viernes, 16 de enero de 2009

Malestar militar al ser dado de baja súbitamente el Comandante del IIdo. Cuerpo de Ejército


Por Fernando Oz - Editorial Perfil
Y una introducción de Cosme Beccar Varela

INTRODUCCIÓN:
Inexplicable. La noticia no salió en ningún diario y nada menos que "Perfil", editorial de izquierda, en asociación con "Página 12", la hace conocer.
Un Comandante de Cuerpo de Ejército, de los más poderosos del país, fue dado de baja sin miramientos y sin resistencia del interesado ni de sus supuestos admiradores y subordinados, al igual que lo fueron, no hace mucho, el Comandante del Vto. Cuerpo con sede en Bahía Blanca y el Comandante del IIIer. Cuerpo con sede en Córdoba.

Dice la noticia que hay "malestar militar" porque el Gral. Sergio Fernández –ese es el nombre del ex Comandante del IIdo. Cuerpo- era un mero profesional.
Según el diario estaba "'alejado de las intrigas políticas que suelen atacar a los generales", (así lo) pintó un subalterno del general. 'A él lo único que le interesaba era que sus hombres salgan al terreno. Era un buen soldado, y siempre estuvo apegado a las leyes y los reglamentos'".

¿Eso quiere decir que no le interesaba que hubiera 400 oficiales presos injustamente ni que Kirchner esté llevando la Argentina al marxismo, ni que se robe a cuatro manos en varios niveles del gobierno, ni que tengamos "relaciones carnales" con Cuba, Venezuela, Rusia, China, ni que se viole la Constitución de cien maneras, etc.?

Curioso que un general tan profesional haya sido dado de baja por el gobierno.
Debe haber en él algo más que ese perfil de "buen profesional" que presenta la noticia. Lo cierto es que desde su alto cargo denunció la destrucción del Ejército, cosa que venimos señalando desde hace rato en estas páginas o sea, que la Argentina está indefensa frente a sus enemigos externos e internos.

Lamento mucho la expulsión del Gral. Fernández. Me suena como un aviso fúnebre para nuestras libertades.

Cosme Beccar Varela

* * *

Un general criticó la falta de presupuesto en el Ejército y fue dado de baja

El comandante del II Cuerpo, el General (Veterano de Guerra de Malvinas,
Comando y Paracaidista) Sergio Fernández, tuvo que marcharse a su casa después de lanzar duras críticas contra la conducción de la fuerza. Cuestionó la falta de presupuesto, y el deterioro de las unidades y de los vehículos de combate.
También se quejó por la "tardanza" con la que llegan los recursos a los cuarteles. Los oficiales jóvenes debaten el caso por mail.

Las ampollas que juntó el general Sergio Fernández reventaron durante la ceremonia de asunción del teniente coronel Sergio Lugones como nuevo jefe de la
Base de Apoyo Logístico de Curuzú Cuatiá, en Corrientes, un día antes de la Nochebuena. Ese fue el primer efecto del encendido discurso que lanzó contra la conducción del Ejército. El segundo efecto fue su inmediato pase a retiro.

Durante su último acto de servicio como comandante del II Cuerpo, Fernández cuestionó la falta de presupuesto, la situación de los vehículos "con años de trajín", el abandono de las instalaciones y el poco reclutamiento. Así, este veterano de Malvinas y paracaidista compulsivo dejó en evidencia que el jefe del Ejército, Luis Pozzi, no logra apaciguar el malestar que reina en las filas por esos déficits.

El infante Fernández está catalogado como "un profesional que está alejado de las intrigas políticas que suelen atacar a los generales", pintó un subalterno del general. "A él lo único que le interesaba era que sus hombres salgan al terreno. Era un buen soldado, y siempre estuvo apegado a las leyes y los reglamentos", añadió un oficial retirado que compartió más de un destino con el ahora ex comandante.

Las críticas que soltó en público corrieron como reguero de pólvora entre los correos electrónicos de algunos mandos medios y de los jóvenes oficiales y suboficiales que veían en Fernández un modelo a seguir.

"Con sólo ver nuestras instalaciones, cuántas veces abandonadas y recicladas, recuperadas y mantenidas. Nuestros vehículos y nuestros sistemas con años de trajín, de mantenimiento a veces incompleto", así comenzó Fernández su ráfaga de tiros por elevación contra la conducción de la fuerza. El mortero del general apuntó directamente contra la falta de presupuesto y la supuesta desidia que hay para obtenerlos: "Si vemos nuestros recursos financieros, exiguos, difíciles de obtener, tardíos en la obtención. Si vemos el escaso personal que tenemos disponible; uno podría tentado de poder decir la tarea no es posible de realizar, porque no dan los números, sencillamente por eso. No dan los números en los recursos y en el tiempo", disparó.

Endulzó los oídos de la tropa al explicar que "si las cosas se han hecho y si se seguirán haciendo, sin ninguna duda es por el corazón, la inteligencia, el coraje que cada uno de ustedes como equipo o individualmente pone en la tarea".

