ARTÍCULOS-
TRES MUY BUENOS Y DE ACTUALIDAD.
a-J.Camacho y Martín Güemez
En estos días, más allá de discusiones estériles (así lo conceptúa la mayoría ciudadana), opiniones intrascendentes (vertidas en los medios de comunicación salteños) y certezas académicas (esbozadas en tertulias vanas); el Consejo Deliberante de la ciudad de “Lerma en el Valle de Salta” (como se la llamó originariamente) consumará un parricidio histórico, al pretender demoler el monumento al Virrey Francisco de Toledo. En este sentido, padecen de astigmatismo político, por la oportunidad elegida… cuando la clase media se aleja de ideologismo, de antinomias, de oportunismos partidarios, de prepotencias sociales, de inseguridad, de corrupción, de falta de solución a sus problemas inmediatos. En suma, lo que conceptúan “agresión a su libertad”, a su propiedad, potenciada esta queja, por las tribunas de toxina. Todo lo que sienten o visualizan como sectarismo, como fanatismo, como resentido o corporativo, es usado en contra de quienes detentan responsabilidades públicas. Sean Kirchneristas o antikirchneristas. De allí, nuestra grosera comparación, que no es para mal de nadie, sino para bien de todos. Cualquier semejanza con los Shoklender, es pura coincidencia. No se enojen, las madres, los padres, ni los hijos, de esta situación institucional. De este laberinto, se sale por arriba. Ordenando la ciudad, desde el punto de vista del nombre de sus calles, en procura de la densidad histórica.
La democracia, la república, lo federal, lo ciudadano, merece un mejor tratamiento histórico. Una visión integradora, de nuestras etapas formativas. El mundo aborigen, el mundo hispánico, el gaucho – criollo, y el inmigrante, no deben ser estigmatizados, por visiones maniqueas. Por actitudes ideológicas, nacidas del resentimiento de los pudientes, o de los ninguneados, devenidos en pobres.
En realidad, estoy convencido, todos somos inmigrantes, en este gran hospital que es nuestra Suramérica. Por eso no nos gusta la noción de enemigo, de hostis. Salvo en la defensa de nuestra tierra, de nuestra Patria.
Nuestra historia, esta recorrida por caminos en la mar, por estelas de ese pasar, por eso no vemos ese antiguo trajinar, en búsqueda del aislamiento esplendido. Nadie es originario en esta tierra Suramericana. Aquel que esgrima antigüedad original, plumaje indio, o blasones españoles, está llevando agua para su aljibe. Sea indigenista o hispanista. Somos una pluralidad de lo nacional.
De todos modos ¡cuidado, con este proceder desintegrativo! sea ingenuo o deliberado. Como Jack el destripador, los gestores de este accionar, van por partes; buscando todo lo que definen como cristiano o humanista. Los progresistas de nuevo cuño, aunque hablen castellano, esgrimen macanas indigenistas, en actitud intolerante. Como los teros, cacarean en un lado y los huevos están en otro. Luego, será el turno de los Reyes Católicos, argumentando algún emblema franquista que detenta el citado monumento, dado el tiempo de su construcción. La leyenda negra antiespañola, creada por el imperio anglosajón, está de moda. Hasta temo, que soliciten destruir el monumento a Güemes, inaugurado durante la dictadura de José Félix Uriburu, o mediante exhorto, soliciten la destrucción de su monumento en Buenos Aires, inaugurado por Bussi. ¿Tiene la culpa Güemes, de esos tiempos nefastos donde olvidaron su prédica nacional y popular? Espero, dentro de tanta confusión, y destrucción deliberada, que no se olviden de Lerma, quien murió en prisión, por estafas varias, negociados y robos reiterados. Nos merecemos dicho gestor público.
Lo acertado hubiera sido – a mi criterio – trasladarlo al Virrey a la Plaza Gral. Martín Miguel de Güemes, que debería rebautizarse Fundación de Salta. Dado que en esa plaza, frente a la Legislatura Provincial , no está Güemes, y sí Hernando de Lerma (quien obedeció las directivas del Virrey Toledo, al fundar Salta). ¿Que mejor que unir, mandante y mandatario de ese hecho fundacional?
