PLAN B: ¿OTRA TABLADA?

Hay quienes hablan de un proyecto desesperado


Por Carlos Manuel Acuña

Durante todo el día de ayer los observadores y analistas de la complicada situación política y económica por la que transita la Argentina, trataron de desentrañar las promocionadas declaraciones del ex piquetero y mano derecha del kirchnerismo, Luis D'Elia, utilizado de manera rentada para enfrentar las distintas manifiestaciones opositoras.


Esta vez, el personaje que sirve para incendiar comisarías, atacar con palos y trompadas las concentraciones públicas de protesta o deslizar amenazas para incidir en la crisis, difundió por distintos medios una declaración con la que, en síntesis, propone que el perdidoso Néstor Kirchner ya desprendido del peronismo, se ponga al frente de un movimiento revolucionario y socialista.La declaración y el posterior comunicado recordó anteriores versiones que comenzaron a circular cuando ya se percibía el deterioro electoral del Frente para la Victoria y se las relacionó con la ausencia de límites demostrada por la actual administración del País. Más aún, los actos que rodean al actual proceso abrieron el camino para evaluar otros datos que se agregan al autismo con que Cristina Fernández de Kirchner recibió el resultado de las urnas y distintas y alarmantes actitudes de Néstor Carlos Kirchner, quien no dudó en mostrarse como el verdadero ejecutor del poder, relegar a su propia mujer, enfrentar, disminuir, desmentir, ningunear e ignorar a ministros y colaboradores y desarrollar una patología psicológica contra diferentes sectores de la sociedad.

Por ejemplo, la enfermiza persecución al campo "para ponerlo de rodillas" o ejecutar políticas económicas contrarias a las reales necesidades de la Argentina.Otro elemento de juicio que se tomó en consideración para tratar de entender las declaraciones del piquetero devenido en un hombre rico y comprometido públicamente como un incondicional de Néstor Carlos Kirchner, es de orden externo y se relaciona con su encendida defensa del régimen bolivariano de Hugo Chávez, el indigenismo del boliviano Evo Morales, el izquierdismo populista del ecuatoriano Correa y su identificación con todos los gobiernos latinoamericanos que directa o indirectamente se relacionan con el Foro de San Pablo.


Para los observadores, todo esto se complementa con la defensa, pública de D'Elía al régimen iraní, aunque este cuadro descripto para entender sus declaraciones que vienen a coincidir con las expresadas hace unas horas por Hebe de Bonafini, quedaría incompleto si no se lo vincula con el abierto apoyo del gobierno argentino con el destituido Zelaya. Más aún y pese a las advertencias internas que se le hicieron, Cristina está lista para intervenir más decididamente aún en los asuntos internos de Honduras con todos los riesgos que ello implica.Sumados estos elementos de juicio que no son excluyentes, los memoriosos de rumores y noticias sueltas del pasado reciente, recordaron una secreta reunión efectuada en Olivos entre Kirchner y un cerrado grupo de colaboradores - Kunkel, Zannini y otros que para ese entonces se movían en las sombras - para estudiar los pasos a seguir ante una posible derrota en las urnas.Las versiones se mezclaron con otras y entre ellas, también indicativa de la falta de límites por parte del ex presidente, el manipuleo del cadáver del prefecto Febres, procesado y detenido por temas relacionados arbitrariamente con los derechos humanos. Febres, detenido en un una unidad de la Prefectura, murió de un paro cardíaco pero misteriosamente se "descubrieron" restos de cianuro entre sus vísceras.


El suceso, convenientemente difundido, permitió levantar infundadas sospechas de una falsa intervención de elementos militares lo que permitió montar un escenario argumental para trasladar a los miembros de las Fuerzas Armadas y de Seguridad de sus lugares naturales de detención, a cárceles comunes donde muchos de ellos murieron por enfermedades agravadas por los años.


EL PLAN "B".
Todos estos factores enriquecidos por la referida patología psicológica del santacruceño, no pueden desprenderse de todo lo que tiene en juego el actual oficialismo, especialmente en lo que se refiere a su acelerada marcha hacia los estrados judiciales por la infinidad de delitos acumulados que van desde la inexplicable adquisición de bienes hasta la vulneración de elementales normas jurídicas y constitucionales que comprometen a numerosos jueces acusados de prevaricato.

Como los secretos en la Argentina son virtualmente imposibles de guardar, ahora viene a saberse que durante la reunión mencionada más arriba, al pergeñarse las medidas a adoptar para el caso de una derrota electoral, se estableció repetir una experiencia similar seguida por el gobierno de Raúl Alfonsín que, antes de tener que abandonar precipitadamente el poder resolvió concretar una experiencia inédita: atacar un regimiento - La Tablada - para acusar posteriormente a elementos militares como los responsables.


De esa manera, el proyecto que luego fracasó en el terreno, serviría para victimizarse, convocar a una movilización política que se concretó y maniobrar con miras a zafar de la encrucijada en que se encontraba ese gobierno.Pero el proyecto pensado para esta ocasión es más complejo pues incorpora la realización de un atentado contra la residencia de Olivos, mediante un automóvil dirigido electrónicamente, cargado de explosivos, que debería estrellarse contra la puerta principal de la quinta presidencial.


El hecho, conmocionante, sería interpretado como un atentado directo a la presidente Cristina, lo que permitiría movilizar elementos armados que después de producir enfrentamientos, se retirarían.


Actos similares se habrían pergeñado para realizar operaciones similares contra unidades carcelarias, lo que generaría la lógica resistencia de las fuerzas carcelarias.Las noticias circulantes desde la derrota electoral del 28 de junio, añaden que los elementos civiles comprometidos en este descabellado proyecto, lo harían en posesión de un armamento que se encuentra depositado en la periferia de la Capital.


Estos grupos actuarían bajo el mando de dos activistas identificados directamente con los setentistas. Se trataría de Humberto Tumini - un erpiano amigo de Ferreyra Beltrán, complicado en el ataque de La Tablada y del militante guerrillero Massa, alias el Gringo - y Ceballos, un montonero que llegó en avión el 24 de mayo de 1973 con los guerrilleros liberados. Este último era amigo del malogrado ex coronel Perlinger que actuó como cómplice de la fuga de extremistas de ese penal y estuvo acusado de haber participado en el secuestro y posterior asesinato de la hija de un vicepresidente paraguayo.La insólita idea que comentamos, quedaría convenientemente adobada tras el impacto en la opinión pública, mediante una adecuada manipulación mediática y la actitud pública de los "grupos populares armados", que se identificarían como defensores de la democracia, de la presidente de la República, de sus alianzas regionales y, por cierto, todo esto vendría acompañado de venganzas contra los detenidos políticos y determinadas figuras públicas de la vida nacional.


Para concluir por hoy, podemos decir que este cuadro de situación está vigente en sus preparativos y a esta altura de los acontecimientos forma parte del decadente proceso político e institucional en que se ha colocado a la República.


FUENTE: Tábano consultora.

Un envío de: Roberto Oliver.

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