La bandera azul celeste y blanca,
Envío de: HUGO CÉSAR RENÉS
Conmemoramos mañana, junto al 193 aniversario de la muerte de quién en vida supo ser una de las glorias más puras de la América no solo por sus memorables servicios a la causa de la independencia y de la libertad, sino también, por la elevación moral de su carácter y por la austeridad de sus principios democráticos, el día de la creación del pabellón nacional.
Supo decir el General Manuel Belgrano: "Nuestra sangre derramaremos por esta Bandera", y agregó en la celebración de aquel 25 de mayo de 1812: "No es dable a mi pluma pintar el decoro y el respeto de estos actos, el gozo del pueblo, la alegría del soldado, ni los efectos que palpablemente he notado en todas las clases del estado, testigos de ellos: solo puedo decir que la patria tiene hijos que sin duda sostendrán por todos los medios y modos su causa y que primero perecerán que ver usurpados sus derechos"...
En aquellos tiempos el pueblo ofreció su sangre y su inmolación a cambio de la vigencia de su libertad. Eran tiempos violentos, de leva y contribución forzosa, de requisa de bienes, de estrecheces; de triunfos, de traiciones, de heroísmos y, también como hoy, de fracasos.
Por ello pienso que evocar al creador de la Bandera para exaltar su civismo ejercido sin vacilaciones, sus ideas de expansión de la educación como fundamento para el sostenimiento de la libertad y la consolidación nacional, en otra fecha que no sea exactamente el 20 de junio, me suena a traición tanto al General Belgrano, como a todos aquellos hombres célebres que murieron por la gloria de nuestra patria e invocaron al patriotismo para inspirar a un pueblo a defender sus derechos, sus glorias..., es por ello que son, fueron y serán patrimonio nacional y pretender arrancar a su corona cívica una sola de sus hojas sin justificar el derecho con que tal despojo se haga, es defraudar al pueblo de su legítima propiedad, ¿no le parece?.
¿Debemos resignar el simbolismo del acto de conmemoración de la creación de nuestra bandera, vínculo sagrado e indisoluble entre las generaciones pasadas, presentes y futuras, que consolidamos a lo largo del tiempo en nuestros rituales patrios, para priorizar el consumismo turístico, justamente cuando a quién estamos honrando, Manuel Belgrano, se opuso tenazmente a la concepción mercantilista que predominó en aquella época colonial?.
¿No es este otro signo de debilidad de una democracia que no puede recuperar sus fuerzas?
En esta fecha histórica cobijemos nuestros hogares, como ayer lo hicieron nuestros ancestros, bajo los pliegues de nuestra hermosa enseña patria, y hagamos brotar bajo su sombra la virtud del patriotismo, como en otro tiempo lo fue el laurel del guerrero, para que nos permita conducir a nuestro pueblo por la paz, por el honor, por la libertad laboriosa, hasta ponerlo nuevamente en posesión de sus destinos, que le fueron prometidos por su creador, al desplegarla victoriosa sobre su cuna.
¡Embanderemos el 20 de junio nuestras casas y nuestros corazones!.
En azul y blanco, HUGO CÉSAR RENÉS políticamente candidato a nada
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NUESTRA VERDADERA BANDERA NACIONAL: AZUL Y BLANCA
Envío de; Rodolfo Brieba
Belgrano es el creador de la bandera “Azul y blanca” y NO la “celeste y blanca” que impusieron Sarmiento y Mitre. La bandera, creada en Rosario el 27 de febrero de 1812 por Belgrano inspirada en la escarapela azul-celeste del Triunvirato, debido al color de la heráldica, que no es azul-turquí ni celeste sino el que conocemos como azul. Nada tuvo que ver el color del cielo con que nos quisieron convencer. Algunos utilizan el argumento para defender el celeste, por el hecho de que por la “sincera religiosidad de Belgrano”, este debió tomar el celeste de la virgen y no el azul. Sin embargo la “sincera religiosidad de Belgrano” no contradice el hecho de que usara al azul ya que algunos suponen que el azul-celeste de los patricios fue tomado de
BANDERA NACIONAL ARGENTINA DE 1830.
Azul y blanca fue la bandera que flameó en el fuerte de Buenos Aires, en Ituzaingo durante la guerra con Brasil, y en la guerra del Paraguay. En 1813, Artigas le agregaría una franja colorada (punzó) cruzada para distinguirse de Buenos Aires sin desplazar la “azul y blanca”. La bandera cruzada fue usada en Entre Ríos y Corrientes. La cinta punzó fue adoptada por los Federales, mientras los Unitarios, para distinguirse, usaron una cinta celeste, y no el azul de la bandera. Cuando Lavalle inició la invasión “libertadora” contra su patria apoyado y financiado por Francia,(Guerra franco-argentina ) también uso la bandera “celeste y blanca” para distinguirla de la nacional... “ni siquiera enarbolaron (los libertadores) el pabellón nacional azul y blanco, sino el estandarte de la rebelión y la anarquía celeste y blanco para que fuese más ominosa su invasión en alianza con el enemigo” (Coronel salteño Miguel Otero en carta Rufino Guido, hermano de Tomas Guido, el 22 de octubre de 1872. Memorias. ed. 1946, pág. 165).
