miércoles, 30 de septiembre de 2009

1.LA LEY../..2.PROMOTORES…

1..La ley de medios

Libertad total, nada de pornografía, contenidos que se puedan ver en familia, autorregulación. Eso intentamos en la década infamada de los ‘90.

“Antes que el rating, primero la familia” dijimos.

Por Juan Carlos Sánchez Dodorico

No analizaré la ley de medios audiovisuales ya que los honorables diputados que la votaron afirmativamente tampoco lo hicieron, no soy ni menos ni más que ellos así que recurro a la licencia de ignorarla pero no hablaré por boca de ganso pues algo aprendí en tres décadas de periodismo y en casi una al frente de una oficina del COMFER.
Ellos cobran de mi bolsillo para convertir la Argentina en una comunidad razonable, yo gasto de mi bolsillo pensando y ayudando a pensar. Yo ladro y muerdo gratis.

Rubén Vigil por el chat (Rubén es un intelectual de fuste, santafesino, escritor de varios libros) me cuenta un cuento: “El cocinero le preguntó a la gallina que salsa prefería. La gallina protestó diciendo que ella no quería morir. El cocinero simplificando le advirtió: Eso esta fuera de la discusión...”



A nosotros nos pasa lo mismo solo nos dan a elegir la salsa... al muere vamos igual... Termina diciendo Vigil. Clarito, la salsa se puede elegir.

Lo que va a la olla es la libertad de prensa y la inteligencia de los contenidos, ya depreciados a la fecha. La ley es la salsa, acompaña, no es plato principal, solo adorno y aderezo. Kirchner se entretiene y nos entretiene mientras teje su telaraña. Él sabe que presentar la ley al Congreso en estos tiempos de su derrota no es más que una forma de demostrar que, tal como dijo su esposa y delegada, por haber ganado en El Calafate todo está bien. A su estilo exhibe desenfadadamente el poder del que goza, humilla a la sociedad y esta no se da cuenta de que le están vendiendo gato por liebre y si lo hace, saborea el gato (que dicho sea de paso, es rico).

Kirchner sabe que cien prostitutas salen más barato a la larga que una esposa y nos prostituye a todos. Nos usa y nos tira y aceptamos, porque ya nos acostumbramos a la violación y gozamos de ella. Perdimos la dignidad. ¿Toda? Ojalá que no. Mientras que no seamos como la gallina que solamente protesta... y termina en la salsa que acaso eligió.

Luego de este largo parágrafo voy a la ley de medios.


Empiezo repitiendo algo que digo desde hace tiempo: El problema es Kirchner, no la ley.

Cuando en 1989 asumí mi puesto en el COMFER me ocupé en conocer la Ley 22.285 de Radiodifusión y a lo largo de la Administración Menem fui notando los cambios que en ella se producían y la forma en la que se la aplicaba. De la vieja ley ya nada quedaba y la aplicamos usando el buen criterio, lo que no impidió que durante nuestra administración se consensuaran al menos ocho proyectos de ley que fueron elevados al Congreso sin suerte ni interés por parte de los legisladores (algunos de ellos están aún en funciones).

Vale como ejemplo la elasticidad con que considerábamos el tema de las cooperativas de luz, agua, vivienda o lo que sea que deseaban incursionar en la radiodifusión o que ya contaban con emisoras en FM o con distribuidores de Tv por cable.

Entendiendo que en numerosas poblaciones nadie más podía brindar un servicio de mejor calidad y a costo prudencial, fuimos flexibles e hicimos la vista gorda a muchas situaciones sin dejar de evaluar para cada caso y como contrapartida, que una institución social con el poder de la cooperativa del pueblo o pequeña ciudad no debía transformarse en una especie de gobierno paralelo. Si cubría variadas necesidades sociales, desde la propia (electricidad o agua por ejemplo) hasta venta de garrafas o servicio de sepelio y además contaba con un sistema de comunicación de masas, podía fácilmente convertirse en una usina del pensamiento único.

Fuimos también flexibles con las novedosas emisoras en FM muchas de las cuales o cumplían con la totalidad de los requisitos exigidos por la reglamentación que elaboró la Administración Menem para la materia y que si eran acalladas impedirían la comunicación local y se cerraría una fuente de trabajo importante en la comunidad. En síntesis: Aplicamos la ley con racionalidad y consensuando con los radiodifusores.

