martes, 21 de septiembre de 2010

ESPACIO CULTURAL, LITARARIO Y FILOSÓFICO…Nro 003-



ESPACIO CULTURAL, LITARARIO Y FILOSÓFICO…Nro 003-


TÍTULOS:


1-HYBRIS: EL SINDROME DE LOS POLÍTICOS.
Envío de: P.M.Jorge.
Fuentes: http://www.totalnews.com.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=48115&Itemid=58 .
http://www.cabinas.net/monografias/ciencia/el_genoma.asp .
http://verdadesymentirasdiarias.blogspot.com/2009/04/delirios-de-grandeza.html .
Por Carlos Marcelo Shäferstein .
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2-LA IDIOTEZ DE ALGUNOS CATÓLICOS.
Posted: 12 Sep 2010 02:36 PM PDT
Fuente y envío: El Brigante..
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3-SOBRE EL ABORTO:
Mons. Delgado irónico: "Deberían legalizar las coimas y no el aborto"
San Juan, 21 Set. 10 (AICA)
Fuente y envío: AICA
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CONTENIDOS DE LOS TÍTULOS:


1-HYBRIS: EL SINDROME DE LOS POLÍTICOS.
Envío de: P.M.Jorge.
Fuentes: http://www.totalnews.com.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=48115&Itemid=58
http://www.cabinas.net/monografias/ciencia/el_genoma.asp
http://verdadesymentirasdiarias.blogspot.com/2009/04/delirios-de-grandeza.html

15 de septiembre de 2010.
En los últimos tiempos ha aparecido en el mundo , sobre todo en los países periféricos, una nueva clase de liderazgo. Un absolutismo que, encaramado en el poder desde la falsa concepción de la república, utiliza el método democrático para perpetuar un nuevo modelo de país, sometido a la tiranía de los peores. Entonces surgen personajes como Hugo Chávez o Néstor Kirchner en Sudamérica, que no preocupan al mundo ya que sus caprichos no suelen tener mayor relevancia internacional, pero que destruyen y desnaturalizan a sus propias naciones.



Por Carlos Marcelo Shäferstein .