¿Colonialismo, zoncera o miopía geopolítica?
Más allá, que este acto no terminará con el “colonialismo” vernáculo, y tampoco enderezara las “zonceras” lugareñas, el hecho en sí, demuestra una miopía geopolítica en quienes aprueban el desaguisado histórico. Tal como lo comprueba Roberto Levillier, en su monumental biografía sobre “(…) el nieto de los condes de Feria y primo de los duques de Alba, cuñado de la condesa de Deleitosa y pariente consanguíneo de los duques de Escalona y los marqueses de Villena, descendía don Francisco de los emperadores de Constantinopla, los Paleólogos. Entre tanta nobleza, hubo de conformarse con un rango secundario, pues era hijo menor de los condes de Oropesa cuyos títulos heredó su hermano Fernando, hombre de gran influencia en las cortes de Carlos V y Felipe II”. De allí, que fuera un hijodalgo español, que trasladado a Indias, logró su lugar bajo el sol americano. Gracias a la tarea realizada (hoy, inconclusa), de potenciar nuestra región, económica y socialmente. Esto le acarreó el resentimiento manifiesto, de quienes como su primo el Inca Garcilaso de la Vega , mestizo cultural y étnico, se encargó de escribir contra su persona. Nada cambia jamás, siempre las intrigas, las habladurías, destruyeron nuestras posibilidades ciertas de crecer unidos. Los hacedores, despiertan la envidia humana. Ayer, hoy, mañana.
Leyendo el magnifico libro: “La Argentina Renegada ” de Daniel Larriqueta, podemos sintetizar que, al igual que el Licenciado Juan de Matienzo, en el Virrey Toledo, ejecutor de las mismas, (…) Lo esencial de su pensamiento era pasar del modelo extractivo ocupado en el desguace del Imperio Incaico, a la construcción de una sociedad estable, capaz de resolver los conflictos en un proyecto de expansión. Ordenar las poderosas fuerzas en presencia, de modo que en lugar de marchar hacia la implosion, se articularan en la creación de un nuevo mundo. Ni más ni menos.”
El Toledo que llegó a Lima, vivió un año en esa capital del Perú, y luego recorrió durante cinco largos años, ciudades, pueblos, comunidades. Su objetivo, al visitar, fue (…) reformar, asentar lo que la indisciplina inicial de las luchas civiles y la soberbia de los encomenderos después, habían conculcado en materia de leyes y de instituciones.”. La Argentina andina, la única Argentina significativa hasta el Siglo XVIII, se hizo sobre el modelo “matiencino”, con las adaptaciones y el énfasis de Toledo, afirma Larriqueta.
El Virrey Toledo fue el gestor de la revolución de la mineria Alto Peruana, con eje en Potosí (decadente en tiempos de los Incas, por falta de tecnología adecuada). El mercurio o el azogue (monopolio estatal, establecido por Toledo) que se extraía de la Mina de Huancavelica, es el primer ensayo de industria dirigida “(…) un caso interesante y único de gran empresa pública indiana.” Que se oponía al libre tráfico, y que se completaba con un sistema laboral, que aún a fines del siglo pasado (XX), fue más humanitario que el que se aplicaba en las minas privadas, en Potosí, actual Bolivia. Los trabajos de Toledo, de los españoles, de los criollos, y el sacrificio de los indios, hicieron viable el Sur, nuestra economía subsidiaria. Con su haber, y con su debe, sin ese proceso político, económico y social, la guerra gaucha no hubiera tenido lugar. Nuestra región, sin ayuda rioplatense, sostuvo la independencia suramericana.
“Salta nació como centro, no como frontera”, tal como afirma Atilio Cornejo. Esa fue y es su misión histórica, ligada al mundo andino, al Pacífico. A la región que la contiene, el noroeste argentino, el sur boliviano, y el norte chileno. Punto de equilibrio con el puerto de Buenos Aires, el Mediterráneo, el Litoral y Cuyo. Ese es el legado histórico del Virrey Francisco de Toledo, verdadero estratega y fundador de Salta.
b- De Genaro Soto.
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EL ATEÍSMO CONTEMPORÁNEO
“El ateísmo contemporáneo presenta algunas características que lo diferencian de las formas precedentes que han acompañado, en l...
