miércoles, 21 de enero de 2009

Vivencias de un soldado tucumano que participo de la guerra contra la subversion


El Combate contra los Guerrilleros es una más de las formas que toma la Guerra - ese Flagelo que los hombres nunca terminan de erradicar …
(¿O nunca empezamos?) - y que en este Histórico Tucumán, Cuna de la Independencia Argentina, se llevó a cabo en la Década del ’70.


Es cierto que, aún hoy, se discute la acción del Ejército en el sentido de Justicia o Injusticia, se habla de Desaparecidos, de Torturas, de Asesinatos, de Autoritarismo.
Esto obliga a preguntar:

¿Acaso no están hablando todos de un mismo tema: La Guerra?

Claro, porque: ¿No Desaparece la Gente que Muere?,

¿No es una Tortura la Tensión que Envuelve al Soldado Hundido en un “Pozo de Zorro”?;

¿No es Asesinato Disparar contra un Ser Humano y Cercenar su Vida?;

¿No es Signo de Autoritarismo Pretender Derrumbar el Orden y tratar de Establecer la Anarquía, todo bajo la máscara de la “Igualdad”?.

Seguramente que muchos dirán que mis palabras son el resultado de la ignorancia de la realidad de aquel entonces, que mi condición de Soldado de esa época no me permitía conocer toda la verdad.

Puede que tengan su dosis de certeza, pero yo hablo desde “mi” verdad.

Yo era un SOLDADO y la PATRIA me había convocado para DEFENDERLA;

Es decir, Yo No Debía Permitir que se Alterara la Paz; sí, ya sé, me dirán que no había paz porque estaban suspendidos los Derechos Constitucionales, pero ese es otro tema con mucha tela para cortar.

El caso es que yo era un Soldado y actué como tal, no es de mi agrado relatar las acciones de un enfrentamiento en el Monte; sólo déjenme decir que, junto a mis compañeros, he sufrido, he llorado, me he lastimado y... me he arrepentido de muchas cosas.

No me pidan que les explique lo que se siente cuando se mira por sobre el Caño de un Fusil, ni lo que se piensa cuando se dispara... y se da en el blanco, ni por qué se nubla la vista en una “toma y cambio de posición”, ni por qué se siente tanto frío dentro de un Pozo de Zorro.

No tengo explicación para eso; como tampoco la tengo para descifrar la actitud de esa Madre que Permitía que Pusieran Explosivos debajo del cuerpecito de su bebé, en el cochecito, para pasar por los Controles de Ruta;

O la de ese Padre que accedía a que su hijo adolescente llevara consigo una Bomba o la colocara en alguna planta de Gas o en otro lugar donde hiciera mucho daño;

O la de ese Joven Estudiante Universitario que se jactaba de haber “burlado” muchos Controles de Ruta, pasando con armas y montado en Bicicleta.

No tengo Explicaciones.

Hay tantas cosas que no entiendo.

Sólo les Digo que la Mejor Explicación de todo lo que pasa por la Mente y el Corazón de un Soldado, la puede encontrar en la mirada de los HÉROES DE MALVINAS, cuando los veo, o cuando recuerdo esos hechos no puedo evitar que las lágrimas desborden;

Ante ellos, mi “lucha contra la subversión” es nada,

Yo Fui un Soldado, ellos son los HÉROES;

Yo Luchaba para Restablecer un Orden, contra unos Imbéciles que no sabían por qué lo hacían, guiados por algún Fanático con Pretensiones Mesiánicas.

Los CHICOS DE MALVINAS lucharon por la PATRIA.

Les pido disculpas si es que no colme sus expectativas, quizás Uds. esperaban relatos de enfrentamientos, con detalles dramáticos; anécdotas que tensionen al lector.

Podría haberlo hecho pero, compréndanme, eso sería revivir algo que prefiero olvidar.
De alguna manera, Uds., me obligaron a buscar las llaves de los Candados que Guardan mis Recuerdos y que, en algún pedazo de tiempo, había arrojado sin mirar donde caían.

Para terminar, les pido un favor: no digan ni escriban mi nombre, sólo fui un Soldado, como muchos...,

Sólo UN SOLDADO.

Soldado de la Compañía Comandos Regimiento 19 de Infantería Tucumán


Fuente YO FUI UN ORGULLOSO... RODILLAS NEGRAS

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1 comentario:

Raquel Eugenia Consigli y Horacio Martínez Paz dijo...

Creemos que los artículos deben ser firmados por quien los escribe.

El Ejército Argentino, como la marina y la fuerza aérea, ha dado sobradas muestras de eficiencia y valentía en la defensa de la Patria.

No hay nada de qué avergonzarse.

Señores, si queremos respeto, hay que dar la cara.

Sin miedo.

Cordiales y cordobeses saludos.

Raquel E. Consigli
Horacio Martínez Paz