por última vez los campos de la patria, las últimas poblaciones argentinas, unas ranchadas distantes y el pueblo en que está. Y como si algo les golpeara por dentro, algunos lagrimones asoman a sus ojos. Y enderezan hacia el río: dentro de unos instantes serán extranjeros en tierra extraña, desterrados políticos, hombres que han huido de su patria por no sufrir el centralismo prepotente de la oligarquía adueñada del poder nacional de la República. Mientras ellos atraviesan el río, sus compañeros de revolución, los gauchos que cayeron prisioneros en El Sauce, Santa Rosa y Ñaembé, son conducidos a los cantones de la frontera, sin ley ni derecho, como botín de los ejércitos bárbaros. La orden la dicta y la firma Sarmiento en nombre de un principio civilizador y humanitario que no alcanzan a fundamentar ni explicar, los cincuenta volúmenes de sus obras completas.

Referencias

(1) La fecha de este editorial es 22 de abril de 1870. No sabemos por qué motivo la fecha y el texto de este artículo han sido alterados por algunos escritores.
(2) La verdad histórica es que en Entre Ríos nadie salió en defensa de Urquiza, plegándose la provincia a López Jordán, quien llegó a contar hasta con 12.000 soldados.
(3) Más tarde, Gómez dirá que buscó empeñosamente a Hernández en el combate, pero no pudo dar con él, por ir Hernández montado en un caballo muy disparador. Cargo de cobarde contra Hernández tan injustificado como de mala fe.
(4) En la derrota de Quebracho Herrado, Lavalle se retiró al paso, y cuando las tropas de Oribe lo iban a cerrar, sólo dijo a uno de sus oficiales superiores: “Arroje de allí esa canalla”. Y siguió sin apurar su caballo (Lavalle, por Pedro Lacasa). Paz, es sabido que al verse perseguido sintió rubor de sí mismo de disparar, lo que permitió a sus perseguidores alcanzarlo y bolear su caballo.
(5) No ha sido posible al autor hallar un itinerario que se suponga hayan seguido López Jordán y Hernández. Algunos investigadores suponen otro que el aquí seguido.
(6) Según algunos investigadores, sería probable que Hernández y algunos de sus compañeros llegaron a pie al Brasil. Según otros, pasaron primero al Uruguay, después de haber retrocedido hasta Entre Ríos y cruzado el río a la altura de El Salto. Véase “Vida de José Hernández”, de José Roberto del Río.

Fuente
De Paoli, Pedro – Los motivos de Martín Fierro en la vida de José Hernández – Buenos Aires (1968)
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
Monzón, Julián – Recuerdos del pasado – Buenos Aires (1929)

Se permite la reproducción citando la fuente: http://www.revisionistas.com.ar/

VOLVER a la portada de MAR Blog

domingo, 25 de enero de 2009

Verdad Croata

NO SE PUEDE EVITAR QUE INTENTEN CONFUNDIR...

... LO QUE PODEMOS EVITAR ES QUE CONFUNDAN !!


Esta es una carta abierta a todos los croatas y amigos que reciben nuestros mails.

Hace poco más de un año comenzó a desarrollarse en Argentina y otros lugares de habla hispana, un resurgimiento de viejas políticas yugoslavas, monitoreadas y hasta financiadas originalmente desde Yugoslavia o su embajada en Buenos Aires.

Ahora se encubren bajo el eufemismo de "eslavos" o "eslavos del sur" que remiten siempre a Yugoslavia, o, peor aún, a su expresión reducida y destacada reiteradamente, de "balcania" o "balcánico" como adjetivo que para los croatas nunca fue descriptivo dada su cultura occidental y no balcánica (excepto su "balcanización" forzada durante el siglo XX)..

Parece un fenómeno no natural. Lo interesante es que la emigración en Argentina es particularmente croata, un porcentaje de eslovenos -que ya están excluidos de "Balcania" por su ingreso a la Unión Europea-, un pequeño porcentaje de Montenegrinos y apenas algo de serbios. Macedonios, casi inexistentes. Bosnios: los que hay, son croatas.

Entonces, no es natural que insistan con Yugoslavia, que además ya no existe en el panorama mundial. Lo mismo sirve para los "eslavos del sur".

Entendemos que hay gente que tiene un serio problema de identidad..
Si actúan de buena fe ese es un tema que debe resolverse. Es recomendable hacerlo estudiando y analizando la historia. En este caso, no pueden seguir manejándose con la "historia oficial" de Yugoslavia. En Argentina conocemos mucho de historia oficial. Para Croacia sirve el mismo concepto pues es unívoco.