ROSAS Y LA BANDERA NACIONAL- BANDERA DE VUELTA DE OBLIGADO
Rosas, para evitar que al desteñirse por el sol, se confundiera con la del enemigo, la oscurece más, llevándola a un azul-turquí. ¿Por qué Rosas eligió el azul turquí? Por varias razones: porque el “azul real” es más noble y resiste por más tiempo, al sol, a la lluvia, etc. El Restaurador pensó que el color argentino era el azul, porque así lo estableció el decreto de la bandera nacional y de guerra del 25 de febrero 1818, y también porque el celeste SIEMPRE FUE EL COLOR PREFERIDO DE LIBERALES Y MASONES (note el lector en que países predomina el color celeste y con cuales símbolos). Fue la bandera que, sin modificarse la ley flameó en el fuerte, en la campaña al desierto (1833 – 1834) en la Vuelta de Obligado y en El Quebracho en 1845,) y la misma que fue saludada en desagravio por el imperio inglés con 21 cañonazos.
El 23 de marzo de 1846 Rosas le escribió al encargado de la Guardia del Monte, diciéndole que se le remitiría una bandera para los días de fiesta, agregando que"...Sus colores son blanco y azul oscuro con un sol colorado en el centro y en los extremos el gorro punzo de la libertad. Esta es la bandera Nacional por la ley vigente. El color celeste ha sido arbitrariamente y sin ninguna fuerza de Ley Nacional, introducido por las maldades de los unitarios. Se le ha agregado el letrero de ¡Viva la Federación ! ¡Vivan los Federales Mueran los Unitarios!".
La misma bandera se izó en el Fuerte de Bs.As. el 13 de abril de 1836 al celebrarse el segundo aniversario del regreso de Rosas al poder. La misma bandera que Urquiza le regala a Andrés Lamas y que hoy se conserva en el Museo Histórico Nacional de Montevideo.
Rosas, quiso que las provincias usaran la misma bandera y evitaran el celeste, y con ese propósito mantuvo correspondencia, entre otros, con Felipe Ibarra, gobernador de Santiago del Estero, entre abril y julio de 1836. "Por este motivo debo decir que tampoco hay ley ni disposición alguna que prescriba el color celeste para la bandera nacional como aun se cree en ciertos pueblos." (José Luis Busaniche) "El color verdadero de ella porque está ordenado y en vigencia hasta la promulgación del código nacional que determinará el que ha de ser permanente es el azul turquí y blanco, muy distinto del celeste." Y le recordó que las enseñas nacionales que llevó a las pampas y la del Fuerte, tenían los mismos colores, y que las mismas banderas para las tropas fueron bendecidas y juradas en Buenos Aires.
Expulsado Rosas en Caseros, Sarmiento adopta el celeste unitario en vez del azul de la bandera nacional. En su “Discurso a la Bandera ” al inaugurar el monumento a Belgrano el 24 de septiembre de 1873 señaló a la enseña de la Confederación como un invento de bárbaros, tiranos y traidores, y en su Oración a la Bandera de 1870, denigra la “blanca y negra” de la Vuelta de Obligado diciendo además que: “la bandera blanca y celeste ¡Dios sea loado! no fue atada jamás al carro triunfal de ningún vencedor de la tierra”. Tampoco la celeste y blanca de Sarmiento recibió saludo de desagravio de ninguna potencia imperial. Mucho menos la de Mitre que se basa en el “celeste” apoyándose, entre otros argumentos, en un óleo se San Martín hecho en 1828, como si el color adoptado por un artista fuera argumento suficiente. El general Espejo, compañero de San Martín, en 1878 publicaba sus Memorias y recordaba como azul el color original de la bandera de los Andes conservada desteñida en Mendoza. Pero Mitre, que siempre interpretó las cosas como le convino, lo atribuyó a una “disminuida memoria del veterano”.
En 1908, ante la confusión existente y a pedido de la Comisión del Centenario, se estableció el color azul de la ley 1818 para la confección de banderas. Sin embargo, siguió empleándose el celeste y blanco, en lugar del la gloriosa “azul y blanca” La misma bandera que acompaño a San Martín en su gloriosa gesta Libertadora y la misma que acompaño los restos del propio Rosas en Southampton.
Referencias: José Maria Rosa - Historia Argentina. Corvalán Mendhilarzu, Dardo: “Los Colores de la Bandera Nacional ”. Hist. de la Nac. Arg. Ramallo, Jorge María: “Las Banderas de Rosas”. Rev. J. M. de Rosas, N' 17. Fernández Díaz, Augusto: “Origen de los Colores Nacionales”. Revista de Historia, Nº 11. Ramírez Juárez, Evaristo: “Las Banderas Cautivas”. La Gazeta Federal http://www.lagazeta.com.ar
Publicado por INFOCON en 6/19/2012 04:48:00 p.m.
Etiquetas: BASTA DE MENTIRAS, CULTURA, JUAN MANUEL DE ROSAS, NACIONALISMO
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