La autorregulación de los contenidos propuesta a los titulares de medios y a periodistas y conductores de programas permitió perfeccionar los primeros al punto de que durante nuestra gestión la pornografía no tuvo mayor cabida. Defendimos la familia y los valores con buen grado de eficacia y con éxito lanzamos una campaña llamada “Antes que el rating, primero la familia” ideada por el entonces Interventor del COMFER el Dr. León Guinsburg, amigo personal y Caballero de la Orden del Poncho para más datos.

Así, sin violencias ni apretujones, dimos el marco posible a la radiodifusión en la República Argentina sin abusar del poder ni abrumar a empresarios ni periodistas.

No transformamos la cadena nacional en el órgano oficial fastidioso de la campaña ideológico política del Presidente de la Nación ni del gobierno ni de sus aliados, ni fue usada desmedidamente.

Admito que otros eran los actores de entonces en la cúspide del poder de la Nación y que no necesitaban del abuso publicitario para persuadir. Había calidad institucional, sabíamos trabajar y éramos conducidos.

Un error que advertimos y que le hicimos saber por diversos canales al Presidente Menem fue la concentración de medios en pocas manos. En parte producto de la privatización de las frecuencias nacionales y en parte por las fuertes inversiones que se realizaron en el sector tanto en tecnología de punta y que avanzaron sobre radiodifusoras pequeñas, locales o regionales.

La respuesta de Carlos Menem fue resignarse al error privilegiando la libertad de prensa y de empresa y promover un nuevo proyecto de ley de radiodifusión que atemperase el impacto de tal concentración, proyecto que nunca fue tratado por el Congreso.

De todo esto extraigo la conclusión de que la prisa por lograr la sanción de la nueva ley de la Administración Kirchner no tiene por objeto perfeccionar la comunicación social sino que obedece a intereses o persigue objetivos ajenos la naturaleza de esta, tales son la educación, la información, la comunicación y el entretenimiento.
La Argentina sufre una de sus peores crisis morales. Se está intentando implantar la cultura de la muerte, la destrucción de la familia, el disvalor social, la mentira como instrumento habitual de gobierno, el olvido de las raíces tradicionales, la nada sutil deformación de la historia, la justificación de la deshonestidad, la resignación ante la injusticia, el caos como estado normal y necesario en la comunidad. Esto no puede lograrse sin la complacencia de los medios masivos de comunicación social, lo saben todos los extremistas del signo que sean y la Argentina repite el modelo vigente en las dictaduras china, cubana y venezolana entre otras.

Es cierto que hay que perfeccionar contenidos y dar marco legal apropiado a los medios de radiodifusión, pero...

Lo que se intenta de apuro, ¿no es acaso solamente para fortalecer a la pareja presidencial que nos hundió en esta crisis y que perdió las últimas elecciones en medio de escándalos de todo tipo?

¿No se procura acallar a quienes piensen distinto?

¿No es el deseo de ocultar la verdad?

Más allá del texto de la ley que se debate en el Congreso y por aquello de que “quien se quema con zapallo sopla hasta la sandía”, desconfío.

Y desconfío porque los Kirchner están interesados en que esta ley sea aprobada con urgencia.

Me aburre decir siempre lo mismo: El problema son los Kirchner.
¿O no?

E-mail del autor http://ar.mc396.mail.yahoo.com/mc/compose?to=zschez@yahoo.com.ar
29 Set. 09
Juan Carlos Sánchez

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2.PROMOTORES DE LA DROGA


Los gobiernos británico y holandés, en un acto descarado de violación de la soberanía y de los intereses y la voluntad del Pueblo Argentino, son los principales promotores de la derogación de la ley 23.737 que tiene como objetivo el combate contra la tenencia de drogas. Anulada esta ley, los narcotraficantes verían facilitada su labor criminal al no poder ser molestados por poseer drogas encima.

Estos estados, a través de sus embajadas, auspiciaron en agosto una
conferencia en el Congreso Nacional cuyo principal objetivo fue la derogación de la mencionada ley. Todo esto se dio en el contexto del aberrante "Fallo Arriola" de la Corte Suprema que facilita la tenencia de drogas y cuyo resultado el MJL había previsto con meses de anticipación.