Sin ir muy lejos, han vivido los años de la lucha por la independencia de Croacia. Guerra cruenta del fascismo serbio junto con su ejército yugo-comunista, Entendemos que algunos con serios problemas de identidad esperaban que los serbios sometieran totalmente a los croatas como lo hicieron desde 1918. Y que por ahí mataran a otros cientos de miles de croatas "para que Yugoslavia viva" como dijera en su momento Milovan Djilas, segundo de Tito. Que nos hubiera pasado lo mismo que a Chechenia: desvastada y sometida por los fascistas rusos y el ex ejército "federal" soviético...

Pero no sucedió eso. Los croatas empezando con palos y piedras contra el ejército "federal" yugo-comunista y las fascistas milicias serbias, se defendieron, resistieron, organizaron su ejército -a pesar del embargo desde el inicio-, murieron muchos, otros quedaron inválidos, pero a pesar de toda esa guerra lograron la República de Croacia, independiente y soberana.

Es una falta de respeto para los que lucharon por esa independencia volver a hablar de "eslavos del sur". Los que quieran ser "yugoslavos", allá ellos: es un tema de identidad; o si extrañan el comunismo de Yugoslavia, podrían desear simplemente un comunismo o socialismo croata, sin otros dueños....

Pero en cuanto quieran ir contra la historia de un pueblo, el croata, pretendiendo desdibujarlo en una "fraternidad" que nunca existió, e intentando confundir a croatas y a los que no lo son, deja de ser un problema de identidad y se convierte en un problema político.

Lo lamentable es que no agregan mucho de nuevo a lo que dijeron durante décadas desde Yugoslavia y que siguen diciendo hoy día en Serbia: que los croatas no somos una nación ni debemos ser un Estado y, sobre todo, que gran parte de nuestro territorio debiera pertenecerles.

El haber resistido como nación durante 1400 años, creemos que es suficiente respuesta a ello.

El otro tema, que debe servir como ilustración para los que actúan de buena fe, es la ya vieja política de confundir los idiomas croata y serbio como si fueran lo mismo. Ahora se renovó con el agregado del Bosnio (lo vemos en un confuso blog).

Desde ya que para los que tengan ciertos principios éticos vigentes y pudor intelectual, con sólo tomar un mismo texto escrito en croata, en serbio y el "nuevo" Bosnio, notará las obvias diferencias. Por eso es de vieja política esa confusión como si fuera lo mismo. El que sean parecidos en algunos casos no los hace iguales. Además, si hubieran sido iguales ¿para que el esfuerzo de la confusión?

Esto viene a cuento pues el idioma se usó siempre como arma política para desdibujar lo croata desde lo cultural: lo hicieron los austríacos, los húngaros, ferozmente los italianos en la costa dálmata y más ferozmente aún los serbios desde 1918. El idioma oficial en Yugoslavia era el serbio (a pesar de la "fraternidad" del idioma croata-serbio). La única diferencia entre la primera y segunda Yugoslavia fue que en la primera obligaban al estudio de la cirílica serbia y en la segunda, los serbios comenzaron a utilizar tambien el alfabeto latino...

Otro dato para los nostálgicos de Yugoslavia es que el escritor croata Miroslav Krleza, tan ensalzado allá por ser amigo de Tito, académico croata comunista, fue el primero que firmó en 1967 la Declaración del idioma croata y la imposibilidad de su confusión con el serbio dadas sus diferencias lingüísticas...

Lo lamentable es el renovado intento de confusión. Y, como dijimos antes, eso sólo lo produce una decisión política o el desconocimiento (si actuaran de buena fe).

La república de Croacia es un Estado independiente. Incluye su ciudadanía para algunos y el derecho a obtenerla para otros. También incluye los deberes de lealtad a la patria aunque ésta sea la de origen de nuestros mayores. Honrar a la patria y su verdadera historia además de ético es un tema legal. El rechazo a Yugoslavia o a cualquier otra unión impuesta forma parte de la Constitución de la República de Croacia, en su primera parte.

No podemos evitar que intenten confundir a nuestra emigración y amigos interesados en Croacia. Como no podemos prohibir lo que exhiben en sus paginas webs. Lo que podemos y debemos hacer es no permitir ser confundidos y que confundan a gente de buena fe que llegue a esas páginas buscando a Croacia y se encuentre con un "cambalache" donde no se sabe quien es quien (como antes de su independencia).