Pero no fueron éstas las frases que molestaron a Pozzi. "Una unidad no es sólo su bandera de guerra, no es su destino geográfico o su cuartel, no es su armamento o su vehículo. Una unidad es, junto a su bandera, esencialmente el corazón de las personas que la integran; sean éstas militares o empleados civiles". Pozzi sabe entender los mensajes del mundo castrense.

"Lo único que hizo fue resaltar el papel de los efectivos del Ejército", atajó un oficial que forma parte del esquema que dejó armado el ex jefe de la fuerza y ahora procesado teniente general Roberto Bendini. Desde la cartera que conduce la ministra Nilda Garré tomaron los dichos de Fernández con cautela aunque avalaron el pase a retiro dispuesto por Pozzi del general más querido y respetado del Ejército actual.

En marzo de 2008, durante la 13º audiencia del juicio patibulario que se le siguió al los coroneles Julio Rafael Barreiro y Horacio Losito, el general Fernández tuvo el valor de concurrir a Corrientes a testificar a favor de ellos. Nostálgico, recordó los años del Colegio Militar de la Nación junto a sus camaradas hoy denostados por el gobierno kirchnerista. "Ingresamos en marzo del 69’ al Colegio Militar. Nos volvimos a encontrar en el 79’ en un curso de comando donde yo era instructor, y lo volví a ver cuando el estaba herido en el Camberra cuando los británicos nos devolvían al continente -durante la guerra de Malvinas-", recordó el general de Brigada.

El general Sergio Fernández fue jefe de la Compañía de Comando 601 en la guerra contra los británicos por la recuperación del archipiélago argentino en 1982. Una compañía que se movilizó con 14 oficiales y 50 suboficiales. Pasó por 10 unidades militares a lo largo de su carrera militar, pero aseguró que en ninguna vio jamás un LRD (Lugar de Reunión de detenidos), como se testificó en esta causa que existió en el RI9.

Eso es camaradería y amor militar, que es lo único con lo que puedo engañar a mi mujer. Quiero manifestar públicamente mi amistad por Barreiro y por Losito. Son héroes y hombres de honor -manifestó el general- en modo alguno, delincuentes.

Fernández definió a Horacio Losito como honorable y cabal. "No me consta si Losito luchó contra la subversión en el 76, pero todo el Ejército por esos años estábamos abocados a eso. No me consta que se hacía con los detenidos ni a donde se los llevaba en aquellos años", finalizó el hoy finalmente depuesto por sus principios, el general Sergio Fernández. Y no los vi, pero estimo que sí porque fue una situación difícil y todo el Ejército pasó por Tucumán aquel año.

Todos los comandos de la Mesopotamia y del Norte del país participaron del Operativo Independencia. El presidente era Videla y el que dirigía el operativo era
Bussi, respondió sin alteraciones el valiente general.

En su legajo honorífico, además de su participación destacada en Malvinas figura su participación en los montes tucumanos en el Operativo Independencia, que se ejecutó a partir del 5 de febrero de 1975, cuando la entonces presidente María
Estela Martínez de Perón firmó el decreto Nº 261: "Ejecutar las operaciones que sean necesarias a efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de elementos subversivos que actúan en la provincia de Tucumán". Aquel operativo -explicó
Fernández- que duró hasta después del golpe militar del 76, y fue comandado por el ex gobernador de Tucumán, Antonio Domingo Bussi, participamos más de 5 mil hombres de las FF.AA.

Según informó Página 12, tras el juicio: "El general de brigada Sergio Fernández, comandante del Cuerpo II de Ejército, será denunciado en los próximos días por el delito de falso testimonio en favor de un camarada condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad. El Tribunal Oral Federal de Corrientes, que en agosto sentenció a cuatro represores por crímenes en el Regimiento de Infantería 9, sugirió en los fundamentos del fallo que Fernández y otros cuatro militares formaron parte de una 'coartada' de los abogados del coronel retirado Julio Rafael Barreiro para desvincularlo de los delitos que le imputaban y ordenaron remitir sus testimonios al fiscal federal Flavio Ferrini 'a los fines pertinentes', sutileza que no admite demasiadas interpretaciones."
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-112604-2008-10-02.html

El nombre de Fernández, ex combatiente de Malvinas, había circulado como el más lógico entre los candidatos a reemplazar al ex jefe del Ejército, teniente general Roberto Bendini.

Tras la deposición del cuestionado amigo íntimo de Néstor Kirchner, luego de que la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia lo procesara por peculado. Sin embargo, en su lugar -e inexplicablemente-, el gobierno no designó para el cargo al más idóneo sino al General Luis Alberto Pozzi (que no es ni combatiente ni Oficial de Estado Mayor), y que también está severamente cuestionado por el manejo de fondos públicos.

Hoy, con el alejamiento del General Sergio Fernández desaparece, tal vez, el último profesional militar, el único Oficial Superior prestigioso que quedaba en servicio, y la póstuma esperanza de Conducción que le quedaba a las jóvenes generaciones de Oficiales.


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