miércoles, 17 de junio de 2009

SEGUNDA PARTE DE LA PUBLICACIÓN



EL LIBRO DE


FABIAN SPOLLANSKY


LA MAFIA JUDIA EN LA ARGENTINA
(De la maravillosa Colección Grandes Ases del Choreo)


PRÓLOGO

Como primera expresión quiero dejar en claro mi judaidad, la de mi esposa, la de mis hijos, la de mi padre, la de mi madre, de mis abuelas, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, suegros, abuelos de mi señora, bisabuelos de mi señora, tatarabuelos de mi señora, todos, por parte de madres y padres, con lo que quiero significar que no hay un mínimo porcentaje de sangre que no sea judía, tanto por las venas de mi señora, las mías, la de mis hijos, o sea que soy tanto o mas judío que cualquiera de los que nombro en este libro, haciendo la salvedad que, siendo religioso, no soy ortodoxo. Soy más bien lo que se llama conservador, en el sentido de continuar con la tradición.

La extensa declaración que acabo de describir, es para dejar en claro que me encuentro en el derecho y el deber de aclarar los negocios turbios e ilegales realizados por mafiosos judíos que afectan a la comunidad judía argentina.

También dejar sentado que no se trata de ningún resentimiento, por hechos pasados, que llevaron a un enfrentamiento jurídico con sociedades que pertenecen al gang, (específicamente Banco Hipotecario SA o BHNSA), en el cual la justicia me dio la razón a los planteas esgrimidos en esa oportunidad. Nada más lejos de la realidad.

La única intención del presente es demostrar que existe otra mafia que no es la siciliana, ni la italiana, ni la japonesa, ni la rusa, es justamente la MAFIA JUDIA.

Asimismo el hecho de denunciar a esta organización criminal en Argentina no es tirar ninguna piedra y esconder la mano, sino todo lo contrario, es tener una luz de esperanza para que el pueblo argentino piense que no todos los judíos somos lo mismo.

Quiero desmitificar el derrotero de los judíos de la diáspora y más en Argentina, donde no nos bajan de usureros, y que con el actuar de estos delincuentes le dan la razón a ese pensamiento popular antisemita.

Calzan perfectamente todos estos mafiosos en las definiciones de estudiosos del tema como lo es Irving Sutherland por ejemplo, donde ya los definía corno ladrones o mafiosos de Cuello Blanco.

El accionar que describo de esta mafia es de libro.

Todo encaja perfectamente con las acciones que realizan en el afán de delinquir, acumular riqueza, en la desesperación de codearse con el poder -a pesar de que son vistos por el mismo poder corno simples rusitos inteligentes-, y que en la primera de cambio les sueltan la mano, como le pasó a Beraja, otro de los máximos exponentes de los judíos religiosos mafiosos de otra época muy reciente.

Cuando el poder (Menem) lo dejó sin protección a Beraja típico hofjude, o judío de corte, éste dejó a toda la comunidad judía de Argentina indefensa y con una sensación de abandono y malestar tremenda, sin mencionar la entrega que este hizo de la AMIA.

La idea es decir que tenemos salvación, que no todos los judíos de la Argentina somos como los Elzstain, Zang, Bergel, Mindlin, Lifsip de Estol, Wior, Blejer, Beraja, Grumblat, ni formamos parte de sus gangs.

Sino por el contrario hacerles frente y denunciarlos con hechos concretos, en la misma condición de judío.

Si así no fuera seguramente estaríamos ante la presencia de fascistas y nazis escandalosos, como lo son quienes se han cansado de escribir barbaridades (¿verdaderas?), de estos mafiosos, claro que no con una definición del sentido capitalista de la obtención de riquezas y con una forma mafiosa de apropiarse de ella, sino expresarse en un sentido xenofóbico, como el mismo Adrián Salbuchi lo dice:
Eduardo Elsztain: el dueño de la tierra en argentina (…) si los judíos europeos tomaron Palestina, los judíos de América deben tomar Argentina.

Sí, soy judío, los denuncio y escribo sobre las barbaridades que estos mafiosos de Cuello Blanco (como los definiría Sutherland), han hecho, están haciendo y van a hacer, y esto no significa escupir para arriba, sino tratar de esclarecer a los argentinos y a la comunidad judía del mundo sobre lo que esta banda es capaz de realizar, y asimismo tratar de evitar que estos fascistas como Salbuchi sigan hablando de que la comunidad judía quiere quedarse con la Argentina y que éstos revisen el planteo de una vez, y en serio empiecen a tratarlos como una banda de delincuentes cuyo único interés es apropiarse de las riquezas del estado y de particulares afectados en sus operatorias comerciales.