Patrona de los Artilleros
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- En el programa 18 de "Padres de Familia", que se emite por el
Canal de Youtube TLV1- Toda la Verdad
No tendrías poder alguno sobre Mí si no te fuera dado de lo alto (Nuestro Señor Jesucristo a Pilatos, Juan, 19, 11).
Toda persona esté sujeta a las potestades superiores; porque no hay potestad que no provenga de Dios y Dios es el que ha establecido las que hay. Por lo cual, quien desobedece a las potestades, a la ordenación de Dios desobedece. De consiguiente, los que desobedecen, ellos mismos se acarrean la condenación. (Epístola a los romanos. 13, 1-2).
c-De Jorge Nelson Poma-
LOS NUEVOS MITROMARXISTAS
Por Jorge Oscar Sulé
Ante las referencias vertidas por Felipe Pigna en un artículo de la Revista “Viva” del domingo 29 de julio de 2012, se nos hace imperioso señalar sus errores, omisiones y tendenciosidad ideológica cuando emite juicios y comentarios sobre uno de los mayores próceres de la historia argentina.
En el subtítulo “Tiempos de cambio” afirma que “con la instalación de los saladeros la necesidad de sal y tierras para las pasturas fueron apartando a la burguesía del recuerdo de los ideales de hermandad expresados por los hombres de Mayo”, desconociendo, o aparentando desconocer que antes de la Revolución de Mayo ya se habían instalados saladeros. Entre 1792 y 1796 se exportaron desde Buenos Aires, según Azara, más de cuarenta mil quintales de tasajo. Este florecimiento económico, justamente, fue uno de los factores que incrementó los ideales independentistas y contribuyó a solventar las guerras de la independencia.
Sería aconsejable que Pigna investigue las publicaciones de “El Telégrafo Mercantil” del 3 de septiembre de 1802 que dan cuenta del negocio del tasajo que ya venía desarrollándose desde finales del siglo XVIII (1). No hay cambio sino desarrollo de una actividad que procuró mucha mano de obra a los sectores más desprotegidos de la población además de estimular y originar otras actividades como la carpintería, talleres de cerrajería y tafiletes necesarios para construcción de barriles etc, etc.
Por otra parte el concepto de “burguesía”, taxonomía liberal o marxista a la que Pigna recurre, es inválida para designar al segmento dirigencial que se pronunció contra la autoridad española en mayo de 1810. Pero entrando en su territorio liberal-marxista, la burguesía sería el sector que vive en la ciudad (el burgo). Se dedica a comprar y vender sin incorporar valor agregado al circuito económico. El pulpero, el tendero, el de la casa de Ramos Generales, los que se desempeñan en laS profesiones liberales, etc, pueden incluirse dentro de esa simplificación sociológica. Rosas por el contrario, vive en la frontera muchos años, es fronterizo y no burgués. Hay que saber el tiempo del destete de un ternero, de “marcar”, saber el porcentaje de caballos enteros que debe haber en una manada y por lo tanto saber capar los restantes, convertir un novillo en buey, etc, etc. Cosa bien diferente es saber criar hacienda, “hacerla” adaptando a ella la vida que limitarse a vender en las tiendas los géneros importados comprados en Europa.
Pero además, al transformar la materia prima, la carne, en tasajo, incorporando valor agregado a dicha materia prima y exportándola con flete propio, estamos en presencia de un emprendimiento industrial. Rosas, por lo tanto, como hacendado, es productor y como saladerista es un empresario, expresión temprana del capitalismo naciente del siglo XIX.
Cuando Pigna se refiere a Martín Rodríguez como gobernador estanciero, ignora que los ingresos económicos de este gobernador proceden en su mayoría del almacén de Ramos Generales y pulpería de la que es dueño y no de su estancia.
Con el subtítulo “Rosas y sus aliados” Pigna recuerda que el saldo de esa campaña al desierto fue de 3.200 indios muertos, 1.200 prisioneros y 1.000 cautivos liberados. Omite puntualizar las bajas sufridas en el ejército expedicionario: salieron de Buenos Aires más de 2.000 efectivos y sólo regresaron 1.000. Al parecer los muertos indios son más importantes que los muertos cristianos. Además omite otros saldos: los geopolíticos, económicos, sociales, políticos, etc, etc.