A partir de la situación Argentina, cobró tanta actualidad aquí y ahora un artículo del médico inglés David Owen, que describía y criticaba la situación política de su país bajo Tony Blair, hace casi 10 años, inspirado -a su vez- en otra obra: Hybris: a study in the values of honour and shame in ancient Greece. (Fisher, Nick 1992. Warmister, Reino Unido: Aris & Phillips. ISBN 9780856681448) La traducción sería Hybris: Un estudio sobre los valores del honor y la vergüenza en la Grecia antigua.
Se preguntaba el autor: ¿Por qué George Bush, con toda la ciudadanía e incluso miembros de sus propios gabinetes en contra, decidió invadir Irak? ¿Por qué perdió el contacto con la realidad e hizo caso omiso a los informes de Inteligencia que decían que allí no había terrorismo? El neurólogo David Owen cree que parte de la culpa fue del síndrome de Hybris, un trastorno común entre los gobernantes que llevan tiempo en el poder.
Porque fueron los griegos los primeros que utilizaron la palabra hybris para definir al héroe que lograba la gloria y [de allí viene la palabra] “ebrio” de éxito se empezaba a comportar como un Dios, capaz de cualquier cosa.
Este sentimiento le llevaba a cometer un error tras otro. Como castigo al Hybris está la Némesis, que devuelve a la persona a la realidad a través de un fracaso. En el derecho griego, la hybris se refiere con mayor frecuencia a la violencia delirante [ebria] de los poderosos hacia los débiles. En la poesía y la mitología, el término fue aplicado a aquellos individuos que se consideran iguales o superiores a los dioses.
Hybris es a menudo aplicado como término peyorativo en política. Como la hybris está relacionada con el poder, suele ser usado por personas relacionadas con partidos políticos de la oposición contra aquellos que ostentan una cuota de gran autoridad temporal que no desean resignar.
El historiador británico Arnold J Toynbee, en su voluminosa Introducción al Estudio de la Historia (12 tomos), introdujo y utilizó el concepto de hybris para explicar una posible causa del colapso de las civilizaciones, como variante activa de la némesis de la creatividad.
Neville Chamberlain, Hitler, Margaret Thatcher en sus últimos años, George Bush o Tony Blair son sólo algunos de los líderes que han sucumbido al Hybris, un problema que no está caracterizado como tal por la medicina, pero que tiene síntomas fácilmente reconocibles, entre los que destacan una exagerada confianza en sí mismos, desprecio por los consejos de quienes les rodean y alejamiento progresivo de la realidad.
Las presiones y la responsabilidad que conlleva el poder termina afectando a la mente, explicaba Lord Owen al diario Daily Telegraph, que ha recogido en su nuevo libro In Sickness and in Power (En la enfermedad y en el poder) las conclusiones de 6 años de estudio del cerebro de los líderes políticos. El poder intoxica tanto que termina afectando al juicio de los dirigentes, dice en su libro. [http://www.telegraph.co.uk/]
Llega un momento en que quienes gobiernan dejan de escuchar, se vuelven imprudentes y toman decisiones por su cuenta, sin consultar, porque piensan que sus ideas son las correctas. Por eso, aunque finalmente se demuestren erróneas, nunca reconocerán la equivocación y seguirán pensando que están en la senda correcta. Son megalómanos.
En efecto la megalomanía es un estado psicopatológico caracterizado por los delirios de grandeza, de poder, de riqueza u omnipotencia -a menudo el término se asocia a una obsesión compulsiva por tener el control. La palabra deriva de 2 raíces griegas, manía (obsesión) y megas (grande). A veces es un síntoma de desórdenes psicológicos como el complejo de superioridad o la compulsión eufórica, donde el sujeto aquejado de esta perturbación tiende a ver situaciones que no existen, o a imaginarlas de una forma que sólo él termina creyéndose. Las puede emplear para manipular sentimientos y situaciones de cualquier tipo. Es un mal estudiado por los especialistas desde tiempos muy remotos. Los ejemplos históricos más comunes están dados por los emperadores más crueles, los monarcas absolutistas o los dictadores.
Una persona más o menos normal se mete en política y de repente alcanza el poder o un cargo importante. Internamente tiene un principio de duda sobre si realmente tiene capacidad para ello. Pero pronto surge la legión de incondicionales que le felicitan y reconocen su valía. Poco a poco, la primera duda sobre su capacidad se transforma y empieza a pensar que está ahí por méritos propios. Todo el mundo quiere saludarle, hablar con él, recibe halagos de belleza, inteligencia… y hasta seduce.
Esta es sólo una primera fase. Pronto se da un paso más en el que ya no se le dice lo que hace bien, sino que menos mal que estaba allí para solucionarlo y es entonces cuando se entra en la ideación megalomaniaca, cuyos síntomas son la infalibilidad y el creerse insustituibles. Es entonces cuando los políticos comienzan a realizar planes estratégicos para 20 años o más, como si ellos fueran a estar todo ese tiempo, hacer obras faraónicas o a dar largos discursos, peroratas y disertaciones sobre temas que desconocen.
Pero no queda aquí la cosa. Tras un tiempo en el poder, los afectados por el hybris padecen lo que psicopatológicamente se llama desarrollo paranoide.
Todo el que se opone a él o a sus ideas son enemigos personales, que responden a envidias. Puede llegar incluso al trastorno delirante, que consiste en sospechar de todo el mundo que le haga una mínima crítica y a , progresivamente, aislarse más de la sociedad.
Y, así, hasta el cese o pérdida de las elecciones, donde, tras el derrumbe repentino de su castillo de naipes, se desarrolla un cuadro depresivo ante una situación que no comprende, concluye el artículo científico publicado en Londres.
http://www.totalnews.com.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=48115&Itemid=58
http://www.cabinas.net/monografias/ciencia/el_genoma.asp
http://verdadesymentirasdiarias.blogspot.com/2009/04/delirios-de-grandeza.html

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2-LA IDIOTEZ DE ALGUNOS CATÓLICOS.
Posted: 12 Sep 2010 02:36 PM PDT
Fuente y envío: El Brigante.