Por ello, son positivos los mails que circulan esclareciendo este tema.
Por otra parte, las asociaciones e instituciones croatas están solicitando una a una su baja de las listas de esas páginas webs de "eslavos del sur" o pretensión de "cumbres eslavas" o yugo.nostálgicas..

El tiempo, que es historia, nos dirá si todo ese movimiento de "eslavos del sur" es sólo un problema natural de identidad y/o desconocimiento de personas o grupos de personas que no aceptan la realidad histórica de la independencia de Croacia y el ser croatas o es manipulación política en perjuicio de los intereses y la existencia croata como antes de su independencia.


Lic. María Kostelac
Secretaria
Dra Iva Vidic
Presidenta


* * *
Estimados Presidentes y miembros de Comisiones Directivas:

La presente es una nota a las Asociaciones de la UACRA y demás instituciones croatas.

El tema es el "movimiento" de "eslavos del sur", "cumbre eslava", "balcania" que comenzó a desarrollarse con fuerza, especialmente a través de internet.

Al respecto enviamos una nota a toda la comunidad, que seguramente recibirán cerca de ésta y donde nos referimos más ampliamente a ese tema.

Lo que sugerimos es que analicen esta cuestión y eventualmente decidan se les excluya de esas listas. Particularmente, se encuentra la página que hasta ayer figuraba como del Centro Cultural Croata de Rosario, en la cual la lista de "Centros croatas" estaba encabezada por la Asociación Mutual Yugoslava de la Boca y su sucursal, el "Nas dom" de Dock Sud. Precisamente, asociación que pese a todas las gestiones y conversaciones de autoridades croatas y de la colectividad, jamás aceptó modificar su nombre por el de "croata" .

Como decimos en la nota a la comunidad, no podemos indicar que poner en cada pagina web, pero si podemos pedir ser excluídos de sus listas, en ejercicio del derecho a los datos personales, en este caso, institucionales, que es su equivalente para las asociaciones.
Así lo han hecho ya varias asociaciones e instituciones (Studia Croatica, Club Cultural Croata Argentino, Club Deportivo Croata, etc).
Ese pedido de exclusión debe ser realizado por cada una de las instituciones dirigiéndose a croacia@argentina.com, poniendo simplemente que piden ser excluídos de su pagina web, o respondiendo a vuelta del presente, que aceptan que la UACRA solicite dicha exclusión en vuestro nombre.

Adjuntamos la nota enviada por la UACRA por la que finalmente se la retiró de esas listas y gracias a la cual aclararon que la misma no pertenece al Club Cultural Croata de Rosario sino que es personal de la Srta Nancy Puertas.
Autorizamos su copia y uso del texto, todo o parte del mismo, para quien lo desee.

Cordialmente

Iva Vidic
Presidenta
María Kostelac
Secretaria


PD: agregamos la lista de algunas páginas de las que tratamos en esta nota, algunas eminentemente pro yugoslavas, otras subrepticiamente:

La web con las listas:
www.croaciarosario.blogspot.com
http://croaciarosario..blogspot.com/2008/09/instituciones-croatas.html
http://croaciarosario.blogspot.com/search/label/Centros%20Croatas

Otras:
www.croatasmendoza.blogspot.com
www.circuloeslavo.blogspot.com (En este blog hay páginas web relacionados)
*aprendiendo bosnio, croata, serbio http://marccatala.blogspot.com/
*eslavos del sur-himno eslavo (donde explican que tan "eslavo" es el himno que fue de la exYugoslavia y que por eso lo tienen presente... además de la frase –que ya quitaron- donde ondeaban las palabras "bratsvo i jedinstvo"...)
http://ar.groups.yahoo.com/group/circuloeslavo/
http://circuloeslavo.mundoforo.com
con conexión a otros foros Serbios de España:
www.semanarioserbio.com
*Organización de Conferencias:
http://circuloeslavo.mundoforo.com/conferencia-las-civilizaciones-en-los-balcanes-vt10.html
*Más espacios como Facebook; dónde tienen su propio Espacio del Circulo Eslavo y
*Otros sitios como, ESLAVOS DEL SUR http://www.eslavosdelsur.blogspot.com/
UACRA
Unión de Asociaciones Croatas de la República Argentina
Av. R. Balbín 4925 (1430) Buenos Aires – Argentina
Te: (54 11) 15.5821.2263 / Fax: (54 11) 4251-5341
mail: unioncroata@yahoo.com

VOLVER a la portada de MAR Blog