Estos escamoteos abundan en los trabajos de Pigna, distorsionando la realidad histórica. Afirma que Rosas “pactó” con los pampas y se enfrentó con los ranqueles y la Confederación liderada por Calfucurá.
Acá no solamente hay escamoteos, sino exactitudes de bulto. Rosas no “pactó” sino que informó con antelación a los distintos grupos indígenas de la realización de una expedición invitándolos a que se sumaran a la columna y no solamente a los pampas sino a los vorogas de Guaminí y Carhué. Ya estando en Médano Redondo los tehuelches con sus caciques Niquiñile y Quellecó, aceptaron las sugerencias de Rosas; el reconocimiento a las autoridades nacionales recomendándoles que se constituyesen en defensores del fortín Carmen de Patagones (2) autorizando su ubicación en las zonas aledañas al fortín exhortando al intercambio comercial con esta guarnición. Casi todas las comunidades aceptaron las indicaciones de Rosas, menos los ranqueles que se negaban a entregar los soldados de los ejércitos unitarios que derrotados por Quiroga se fueron a proteger en los aduares ranquelinos de Yanquetruz. Hacia estos, Rosas mandó una columna pero no enfrentó a “la confederación liderada por Calfucurá” porque sencillamente en esa época no existía. Usted confunde los tiempos. La confederación de Calfucurá aparece tiempo después de la campaña al desierto.
La expedición no se proponía el exterminio indígena como Pigna lo afirma, ni sería una correría de carácter filibustero. Otra cosa era Chocorí, asentado transitoriamente en Choele Choel. Allí recibía la hacienda sustraída por ranqueles y vorogas rebeldes de las estancias del sur de Córdoba, San Luis y Buenos Aires llevando las haciendas a los intermediarios y hacendados chilenos.
Chocorí no comandaba un pueblo, no era un “Gulmen” sino que conducía, a grupos indios soldados y suboficiales alzados. En Choele-Choel trataba con Rondeau, Cañiuquir y Yanquetruz la compra de vacas arreadas del sur de las provincias citadas para negociarlas en Chile. Por eso era considerado un simple bandolero que se servía de renegados, mantenía cautivas blancas que pagaba con alcohol a sus opresores ranquelinos y vorogas rebeldes, para servicio y serallo de los suyos. Hacia ese punto, dirigió Rosas sus mejores efectivos hasta desarticular ese centro de intermediación comercial.
Desbaratadas esas bandas y fracasadas las columnas del Centro y de la Derecha para seguir al Neuquén Rosas dio por finalizada la expedición. Chocorí no murió en la refriega de Choele Choel y hacia 1840 pidió las paces y someterse al gobierno de Rosas quién las aceptará sin rendición de cuentas pasadas siendo racionados él y sus hijos Cheuqueta, Antiglif y Sayhueque en Bahía Blanca y Tandil.
El juzgar que unitarios y federales coincidían en exterminar al habitante “originario” y quedarse con sus tierras, es una falsa e ideologizada simplificación judicial de un juez que sentado en un estrado impoluto y atemporal arroja condenas salomónicas en abstracto. Preguntado un indio si era el dueño de esa tierra que pisaba contestó que no, que él era el hijo de la tierra y no su dueño. El indio fue nómade por necesidad. En el toldo cuadrado o triangular vivían 20 o 25 personas: tres o cuatro parejas con sus hijos y agregados. Alrededor del toldo, el espacio donde la hacienda pastaba. A cincuenta metros o más distanciado se levantaba otro toldo con su hacienda, cuando el talaje de la hacienda agotaba las pasturas aledañas del toldo buscaban otro paraje con pasturas vírgenes.