¿Cómo surgió la idea de este libro?
En el año 1995 el entonces Banco Hipotecario Nacional presentó una operatoria que se llamaba Titulización de Hipotecas con Transmisión de Dominio Fiduciario, y consistía básicamente en darle al BHNSA la propiedad en fideicomiso de todas las tierras y proyectos con compradores de viviendas, a cambio de créditos para terminar dichas viviendas que eran asumidos por los compradores. En dicha operatoria inscribí mi empresa constructora de la ciudad de Salta, a efectos de poder participar de ella, previa reunión con un vicepresidente del BHNSA que luego renunció y donde me dio todas las garantías de seguridad del nuevo negocio.

En ese momento el BHN estaba prácticamente fundido y con esta operatoria, dirigida por el entonces presidente de dicha entidad, Pablo Rojo (cuyo segundo nombre daba la impresión de ser un tipo correcto, revolucionario, serio, intachable, incorruptible y combativo, esos nombres como para respetar, que llevan la carga emotiva de cumplir con un rol en la vida: Espartaco), y que consistía en colocar todos estos fideicomisos en bancos extranjeros y de esa forma se fondeaba el BHNSA.

Aclaremos que largaron esta operatoria ofreciéndola a lo largo y ancho del país a todas las empresas constructoras, gremios, provincias, y también municipios, con tal suerte que se salvaron y empezaron una estrategia destinada a seguir la fiebre de las privatizaciones efectuadas por Menem con socios nuevos, que tomaron con mucho riesgo un banco que estaba con muchos problemas pero así mismo con un gran activo (más de 4.000 millones de dólares), y con un presidente del Banco dispuesto a todo.

Para entender la privatización: el Grupo lRSA, dirigido por Eduardo Elsztain y Marcos Marcelo Mindlin, entre otros, compró la minoría accionaria con dinero puesto por George Soros, y se quedó con el management del BHNSA, con los activos, etc. y sin poner una sola moneda, como se demostrará con el correr del libro.

Este texto tiene la particularidad que voy a narrar hechos reales relacionados con los entonces compradores o privatizadores del BHNSA en cabeza del presidente de IRSA, Eduardo Sergio Elsztain, hoy uno de los personajes millonarios de la colectividad judía argentina, cuya fortuna la realizó en los últimos años con la incorporación de un socio como Soros, el famoso inversor nacido en Hungría, residente en Londres y gigantesco operador bolsístico en todo el mundo y principalmente en Nueva York, a quien con el correr del tiempo le hizo tantas trampas que están hoy peleados, al igual que con el otro socio de Argentina, Marcos Marcelo Mindlin, con el cual casi terminan en tribunales dirimiendo sus cuestiones, y donde seguramente no fueron porque terminaban presos los dos.

Eduardo Elsztain y Marcos Marcelo Mindlin lo usaron al pobre Soros para que los inversores y en general la colectividad judía del mundo, creyendo que eran socios del gurú de los negocios (Soros), les pusieran plata a tipos como estos que les ofrecen un buen verso y proyecciones extraordinarias, pero que hay que esperar el momento cuando les toque devolver esos dineros, que como diría un amigo mío justo en ese momento se van a devaluar y vamos a ver qué cosas les devuelven a los inversores.

Estudiar, y escribir un libro sobre la mafia judía en la Argentina no fue una decisión fácil.

No sólo por los peligros asociados a un exceso de curiosidad en sus asuntos, sino que formuló un gran esfuerzo por la escasez de pruebas empíricas y por la falta de credibilidad de las pocas pruebas que por entonces pude conseguir.

Aspectos ambos que facilitaron que gente común y académicos por igual se formaran todo tipo de creencias injustificadas sobre la naturaleza de esta organización mafiosa.

También tuve en cuenta algunos consejos de amigos, todos ellos favorables, por sobre el titulo y los temas que iba a tratar en el mismo, pero muy preocupados por la integridad física tanto mía como la de los míos, porque están totalmente de acuerdo, en conocimiento del perjuicio moral y económico que me infringieron estos mafiosos.