Esta conferencia fue organizada por la
Asociación Civil Intercambios, creada exclusivamente para implantar la drogadicción como costumbre aceptable en la población, especialmente entre los jóvenes, y despenalizar escalonadamente toda actividad que tenga que ver con el consumo, elaboración y distribución de los estupefacientes.

Los responsables de esta organización son Graciela Touzé, Diana Rossi, Pablo Cymerman y Paula Goltzman.

La Asociación Intercambios realiza un amplio espectro de actividades, todas destinadas a lograr la sumisión del Pueblo a las drogas. Solo a título de ejemplo, podemos mencionar el reparto masivo de jeringas realizado en el municipio bonaerense de Avellaneda en el año 2001, con el objeto de que sean utilizadas por los jóvenes para inyectarse estupefacientes intravenosos. Ésta operación destructora de la salud tuvo el aval nada menos que del Ministerio de Salud de la Nación. El responsable de ese ministerio en esa época era Jorge Capitanich, actual gobernador kirchnerista del Chaco.

"Un chico montado en su bici para al Ratón en una calle de tierra. El hombre le da dos bolsitas y le pregunta si sabe cómo se descartan las jeringas. "Ésa la tengo clara", le dice el pibe, guarda rápido los paquetitos en el short y sale arando". Así relatan, impunemente, en el sitio web de la asociación pro-drogadicción, los pormenores de la mencionada campaña de reparto de jeringas. "Son casi todos chicos, de veintipico. Más o menos tenemos 18 usuarios en unas diez manzanas. Y después tengo dos 'clientes' de Sarandí", agrega uno de los distribuidores con licencia estatal para matar, Pablo Cymerman.

Otro de los objetivos de esta organización es la creación de la figura de "tenedor neutral de drogas". Esta se aplicaría a todo aquel que esté en posesión de drogas pero alegue que no estaban destinadas para el consumo ni para la venta, facilitando infinitamente el accionar de los narcotraficantes minoristas en todos los barrios del país.

Esta asociación también se caracteriza por editar y distribuir profusamente panfletos y folletos en los que se instruye a la juventud en como drogarse. Utilizando un lenguaje adolescente y la jerga interna de los toxicómanos experimentados, fomenta la drogadicción y pone a disposición de los jóvenes instrucciones precisas de como consumir estupefacientes con la excusa de que "los jóvenes aprendan a hacerlo de forma segura".

Esta claro que la trampa en este tipo de operaciones a favor de la instalación del consumo de estupefacientes como algo aceptado y tolerable en la sociedad es la forma en la que se presenta el tema. No se fomenta el uso de las drogas abiertamente, por ahora, sino que se utiliza como excusa a la salud. El término que utilizan los promotores de la muerte y la decadencia social para imponerle la droga a los jóvenes es el de "Reducción de Daños".

Con este término se pretende instalar en la opinión pública la idéa de que la promoción de las drogas se hace en realidad con el objeto de "proteger a los jóvenes contra las enfermedades". Una de las principales banderas agitadas por organizaciones como ésta a la hora de promover las drogas es, por ejemplo, la prevención contra el SIDA. De esta forma se fomentan costumbres y vicios que destruyen la salud, en nombre de la salud.

El objetivo de la doctrina de la "Reducción de Daños" es renunciar a toda política que implique lograr que el drogadicto deje de consumir, y en su lugar instalar una mera política de fiscalización del consumo. No se combate la drogadicción: simplemente se la administra, como si fuera una actividad inerte, e ignorando sus terribles efectos masivos sobre la salud.

La Asociación Intercambios no es la única en su tipo, ni es un fenómeno local. La creación de entidades que promocionan las drogas entre los jóvenes con la excusa de la "Reducción de Daños" son un fenómeno que se da a nivel mundial, promocionado por quienes buscan crear sociedades estupidizadas, viciadas y dóciles, fáciles de controlar.

George Soros es una pieza clave en la doctrina de la imposición de la drogadicción a los pueblos del mundo como método de control y adormecimiento popular.