Pero antes de recordar las relaciones de Rosas con los indios aclaremos lo que Pigna llama “habitante originario”. No existe habitante originario en América. El indio procede de Asia en sus desplazamientos a través del Estrecho de Bering o del corredor de Beringia después de la última glaciación o por arribadas desde el Océano Pacífico, procedente del sudeste asiático. El “habitante originario” lo encontramos en las zonas de Kenia y Etiopía con el homo habilis datado en 1 millón ochocientos mil años, el homo erectus datado en 1 millón 540 mil años datado por el potaso argón, el homo 1470 también descubierto por la familia Leakey con más antigüedad que los anteriores. El homo Sapiens Sapiens entre los 200.000 y 140.000 otro homo llamado Neadertal entre 100.000 y 30.000 años.
Hacia el 80.000 (circa) comienzan las emigraciones a otros continentes. Los registros fósiles en América del Norte no superan los 24.000 años de antigüedad. En Argentina las dataciones con el carbono 14 no superan hasta ahora los 11.000 años. Los indios son los más antiguos inmigrantes, pero no originarios.
En cuanto al trato y las relaciones que tuvo Rosas con los indios le recordaré algunas:
1.- Rosas no supo de actitudes discriminatorias o de rechazo hacia los indios por su condición de tales.
2.- Desaconsejó la guerra como método de sometimiento al indio y rechazó su exterminio como sistema (3).
3.- La conducta y luego la política tuvo como método la negociación y la integración como objetivo ya sea reconociéndoles asentamientos y espacios propios con frecuencia cercanos a los fortines incorporándolos como mano de obra para las tareas agropecuarias, como soldados de milicias rurales o exhortando a las prácticas de la actividad comercial (4).
4.- El racionamiento de alimentos y suministro de haciendas para la formación de sus propias majadas (El llamado Negocio Pacífico) fue una práctica sistemática y puntualmente efectivizada. (5).
5.- El estimularlos o iniciarlos en las prácticas de la agricultura suministrándoles arados, bueyes, semillas y otros implementos, colocándolos en un escalón superior al que tenían en el nivel civilizatorio, constituye la demostración más fehaciente que Rosas apostó a la integración del indio en el mundo cristiano. (6).
6.- Introdujo por primera vez la vacuna antivariólica en las distintas comunidades indígenas que lo frecuentaban, gesto que le valió a Rosas ser considerado un benefactor de la humanidad y ser incorporado como Miembro Honorario al Instituto Jenneriano en Londres. (7) (8).
7.- Prohibió el arresto de indios por deudas de dinero (9).
8.- Los hizo votar a los que estaban bajo bandera “de sargento para arriba” (10).
La integración estaba en marcha. Caseros la interrumpió. No hubo más “Negocio Pacífico” como política sistemática, no hubo más arados, no hubo más vacuna antivariólica.
Llegó el progreso, el remington, una constitución, el ferrocarril, la alfabetización, el habeas corpus, que escribieron su propia historia.
Pigna debería recorrer los archivos oficiales o privados para documentarse. “Sin oro no se hace oro, sin documento no se hace historia”. Repite la tradición liberal que por razones políticas aborreció a Rosas y repite la tradición marxista que analiza a Rosas a través del corset ideológico que acollara el pensamiento a través de sus mecanismos deterministas. El discurso que ofrece es el mismo postre liberal pero recubierto con la crema de la fraseología marxista que legitima o moderniza todo. A este engendro, Arturo Jauretche lo llamó “mitromarxismo”.
Sr. Pigna: recorra los archivos para documentarse, no “recorte”, no “cartonee” la historia. ¡Investigue Sr. Pigna!
FUENTES
(1) TELÉGRAFO MERCANTIL DEL 3 DE SEPTIEMBRE DE 1802.
(2) GARRETÓN, Juan Antonio. Partes detallados de la expedición al desierto de Juan Manuel de Rosas en 1833. Ed. Eudeba 1975.
(3) IRAZUSTA, Julio. Vida política de Juan Manuel de Rosas a través de su correspondencia. Edit. COLOMBIA. 1975.
(4) Archivo General de la Nación S. X. 27.5.7.
(5) A.G.N. S.X.23.9.5
(6) A.G.N S.VII.10.4.14
(7) SALDÍAS, Adolfo. Historia de la Confederación Argentina. T.1 Ed. Granda. 1967.
(8) A.G.N S.X 27.5.6
(9) A.G.N S.X 25.6.1
(10) A.G.N S.X 25.6.1
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