El “Movimiento Acción Restauradora” de Salta, declara su total adhesión al Santo Padre y a la Santa Madre Iglesia-
En tal sentido enviamos tres artículos de mucho valor.
Fuente de los tres artículos: ZENIT (es una agencia internacional de información)
1-Se salpica injustamente a la Iglesia con motivo de la pederastía.
Homilía de monseñor Jesús Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo.
1-Se salpica injustamente a la Iglesia con motivo de la pederastía.
Homilía de monseñor Jesús Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo.
HUESCA, martes 30 de marzo de 2010 (ZENIT.org).- Publicamos un pasaje de la homilía en la misa crismal pronunciada por monseñor Jesús Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo, administración de Huesca y de Jaca, en la que afronta la manera en que se informa sobre escándalos de sacerdotes manchados de pederastia.
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En estas últimas semanas hemos asistido al conocimiento de casos bien lamentables, donde hermanos nuestros, sacerdotes y religiosos, han cometido unos de los pecados más deleznables: abusar de los más pequeños, de modo torpe y cobarde. Jesús en el Evangelio hablaba de que más le valdrían a los tales que les colgasen una rueda de molino al cuello y los tiraran al mar. Esto lo decía el manso y dulce Jesús, que cuando se trata de defender lo más indefenso, como son los niños, no usa de paños calientes. Que sobre quienes han cometido semejantes pecados den cuenta ante Dios y ante los tribunales lo que les corresponda. Pero dicho esto, con toda nuestra fuerza, hemos de decir que es otro exceso el presentar semejante pecado como si fuera un pecado del clero católico, vertiendo la sospecha de que cualquier cura o fraile puede ser presunto pederasta. Salpicar así el nombre de la Iglesia y el nombre de las inmensísima, abrumadoramente inmensa comunidad de sacerdotes católicos es algo que tiene una intencionalidad y bien lo saben quienes la orquestan.
Todo mi respeto hacia nuestros curas, que incluso tienen que sortear la sospecha y hasta el desprecio, por verse metidos en este cajón de desastre, de modo injusto y falso. La pederastia no es un pecado cristiano, ni un pecado de nuestro clero, aunque haya quienes bautizados como nosotros y sacerdotes igual que nosotros hayan cometido semejante y terrible improperio. Hace mucho más daño un árbol podrido que cayendo produce ruido y destrozo, que un entero bosque que nos da su frescor y su fruto creciendo en silencio. No vamos a mirar hacia otro lado ante estos árboles viciados e infectos, pero no nos cansaremos de seguir agradeciendo la bondad y salud del mejor bosque que sabe darse por entero.
Por eso tengo que decir que me he encontrado, y muchísimo más, con curas llenos de ilusión, con ganas de seguir trabajando por Dios y por los demás, cuidando todo lo que implica una vida sacerdotal por dentro y por fuera; curas que rezan, que estudian, que se dan de veras a quienes como ministros del Señor están sirviendo; que aman a la Iglesia a la que nunca pretenden dar lecciones; que están dispuestos y disponibles para lo que Dios precise y la diócesis esté necesitando de ellos. Curas muy jóvenes o tal vez con muchos años, sanos y lozanos o enfermos y con achaques, que dan ese testimonio sencillo y precioso de seguir en la brecha, con buen humor y mucho amor, sin poner ningún precio a su tiempo y a su entrega. Y es precioso ver en la mirada casi sin estrenar de un sacerdote joven o en la mirada gastada de un cura de mucha edad, la alegría que contagia esperanza y gusto por la vida, que sabe acompañar a la gente más machacada y herida, que sabe brindar por lo que es hermoso y sabe ofrecer lo que nos pone a prueba y purifica.
Es un año jubilar [el año sacerdotal] que estamos concluyendo en el que volver a poner esa oración en los labios: haznos santos, Señor, santos sacerdotes. Y que todo nuestro pueblo, haga suya esta plegaria también: danos sacerdotes, Señor, según tu Corazón. Curas que sepan tener su oído orante en el pecho del Maestro y sus manos en el palpitar de los hermanos. De estos curas tenemos necesidad, y estos son los curas que marcan el sendero, los únicos que nos provocan la bondad en un sincero deseo de ser cristianamente buenos.
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2-Largo aplauso para el arzobispo de Nueva York por defender al Papa.
Afirma que Benedicto XVI es líder en purificación, reforma y renovación.
NUEVA YORK, martes 30 de marzo de 2010 (ZENIT.org).- Monseñor Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, recibió una sincera aprobación de todas las personas que llenaban, de pie, la catedral de san Patricio el Domingo de Ramos, cuando defendió a Benedicto XVI de las “implacables insinuaciones” en los escándalos de abusos sexuales.
Al final de la larga Misa, el arzobispo pidió a los congregados un par de minutos de paciencia y entonces dijo que “la oscuridad de la Semana Santa está intensificada para los católicos este año”.
Y ello por una “marea de titulares sobre abusos a menores por parte de unos pocos sacerdotes, esta vez en Irlanda, Alemania y, por la repetición de una vieja historia, en Wisconsin”.
“Lo que hace más profunda ahora la tristeza son las insinuaciones sin tregua contra el propio Santo Padre, ya que algunas fuentes parecen ansiosas por implicar al hombre que, quizás más que ningún otro, ha sido el líder en purificación, reforma y renovación que la Iglesia tanto necesita”, dijo.
