miércoles, 27 de julio de 2016

ASESINATO DEL SACERDOTE FRANCES, ¿TIENEN ESPERANZA LOS CATÓLICOS?


RECOPILACIÓN Y ENVÍO DEL:”ARCHIDUQUE”

Padre Jacques Hamel

Dos terroristas presuntamente vinculados con el Estado Islámico ingresaron aproximadamente a las 9 o 9:30 horas, tiempo local, de este martes, 26 de julio, a la Parroquia Saint-Etienne-du Rouvay, de la Arquidiócesis de Rouen, al parecer, durante la celebración de la Santa Misa.

Los extremistas, cuyas armas eran cuchillos, tomaron como rehenes a cinco personas, entre ellos al sacerdote celebrante, el Padre Jacques Hamel, dos religiosas y dos fieles; el sacerdote fue degollado, además, uno de los fieles fue herido de gravedad.

Una tercera religiosa pudo huir y dar aviso a las autoridades policiales, por lo que se activó la Brigada de Investigación e Intervención, que acudió a las inmediaciones de la parroquia. Los atacantes fueron muertos por la acción policial en el curso de la situación de rehenes y los sobrevivientes fueron liberados.

El Papa Francisco, por medio del Secretario de Estado, Monseñor Pietro Parolin, envió un telegrama al Arzobispo de Rouen donde le asegura su cercanía espiritual y le manifiesta su unión a las oraciones de las familias y al dolor de la parroquia y de la Diócesis. 

En el texto se lee además que: “El Santo Padre está particularmente impresionado por este acto de violencia que ha tenido lugar en una iglesia, durante una misa, acción litúrgica que implora de Dios su paz para el mundo”.

Para Radio Vaticana, el Padre Lombardi comentó que “es una nueva noticia terrible, que lamentablemente se agrega a una serie de violencias que en estos días nos han ya consternado, creando inmenso dolor y preocupación”.

Por su parte, el Arzobispo de Rouen, Monseñor Dominique Lebrun, quien al momento del ataque se hallaba en Cracovia, Polonia, con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud, envío un videomensaje a su feligresía en que les informaba que volvería inmediatamente, y pidió a los jóvenes que no cedan a la violencia y se conviertan en apóstoles de la civilización del amor.

El Padre Hamel tenía ya 86 años de edad y casi 60 años de ordenado; nació en Darnétal en Saine-Maritime, en la región de Normandía, Francia, en 1930. Oficiaba en las ausencias del párroco Auguste Monda-Phuati. Fue muy querido de los fieles y de sus hermanos en el ministerio.

A este respecto, el Padre Ángel Alfredo comentó para este medio que el cristianismo, el ser apóstol, se asume con todas sus consecuencias, tal y como se ha dado en la persecución a los cristianos durante toda la historia. El testigo más grande, dijo, es el mártir. En este caso, se encontraban en el culto, en la celebración eucarística, pudiendo haber corrido, se mantuvieron firmes.

Mencionó que la Francia secularizada es por otro lado una Francia victoriosa, ya que si bien los católicos practicantes no son muchos en número, sí están convencidos de su fe. Asimismo, nuestra actitud ante tales hechos –añadió– es, como dijo el Papa, la de reconocer en ella algo grotesco y horroroso; no obstante, siguiendo también lo dicho por el Santo Padre, no es la actitud de psicosis, sino de la esperanza, que no es mero optimismo, sino la certeza de que las cosas ocurren conforme al plan de Dios, lo que da ánimo.

Por otro lado, frente a los terroristas, hay que tener la misericordia. Responder igual, es caer en la provocación. Recordó lo dicho por la madre de unos cristianos coptos asesinados cuando le preguntaron qué haría si tuviera a sus agresores enfrente, y ella respondió: “les daría las gracias”, porque sus hijos ya están en el cielo. Destacó a su vez, mencionando al Beato Miguel Agustín Pro, que el martirio no se improvisa, Dios los prepara, y prepara también a su familia, como ocurrió con el futuro santo José Sánchez del Río: su madre, una mujer sencilla, pero que se mantuvo firme ante la muerte de su hijo.

Y agregó que Dios no es indiferente ante la tragedia de sus hijos, que la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos; que la venganza y el odio no ayuda. Lo que corresponde es el perdón; y aunque Dios reclama la sangre de sus mártires, pidamos que la voluntad de Dios se cumpla también en los que atacan a sus hermanos. Vivimos tiempos preciosos de una fe, no de conceptos, sino de hechos. Para estos tiempos es la esperanza.

En la celebración eucarística de apertura de la Jornada Mundial de la Juventud Cracovia 2016, se rogó a Dios por el eterno descanso del Padre Jacques Hamel; y este mismo día se celebrará la Santa Misa por él en la Catedral de Nuestra Señora de Roeun.

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Movimiento Acción Restauradora

 

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