No trato de ofender, ni mucho menos. Más bien de alertar. La idiotez es la epidemia invisible que aflige al catolicismo desde hace mucho tiempo. Podemos parafrasear aquello de Ortega –Lo que nos pasa es que no sabemos lo que nos pasa– aplicándolo al pueblo católico y quizás resulte que lo que nos pasa es que desde hace demasiado tiempo padecíamos ese idiotismo.
Los inventores de la palabra idiota fueron los antiguos griegos. Para ellos, idiota era el ciudadano que no ostentaba ninguna responsabilidad política. La palabra, al comienzo, no era particularmente ofensiva. Describía una situación por la que pasaban muchos y no implicaba de suyo indiferencia por la cosa pública. Progresivamente, el término idiotes vino a denominar al creciente cuerpo de los que se desinteresaban permanentemente del bien común, dejando que otros se disputasen la dirección de la ciudad, mientras ellos se dedicaban a sus asuntos particulares. Idiota tiene la misma raíz que idioma e idiosincrasia: idios, que significa lo particular, lo privado, lo específico, lo peculiar, lo que tiene que ver con la intimidad.
Para Santo Tomás idiota tiene ya claramente un sentido peyorativo: el que conoce sólo su lengua materna (“Idiota proprie dicitur qui scit tantum linguam in qua natus est”, Super I Epistolam B. Pauli ad Corinthios c. 11), que viene a ser lo mismo que no haber llegado a adquirir el verdadero conocimiento (“non habens scientiam adquisitam”, S. Th. I, q. 84, art 3).
Idiota, antes que implicar debilidad mental, designa al que se recluye en lo originario, en lo privado, en lo familiar, y se desentiende de sus deberes en el orden de lo común, específicamente, de lo político. El idiota político incurre en un espejismo: el de creer que es posible conocer y realizar sus intereses temporales sin la participación en el bien común. No sólo sin recibir del bien común esa realización, sino también sin cumplir con sus deberes políticos.
Cuando los bárbaros han tomado la ciudad –como es el caso– y hacen uso de las instituciones políticas para la destrucción del bien común, sólo queda la virtualidad vivificante del bien común acumulado por las generaciones anteriores y más felices. Eso y el comportamiento virtuoso, conforme a la justicia general. Por lo demás, lo que se presenta como bien común no son sino los elementos más mostrencos éste, que acompañan a toda acción de gobierno: la regulación de la convivencia y de un cierto orden público.

Hay un mal añadido al de esta barbarie institucionalizada que plagia la vida política. Se trata de la penosa actuación de los que aprovechan esta subversión para intentar convencernos de que el Estado y la política son, por naturaleza, el enemigo; que incluso cuando estaban al servicio de la doctrina católica, torvamente aspiraban a instrumentalizarla; que, en realidad, bien común es mero orden público que ampare la búsqueda de los bienes privados y que el Estado debe ser no sólo mínimo, sino neutro. Los católicos –si hubiéramos de seguir esta peculiar idiotez religiosa– debiéramos defendernos siempre de la política y dedicarnos a nuestra religiosa piedad, lo más privada posible: que otros se preocupen de la política y de las cosas temporales.
Pareciera que es una locura defender -ahora, precisamente ahora- que el bien común tiene primacía siempre sobre el privado; más todavía: que el bien de los individuos depende del bien común, incluso cuando éste está reducido al testimonio del bien común de nuestros antepasados y al cumplimiento de los deberes de justicia general de los ciudadanos.
Sin embargo, es nuestra condición de hombres y de cristianos la que nos exige seguir creyendo y cumpliendo con nuestros deberes hacia la sociedad, la que nos impide aceptar el fracaso de hoy como demostración de otra cosa que no sea que la existencia del misterio del mal. Pudiera ser que el fin de la Historia estuviera a la vuelta de la esquina y con él la segunda Venida. Pudiera ser, o no. Pero sea como fuere, que el tiempo nos alcance custodiando la verdad íntegra, también la de nuestros deberes políticos y ejerciéndolos. Siempre derramando fe, esperanza y caridad, a campo abierto.




El Brigante .


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3-SOBRE EL ABORTO:

Mons. Delgado irónico: "Deberían legalizar las coimas y no el aborto"

San Juan, 21 Set. 10 (AICA)
Fuente y envío: AICA

Mons. Alfonso Delgado, arzobispo de San Juan de Cuyo

"La familia tiene su origen en el mismo amor con que el Creador abraza al mundo” porque “Cristo manifiesta plenamente lo que es el hombre al propio hombre, y lo hace empezando por la familia en la que eligió nacer y crecer”. Así lo expresó monseñor Alfonso Delgado, arzobispo de San Juan de Cuyo, al inaugurar el Año de la Familia en la arquidiócesis, durante la ordenación sacerdotal y diaconal celebrada el sábado 18 de setiembre, con la que a su vez culminó el Año Jubilar por el 175º aniversario de la diócesis.

En la oportunidad, el prelado ordenó presbíteros a los diáconos Germán Pickenly, Alejandro Rodríguez y Miguel Tejada, y diáconos a los seminaristas José Cardozo, Nelson Cuello, Ángel Gaeta, Rodrigo Robles y Orlando Sánchez.

