“¡guerra, pavor de sibaritas; guerra!
No es de argentinos execrarlas:
Es hija de siete guerras, nuestra noble tierra”
Carlos Obligado (“Patria” 1943)
En estos días en que a diario los medios hacen referencia a la proximidad del bicentenario, los funcionarios no pierden la oportunidad en hacer algún comentario; y cuando no, candidatos mostrándose comprometidos. Nada queda más lejos de esos dichos y hechos de estos personajes –que sobradamente han dado muestras de la falta de compromiso ciudadano con cada una de las palabras expresadas en la declaración de nuestra Independencia- con la entrega de esos hombres que con coraje y sacrificio han sabido salvar las diferencias de esos momentos – unitarios y federales- para materializar la independencia indiscutiblemente necesaria para la libertad americana, conseguida mediante la espada del General San Martín.
¡Que ejemplo nos dejaron! Cuando las distancias fueron vencidas en galeras o
de acaballo, hoy funcionarios de segunda línea vuelan sin justificación alguna en leart Jet de un valor de u$s 4.000.000 aproximadamente; o los que murieron en santa pobreza y hoy, los que no pueden justificar su patrimonio y relaciones empresariales con personeros de carteles genocidas. Pero ¡cuando más nuestra Patria debe esperar para ser merecidamente representada ante el mundo, ante sus ciudadanos! por el momento seguramente no; porque mientras escuchemos a un ministro rechazar el aporte de la Iglesia, alegando “no saben nada” él no sabe nada, le falta recordar que nuestra Patria se hizo de a caballo y con la santa cruz sostenida por curitas gauchos que recorrían leguas para visitar los pueblos aledaños o participando de manera activa en la emancipación americana ¿no sabe? de Fray Luis Beltrán y sus cañones, ¿tampoco? de los ilustres sacerdotes que participaron desde 1810, como ser Fray Cayetano Rodríguez quien redactó el acta del congreso que declaró la Independencia.
¡Cuanto más nuestro pueblo tendrá que escuchar a intelectualoídes gramscianos! Con el único interés de quebrantar los cimientos de la sociedad argentina, con un programa cultural contraria a la razón e inteligencia, que se aleja de nuestra cultura occidental y cristiana, reemplazando los valores por vicios que destruyen la sociedad humana; atacando a las instituciones educativas, cambiando la historia oficial como también la reciente, a las familias, a nuestras costumbres, por ejemplo cambiando las fechas patrias por fines de semana largos y esconder a las FFAA protagonistas por excelencia de las gestas libertadoras.
¡Pero, vaya suerte patria mía! Quienes en el reciente pasado, atacaron la cuna de la Independencia, hoy les tocan en suerte “festejar” el bicentenario según su cosmogonía; provocando la desunión entre los argentinos, negando sus culpas. Un festejo tan caro para los sentimientos patrióticos; Herido por una actitud de adormecimiento ciudadano permitiendo esta tragedia dionisíaca, una actitud complaciente que espera al héroe que no llega.
Por el honor de los caídos en Malvinas, por sus familiares, por los hombres que custodian nuestro sector antártico, alejados de toda comodidad durante un año en el continente helado, soberanía estratégica del futuro inmediato; Por los gauchos federales que, tacuara en mano regaron con su sangre el suelo patrio a lo largo y lo ancho. En atención al ejemplo de los hombres de campo que señalan el camino de la dignidad del criollo, que elige morir de pie y no vivir de rodillas, rechazando el miedo que viene de la turbación que nace de la ley violada.
Por eso, este 9 de julio al amanecer y de cara al sol…desplegando la bandera nacional en nuestras casas hagamos una promesa a nuestros prohombres, a nuestros mayores a nuestros hijos; Que sabremos restaurar cada una de las afrentas sufridas por la Patria, que comenzaremos a festejar el 25 de mayo de 2010, pero, continuará hasta el 9de julio de 2016.Que sabremos dar “batalla” con el poder de ciudadanos, en la participación, en el diálogo, en la reconciliación y concordia nacional, haciendo uso del instrumento democrático de las urnas y entonces sin equivocación alguna –esta vez- elegir un gobierno que conduzca a la nación argentina al éxito definitivo tan anhelado por los argentinos, logrando el bien común entre los habitantes y volver otra vez a vivir con alegría las fiestas cívicas con todos los actores de la sociedad, Centros tradicionalistas, Escuelas y las FFAA jurando fidelidad a la enseña Patria.
NOTA:
¡Que asombrosa actualidad tiene la pluma de este santo varón!
Leonardo Castellani
“LAS CANCIONES DE MILITIS”
¡Oh Republica! ¡Quién te mandará un santo de la espada, un estadista! ¡Quién sacará de Ti un hombre duro y riguroso por amor,…
Pág 187
Vamos a suprimir la guerra, “el crimen de la guerra” Debilitaron militarmente al país, lo castraron de su capacidad de lucha…
Pág 192
Vamos a suprimir esto! ¡Vamos a crear lo otro! Etcétera. No han suprimido nada ni crearon nada. Suprimieron lo que no pensaban y crearon lo que si soñaban…
Pág 192
AUTOR: CHICHO CAMPANELLO
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