Soros, cuyo nombre real es Schwartz György, nació en 1930 en Hungría, donde alega haber participado, haciéndose pasar por húngaro, en actividades clandestinas contra los nazis, debido a su origen judío. Luego de la guerra, y emigrando a Inglaterra y luego a los Estados Unidos, comenzó sus actividades económicas y su carrera como especulador financiero, que eventualmente, y tras codearse con lo mas cruel y despreciable de la elite política internacional, lo llevaron a convertirse en una de las personas que hoy en día controlan -literalmente- gobiernos y estados enteros alrededor del mundo, incluyendo el nuestro.

Este aberrante personaje forma parte de la mas selecta elite de la Alta Finanza Internacional, y se dedica a financiar todo tipo de organizaciones y proyectos tendientes a la mediocrización y al sometimiento de los pueblos a nivel mundial. La antes mencionada Conferencia a favor de las drogas en el Congreso Nacional tuvo como uno de sus auspiciantes a George Soros, y los grupos de "Reducción de Daños" alrededor del mundo son financiados por el.

La organización a través de la cual Soros promocionó la conferencia a favor de las drogas en el Congreso es el
Open Society Institute. Éste instituto internacional tiene como objetivo, según el propio Soros, "fomentar que las naciones emergentes se vuelvan "sociedades abiertas", no solo en el sentido del libre comercio, sino - mas importante- tolerante a nuevas ideas y diferentes modos de pensar y comportarse". Bajo esta descripción hipócrita, se esconden todo tipo de proyectos tendientes a hundir a los pueblos en la decadencia mas profunda en beneficio de este personaje y sus socios a nivel internacional, entre los que se encuentra el Estado Británico. Uno de esos proyectos es el que promociona las drogas entre la juventud, y que se está implementando en Argentina desde hace años con la complicidad, hasta ahora, de todos los gobiernos.

La utilización de las drogas como herramienta de control social no es nueva, y data de la Guerra del Opio durante el siglo XIX, en la cual Inglaterra ocupo y oprimió a China imponiendo el consumo masivo de opio entre su pueblo para hundirlo en la decadencia y anular toda resistencia social a sus imposiciones. A pesar de la lucha por parte de las autoridades imperiales chinas de prohibir las drogas, Gran Bretaña las impuso por la fuerza, la sociedad china cayó en la ruina y se convirtió en victima fácil del imperialismo británico.

Inglaterra viene utilizando el mismo método de destrucción y dominio social desde ese entonces, y el hecho de que su Embajada en Buenos Aires, junto con la de su aliada histórica Holanda, promueve este tipo de proyectos, esta vez en Argentina, nos deja bien en claro hacia donde apuntan y para qué.

El establecimiento de la drogadicción como un hecho normal dentro de la comunidad, fomentado y promovido desde el Estado, no tiene por que ser tolerado. El Pueblo argentino tiene derecho a vivir en una sociedad sana, y a guiar a su juventud hacia valores trascendentales y elevados, por mas que eso signifique que se vuelvan mas difíciles de engañar y manipular para ciertos sectores que hoy en día, escudándose tras el discurso de los "derechos humanos" y la "democracia", vienen implantando desde la Revolución Francesa una tiranía mundial que es por muy lejos, la mas cruel y aberrante que la humanidad ha conocido jamás.


ESO NO ES LO QUE QUEREMOS PARA ARGENTINA


Ante el evidente hecho de que tanto el gobierno, como los grandes partidos tradicionales responden en el fondo a la misma voluntad - que no es la del Pueblo, sino la de la Alta Finanza Internacional, no queda otra salida que organizarnos y resistir desde un verdadero Movimiento revolucionario nacional.

Las personas sanas no tienen por que verse amenazadas por parte de los narcotraficantes o los consumidores de drogas, ni están obligadas a verse expuestas a la amenaza en nombre de las leyes. Las leyes deben tener un carácter social, y por lo tanto no pueden perjudicar a la sociedad. Toda ley que lo haga, ES ILEGITIMA. Y todo gobierno que sancione y promulgue leyes de ese tipo, TAMBIÉN ES ILEGITIMO.

Es necesario, ahora mas que nunca, que los habitantes de la Nación que se consideren dignos y ajenos a la traición organizada y criminal pasen a la acción y tomen partido por uno u otro bando.

Boletin del Movimiento por la Justicia y la Libertad.


Publicado por Red Patriótica Argentina


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