El pueblo sabrá tener memoria de las agresiones a la familia.
“La familia -aseguró- surge de la unión tan profunda entre un hombre y una mujer para un proyecto de amor que quiere perdurar para siempre. Esa complementariedad tan especial del matrimonio, que incluye desde lo biológico hasta lo más espiritual, es capaz de crear otra vida humana, y hacerse responsable de ella. Son los hijos, fruto del amor humano y del poder creador de Dios. Así está escrito en la naturaleza misma de las cosas, en la naturaleza humana. El matrimonio real sólo puede darse entre un hombre y una mujer. Si las leyes que hacen los hombres llegan a decir otra cosa, ese papel escrito no cambia la verdadera naturaleza humana”, advirtió el arzobispo.

Al respecto, al recordar que “hace poco tiempo se debatió esta cuestión en la sociedad argentina y en el Congreso nacional”, consideró que “quien allí ganó fue el pueblo argentino, que se animó a expresar mayoritariamente y de un modo ciudadano, en un marco federal y democrático, sus convicciones sobre la familia y el matrimonio y sobre los niños. Allí ganaron los legisladores que supieron y se animaron a representar al pueblo que los eligió”.

Y subrayó: “Quienes perdieron ante la sociedad fueron quienes amañaron su voto violentando su conciencia y su representatividad, y los políticos y gobernantes que le acompañaron en semejante propuesta. Así se pusieron en contra del pueblo que los eligió, en contra de la familia argentina y en contra de la naturaleza de las cosas. Creo que el pueblo sabrá tener memoria de esta agresión cuando llegue el momento”.

Sin embargo, subrayó que “las agresiones a la familia y a la vida no terminan aquí” porque “ya aparecieron otros proyectos de ley que legalizarían la matanza de niños recién nacidos o por nacer. El mismo Jesús pasó por ese riesgo y por eso debió huir a Egipto. De ello da testimonio el martirio de los ‘santos inocentes’. Pareciera que nuevos Herodes pretenden repetir esa crueldad. Los niños son tan seres humanos como cada uno de ustedes, los más vulnerables e indefensos, los que merecen el mayor cuidado y protección de toda la sociedad y de sus gobernantes”.

“Este ‘permiso para matar’, aunque se lo quiera maquillar con palabras mentirosas, esas muertes de niños, ¿no serían verdaderos ‘crímenes de lesa humanidad’, promovidos e impulsados por el mismo Estado? ¿Dónde quedan los derechos humanos, a veces tan ‘cacareados’ por más de uno que propugna estas matanzas? ¿En qué tacho de basura de la conciencia se tira el primero de los derechos humanos: ‘el derecho a vivir’?”

Si quieren despenalizar delitos, que legalicen las coimas, no el aborto
El pastor sanjuanino dijo también: “En San Juan solemos escuchar que ‘no sobra ningún sanjuanino’. Lo mismo se puede decir del país: en la Argentina no sobra ningún argentino. Pero parece que a unos cuantos políticos, legisladores y gobernantes les sobran esos seres humanos que todavía no votan ni pueden formar parte de su clientela”.

En este contexto, exhortó a los fieles a que “como buenos ciudadanos, alienten a los legisladores que defienden la vida, y hagan lo imposible para que los otros representantes del pueblo no se conviertan en impulsores o cómplices de una nueva y horrible matanza de seres humanos, de un nuevo genocidio en tierra argentina”.

En ese sentido expresó: “Ya lo sufrimos bastante en su momento y fuimos capaces de decir, con toda fuerza y convicción: ¡Nunca más! Que ‘nunca más’ en este bendito país volvamos a repetir esos sucesos tan dolorosos de nuestra historia reciente. Si, por un absurdo, hubiera tanto interés en ‘despenalizar’ delitos, hasta sería mejor que legalizaran, por ejemplo, las ‘coimas’, tan frecuentes en ámbitos de poder político. Pero, por favor, que no jueguen con la muerte de seres humanos.

Y advirtió: “Otros dictadores de la historia llegaron a legalizar el exterminio de seres humanos inocentes. Entre otros, recordamos con horror la gran tragedia del Holocausto del pueblo judío, impulsado por el nazismo de Hitler. Este no puede ser el camino de la Argentina ni de los argentinos. Ni tampoco el camino de una persona con un mínimo de respeto por la dignidad y los derechos humanos. Menos aún, puede ser la conducta de alguien que se diga ‘representante’ del pueblo”.+

Texto completo de la homilía .



AICA - Toda la información puede ser reproducida parcial o totalmente, citando la fuente.


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