Estando en el mes de mayo del 2008 en Israel, con motivo de celebrarse el 60 Aniversario de la creación del Estado de Israel, y participando de un tour donde la mayoría eran judíos porteños y viajando de Tel Aviv rumbo a Eilat, donde el viaje se hacía un poco monótono, surgió la idea de que el que quisiera expresara lo qué estaba sintiendo en ese momento y en Tierra Santa. Yo tomé el micrófono del colectivo y me expresé en el sentido de estar y compartir con tantos judíos que no tienen nada que ver con estos mafiosos y de cómo estábamos quedando con respecto al resto del mundo. Cuando mencioné lo que estaba haciendo (escribiendo un libro) precisando, además, que se refería a la colectividad, con mucha insistencia me pidieron más datos y precisiones y el título. Lo tuve que decir y se hizo un silencio brutal. Tuve la aprobación del título del libro y del contenido del mismo en el 98% de los que íbamos en el colectivo, salvo una pareja que no entendió porque creyó que yo iba a escribir en el libro que todos los judíos eran mafiosos. Destaco que me dio más fuerza para seguir porque todos están de acuerdo conmigo, pero nadie se anima a decir ni a escribir algo tan palpable en nuestra colectividad.

En este aspecto tuve mucha suerte porque todos los elementos y pruebas reunidos en forma fehaciente fueron aportados por el accionar de la misma gente que integra esta organización mafiosa, sólo era cuestión de interpretar los pensamientos y acciones que este grupo ejecuta y donde le caben perfectamente todas y cada una de las definiciones académicas y vulgares consultadas.

Mi interés por la mafia judía surge en gran parte por mi experiencia personal. Encontrarle un sentido se convirtió en un desafío irresistible.

La idea de escribir este libro surge a partir de la relación que me genera Eduardo Elsztain con el arquitecto Jaime Grinberg, director del BHNSA (relacionado con el escándalo de la bolsa encontrada en el baño del despacho de la Ministra de Economía, Felisa Miceli). Cuando Elsztain telefónicamente me comunica que puedo mantener una reunión con este arquitecto Grinberg, con el objeto de llegar a un acuerdo, luego de que mi empresa obtuviera un fallo favorable en primera instancia del juicio que le iniciáramos al Banco Hipotecario Nacional SA por daños y perjuicios en el año 2000.

Esa reunión con Grinberg, director en representación del Estado, según me enteré en ese momento, se realizó en el sexto piso del BHNSA, en el comedor de los directores del grupo IRSA, donde hizo alardes de manejo y de poder con respecto a Miceli y Elsztain. Lo único que me queda claro de esa reunión es que él estaba allí puesto por Felisa Miceli (Ministra de Economía del momento), cosa que me lo dijo en un tono altamente amenazador, agregando que era el encargado de los arreglos entre Elsztain y la Miceli.

A partir de los problemas de la Miceli con los ladrillos de dinero contante y sonante encontrados en el baño de su despacho y todo lo acontecido con relación a todos estos hechos, comprendí por qué este arquitecto Grinberg se encontraba ahí, lo cual me decidió llamarlo a Elzstain por teléfono para decirle lo que yo opinaba sobre ese tema.

Intenté comunicarme a la oficina del Elsztain. Su secretaria me informó que le expresara por mail todo lo que yo quisiera decir, cuestión que entendí como una negativa a recibir mi llamado.

Entonces decidí escribirle un mail a Eduardo Elzstain manifestándole que él no se sentía lo suficientemente satisfecho con:

· Lo mal que estaba dejando a la colectividad judía con semejante comportamiento por el tema de la Miceli y los sobornos y las denuncias que lo involucraban a él y al BHNSA.
· Perjudicar a la gente mediante las operatorias del BHNSA que incluyeron tanto a las empresas originantes y constructoras, como a los adjudicatarios de créditos.
· Con las Obligaciones Negociables emitidas por el BHNSA por más de 1.200 millones de dólares, que nunca pagó y le significaron presentarse en un APE (Acuerdo Preventivo Extraconcursal) generándole más de un centenar de pedidos de quiebra, tema que al día de la fecha no está resuelto.
· Los problemas de Elzstain, Mindlin, Zang, Viñes, y sus colaboradores, en forma personal y de sus sociedades con la Comisión Nacional de Valores.
· Las pérdidas que arrojó el BHSA desde que lo maneja el grupo IRSA.
· El vaciamiento que le estaban produciendo al BHSA.
· Todas las denuncias penales que tenían.
· El BHNSA estaba técnicamente quebrado según el Acuerdo Preventivo Extraconcursal.
· Destituir a dos funcionarios puestos por la ministra.
· Bajar y comerse literalmente una Ministra de Economía de un país, cosa que en mi vida había escuchado.
· El embargo de las acciones que tenía el estado en un fideicomiso en Estados Unidos y que un abogado de su entorno (socio de Zang, asesor del BHNSA, asesor de IRSA, etc.), Martín Esteban Paolantonio, las realizó con el consentimiento de la Miceli.