El arzobispo Dolan, de 60 años, indicó que la Misa Dominical no es “casi nunca el lugar para documentar la falta de precisión, el sesgo y la hipérbole de calumnias como ésas”, pero es “el momento, para los católicos, de rezar por Benedicto, nuestro Papa”.
Los fieles reunidos respondieron a las palabras del arzobispo con un aplauso que duró veinte segundos, según informó Associated Press.
El arzobispo Dolan destacó que Benedicto XVI está sufriendo “algunas de las mismas acusaciones injustas, gritos de la multitud y azotes en la columna que recibió Jesús”.
“No ha habido nadie más vigoroso en la limpieza de la Iglesia de los efectos de este repugnante pecado que el hombre que ahora llamamos Papa Benedicto XVI”, afirmó.
Y aseguró que el “espectacular progreso” realizado por la Iglesia en los Estados Unidos “nunca podría haber sucedido sin la insistencia y el apoyo del hombre que ahora está siendo coronado diariamente con espinas por insinuaciones infundadas”.
El prelado continuó preguntando: “¿Necesitan la Iglesia y su pastor, el Papa Benedicto XVI, un intenso escrutinio y crítica por los trágicos horrores del pasado?”
Y respondió: “¡Sí! Él mismo lo ha pedido, alentando una completa honestidad, y al mismo tiempo expresando contrición, e instando a una limpieza a fondo”
.
“Lo único que pedimos es que sea justo, y que la Iglesia católica no sea distinguida por un horror que ha azotado a toda cultura, religión, organización, institución, escuela, agencia y familia en el mundo”, continuó.
“La Eucaristía es la comida dominical de la familia espiritual que llamamos Iglesia -añadió-. En la comida del domingo compartimos tanto alegrías como tristezas”.
Y concluyó: “El padre de nuestra familia, “il papa”, necesita nuestro amor, apoyo y oraciones”.
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3-Irlanda: “Hubo demasiada ligereza”, afirma el cardenal Cottier.
Entrevista al teólogo emérito de la Casa Pontificia en “La Repubblica”.
ROMA, martes 30 de marzo de 2010 (ZENIT.org).- Tras la publicación de la carta pastoral de Benedicto XVI a los católicos de Irlanda sobre los abusos sexuales a menores en el país, el cardenal Georges Cottier, teólogo emérito de la Casa Pontificia, destacó el “coraje” del Papa y su “firme condena” de los “crímenes” cometidos.
Entrevistado el 21 de marzo por el diario italiano La Repubblica, denunció la “ligereza” con la que estos casos fueron tratados en el país.
“Estos crímenes se encubrieron con el silencio de los obispos que debían haber controlado, pero que, quizás por miedo al escándalo, prefirieron guardar silencio, o como máximo desplazar a los sacerdotes acusados de acoso a otras parroquias -lamentó-. Se equivocaron”.
“Desgraciadamente, hubo demasiada ligereza -afirmó-. Y podría ser que algunos, también, esperaran que ciertas patologías, como la pedofilia, pudieran curarse”.
“Errores muy graves que causaron daños tan graves a niños inocentes, muchos de los cuales han quedado marcados para toda la vida”, “no deben suceder nunca más”, dijo.
Quien fuera teólogo de la Casa Pontificia, también evocó la carta de Benedicto XVI como un verdadero “paso adelante en la lucha contra un mal atroz infiltrado en la Iglesia y en la sociedad”.
El Papa “ha escrito un texto importante, exhaustivo, muy profundo”, opinó, una carta “que servirá verdaderamente para combatir el mal tan abominable que es el de la pedofilia y la violencia sexual contra los menores”.
Pero si bien esta carta ha sido escrita a los católicos irlandeses, no por ello deja de dirigirse “a toda la Iglesia entera y a todos los hombres de buena voluntad”, a los que el Papa exhorta “a colaborar para que estos casos tan graves no se repitan nunca más en el futuro”.
En la carta, Benedicto XVI “ha mostrado su coraje, su sensibilidad pastoral, pero sobre todo su atención a las víctimas y una firme condena”, añadió el cardenal Cottier.
El teólogo emérito de la Casa Pontificia se refirió a los “aspectos” de la carta “que hacen reflexionar”.
Destacó “el nivel espiritual y la importancia de la misericordia que impregna todo el texto”.
“El Papa se dirige como un padre a todos los cristianos, habla a las víctimas, a los padres, a las familias, pero también a los responsables de estos actos obscenos, invitándoles con firmeza a pedir perdón por el mal realizado, a someterse a la justicia civil y a hacer penitencia”.
Benedicto XVI también realiza “un buen análisis de los grandes cambios sociales que han causado tanto dolor estos últimos años”.
No deja de “invitar a todo el cuerpo de la Iglesia a volver a reflexionar sobre la vida apostólica y sacerdotal”, destacó el cardenal.
Y, afirmó, “es una llamada destinada no sólo a estos hombres de Iglesia que han actuado mal, sino a todos los que cometen esos abusos de los menores en la sociedad, en las familias o en viajes turísticos con fines sexuales”.
[Por Marine Soreau, traducción del francés por Patricia Navas]
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Se solicita y agradece enviar estos mensajes a sus contactos (en Cco).
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