Con todo énfasis le manifesté hasta dónde llegaba su soberbia y angurria (dos de los pecados capitales), y que no le importaba nada de lo que ocurriera con toda la gente que perjudicaba, mandando al muere a dos delfines suyos, y a la ministra misma, lo que le auguré que por ese camino iba a terminar igual que Beraja.

Ese mail lo tenía en la carpeta de borradores y me pareció muy fuerte para mandarlo, pero como le hablé por teléfono y la secretaria me dijo que no me iba a atender personalmente y que todo lo hiciera vía mail, lo estuve pensando un día entero, hasta que se lo mostré a Nancy, mi señora. Ella me decidió:

- Sí. Si es la verdad, mandáselo.
Se lo mande a eso de las 14 y 45 horas. Le dije a Nancy:

- Ahora me llama.
No pasaron más de 15 minutos y suena el celular y veo una llamada de Buenos Aires. Atiendo y era la secretaria de Elsztain, preguntándome si lo podía atender al Señor Eduardo. Le contesté:
- Nunca le negué un llamado a nadie, páseme con él. No tengo ningún problema en atenderlo.
Con un tono muy agradable Eduardo Elsztain me comienza a dar una serie de explicaciones respecto del mail que yo le había escrito, diciendo por ejemplo:
- No estoy de acuerdo con vos en lo que me escribiste, no es tan así. Yo no tengo nada que ver con el episodio del baño de la ministra. Nunca antes llegamos a un acuerdo con tu empresa (respecto al litigio que mantenemos), porque los dos somos judíos y un acuerdo entre nosotros no iba a ser bien visto en el ministerio de economía donde yo tengo que rendir cuentas permanentemente de todos los actos del BHSA.

Fue entonces cuando le dije:
- Me parece raro que me hayas llamado por teléfono para explicarme o rendirme cuentas a mí de algo que se lo tendrás que explicar a la justicia en su momento, a lo que agregó, por la alusión a Beraja:
- Las maldiciones no me llegan. Le contesté:
- Es una bendición que alguien que no fuera de tu entorno te hiciera reflexionar y decirte las cosas como son y cómo las ve el común de los mortales.
Luego de lo cual se despidió en buenos términos.
Y me quedé pensando que todo lo que le escribí era tan cierto, tan real, que había llegado a él no como una ofensa, sino como un destape de la verdad, que vulneró su soberbia y lo obligó a mostrar debilidad, llamándome a mi celular.
Era tan patético lo que le escribí y a la vez tan verosímil que se molestó tanto hasta perder el orgullo y la dignidad. No aguantó las ganas de decirme cosas que le traicionaban el subconsciente. Como se dice, lo puse en el llano.
No me hubiera llamado, si el mail que le envié no hubiera dicho la verdad, esa misma verdad que no quería escuchar.
Seguí cavilando y descubrí que me había equivocado en algo: Elsztain no va a terminar igual que Beraja. Va a terminar mucho peor.

Elsztain: propiedades agrarias
El 28 de febrero de 1999, Silvia Naishtat escribió un artículo con muchos datos sobre las propiedades de Elsztain en el campo. El artículo se denominó: Dueño de la pampa. En 1993 IRSA tenía 14 propiedades facturando 24 millones por alquileres. En 1998 tenía 114 propiedades y facturaba por 173 millones con 64,5 millones de ganancias. CRESUD tenía en el 2000, la friolera de 468 mil hectáreas y obtenía 200 mil toneladas de granos y 17 mil de carne por año. En el 98 ganó 53 millones de dólares vendiendo cereales, vacas y oleaginosas. Cuando sobrevino la crisis de Asia perdió mucho dinero. Elsztain ya estaba en Brasil en el 2000 unido al grupo CYRELA con el cual formaron BRAZIL REALITY tenían 261 millones en shoppings, edificios y oficinas; en Venezuela eran socios del grupo Velutini (cuyo director y propietario es el mismo Presidente Chávez), invirtieron 300 millones de dólares. Invirtieron mucho en tierras porque estaban baratas: la hectárea en Europa estaba a 20 mil dólares y en la Argentina a 3 o 4 mil. Gracias a Soros, obtenían recursos en el mercado global de capitales sin demasiados problemas.

La mafia Elsztain - Mindlin y la crisis del campo
La mafia presiona al kirchnerismo y a la oposición, impulsa a los funcionarios para cobrar las retenciones, y empuja al campo a resistirlas. Además, lava dinero.
Con el fisco y contra el fisco: ganar con las retenciones y lavar dinero todas las veces que se pueda, En pleno conflicto del campo, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se entrevistó con Eduardo Sergio Elsztain. Los contenidos exactos del diálogo se desconocen. Lo que sí se sabe es que Elsztain fue invitado porque es el principal latifundista cerealero y sojero de la Argentina, influyente, a la vez, sobre las cuatro organizaciones ruralistas: Sociedad Rural, Federación Agraria Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas y Coninagro y empresarios de confianza en las esferas de decisión del gobierno. Todos los principales dirigentes agropecuarios que aparecen en las mesas de la televisión son títeres del poder de Eduardo Sergio Elsztain. Y es mentira que no exista diálogo, porque el nexo de unión entre éstos y Cristina Fernández de Kirchner es, precisamente Elsztain. Nada se dice y nada se hace que no lo haya dicho y decidido antes Elsztain.

En el mes de enero del 2008, Eduardo Sergio Elsztain se entrevistó lejos de los despachos oficiales con Martín Lousteau, entonces Ministro de Economía, y le sugirió elevar nuevamente las retenciones. Estas ya habían sido elevadas dos veces durante el 2007. Más allá de los intereses fiscales en juego, Elsztain necesitaba esta medida para incrementar aún más su ganancia extraordinaria (porque sus jefes que residen fuera de Argentina cada vez le piden más dinero). Sabido es que existe una ganancia extraordinaria básica por el precio internacional y porque la demanda sigue creciendo en el Extremo Oriente.

Pero para poder hacer más fáciles los negocios de penetración terrateniente en Brasil, en Paraguay y en el Este Boliviano, le hace falta a la mafia más y más dinero. Esos recursos deben ser extraídos de la gran masa de productores en negro, que ante el crecimiento de las retenciones habrían de quedar a merced de los acopiadores y de los grandes cerealistas exportadores, de los cuales Elsztain y su amigo Marcos Marcelo Mindlin, son los primeros.

El negocio es simple. Cualquier persona puede entender esta lógica de la superganancia fácil sobre un sujeto extorsionado doblemente, por el aparato fiscal del gobierno y por el gran capital concentrado. Una asociación perfecta: la mafia obteniendo una ganancia extorsiva, mediante la utilización, no de pistolas o luparas, sino de un arma mucho más efectiva, el aparato fiscal del Estado.

La gran masa de productores en negro, aquellos a los que el propio fisco no incorpora deliberadamente, se ve obligada a realizar operaciones a pérdida que para intermediarios, acopiadores y cerealistas exportadores son ganancia redonda. Eso motivó el larguísimo paro granario en rechazo a la política fiscal del gobierno, que a los cerealistas no les significó absolutamente ningún riesgo ni mucho menos, costo adicional. Encabezados por la mafia Elsztain, trajeron 4 millones de toneladas de soja del Paraguay que llegaron a Rosario en convoyes de balsas por la Hidrovía del Paraná.

La larga huelga agraria produjo desabastecimiento (incrementado artificialmente por los distribuidores mayoristas, supermercadistas y comerciantes judíos solidarizados con la maniobra de Elsztain) y, a la vez, un tremendo desprestigio del gobierno, pero los grandes cerealistas silenciosamente, siguieron ganando dinero y consolidaron su expansión en todo el MERCOSUR. La mafia Elsztain avanza rápidamente en el territorio sojizado. Lo obtenido como ganancia extraordinaria con la crisis lo utilizará para extender sus latifundios en Goiás y en el Matto Grosso.

Pero así como se sirve del fisco para extorsionar a los más débiles del circuito productivo, pasa por sobre este cuando se trata de lavado de dinero (proveniente principalmente del narcotráfico, la pornografía, la actividad prostibularia y el alcoholismo, todos rubros en manos de los judíos). El domingo 22 de junio del 2008 se conocieron detalles del lavado de divisas de la Argentina, realizado por grandes capitalistas, noticia que fue difundida por el diario Crítica, en una nota del director de ese medio, Jorge Lanata, que reproducimos íntegra en el apéndice. Uno de los principales lavadores de dinero es Marcos Marcelo Mindlin, socio y amigo de Elsztain. Operaba por medio de JP Morgan, y uno de los ejecutivos de esta banca, Hernán Arbizu, denunció las maniobras en Estados Unidos y en la Argentina.



Fuente: EDICONES DEL MUY ILUSTRE RESTAURADOR

Un envío de : Marcos Mario Eberle Patterson.


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